El fin de los Samuráis
Enviado por lisethrfhtrgjhny • 23 de Febrero de 2015 • Síntesis • 2.549 Palabras (11 Páginas) • 212 Visitas
El fin de los Samuráis
Discurso Histórico
La época de 1870 a 1877 en Japón es conocida como el momento de desaparición y última resistencia de los Samuráis. Estos fueron unos guerreros feudales característicos del Japón feudal, con una tradición de aproximadamente 900 años de antigüedad. El nombre Samurai significa “El que sirve”.
Comenzaron sirviendo a clanes familiares y luego a señores feudales; en un principio, los Samuráis eran hijos de familias nobles. Usaban solamente arcos y flechas, montando a caballo. Con el transcurrir de los años agregaron a sus armas la Katana(espada ligeramente curva y larga, muy resistente) y la Naginata(lanza larga con una espada curva en la punta). Pronto, sus espadas fueron tan importantes para ellos que las consideraron “su alma”.
Los Samuráis tenían un código de honor y valores muy altos, haciendose cargo siempre de lo que decían, ya que para ellos “decir” y “hacer” era lo mismo; ya que para ellos miles de cosas se ponen en marcha desde el momento en que se “dice” algo.
Estos guerreros feudales se caracterizaron por su código de honor conocido como “El camino del guerrero”, en japonés referido como Bushido, el cual estaba muy influenciado por el Budismo, Zen y el Confusionismo. Este tiene 7 pilares altamente valóricos:
Honradez y justicia.
Valor heroico.
Compasión.
Cortesía.
Honor
Sinceridad absoluta.
Deber y lealtad.
Los Samuráis fueron separados de las otras clases sociales, como artesanos y labradores y se les permitía portar armas, pero no tener sus propias tierras, ya que ellos servían a un Señor Feudal (los Samuráis se aliaban al Señor Feudal que les ofreciese mejores recompensas y pagos por sus servicios).
Los Samuráis, en represalia contra la gente común, que si podían tener tierras, abusaban de ellos y los asesinaban, por lo que ellos considerasen una falta de respeto. La ley los respaldaba.
En 1853 los estadounidenses llegaron a Japón para ampliar su mercado y lo hicieron a la fuerza, usando su gran potencia armamentística. Los Samuráis no pudieron hacer frente a las armas de pólvora estadounidenses. Luego de unos años, EE.UU. obligó a Japón a firmar algunos tratados por los cuales integrarían la tecnología de occidente en su cultura. Esto hizo que el odio de los Samuráis fuese aumentando.
En 1860 los guerreros japoneses hicieron que el Emperador cobrase más poder del Shogun (líder militar), para que los Samuráis tuviesen un señor al que servir y así no ser Ronins (Samurai sin señor ni casa), amparándose en el supuesto poder divino del Emperador. Esta táctica no les resultó, ya que en 1867 asciende al poder el joven Emperador Meiji, el cual es convencido y manipulado por la potencia invasora de occidente.
En 1877, los Samuráis pierden la paciencia y se niegan a aceptar esta ampliación de la cultura de occidente, la cual está anulando su cultura. Novecientos hombres provistos de armas de pólvora, arcos y katanas se rebelan contra el Imperio Japonés, envenenado por Occidente, que los enfrenta armado y bien provisionado de armas de fuego dadas por EE.UU. Guiados por el gran Samurai, Saigo Takamori, se lanzan a la batalla, muriendo la mayoría y sobreviviendo tan solo trescientos hombres.
Luego, estos sobrevivientes se enfrentaron contra todo el ejército Imperial Japonés, que los comabte con armas de fuego muy avanzadas para la época. Los guerreros Samuráis mueren en el campo de batalla. Saigo resultó mal herido en el combate y fue asistido por dos de sus seguidores, los cuales lo llevaron a una colina cercana para que se quitase la vida (el honor que había sido manchado al ser derrotado) pero no puede hacer el Seppuku (ritual suicida el cual consiste un en Harakiri asistido por otra persona la cual, luego de que el suicida se ha hecho los tres cortes horizontales en el estomago y el corte vertical, lo decapita con una katana para ahorrarle el sufrimiento) ya que está muy herido y no puede sentarse para cortarse el estómago. Sus seguidores le cortan la cabeza en varias partes para que el enemigo no la obtenga como trofeo.
Esta es la última aparición de los guerreros Samuráis, aunque algunos de sus valores y costumbres siguieron apareciendo a través del tiempo.
Discurso cinematográfico
Análisis del fondo:
La trama de la película nos cuenta la historia de Nathan Algren (Tom Cruise), un soldado norteamericano considerado un héroe, y contratado para entrenar al ejercito japonés en el uso de armas de fuego. En un principio vemos a este personaje en un estado deplorable, arrepentido de lo que ha hecho en las batallas en que a participado.
Con una culpa que lo persigue, se castiga a sí mismo, dejándose en ridículo y embriagándose. Cuando Algren es atrapado por unos guerreros y es llevado a su campamento, comienza su transformación al conocer al último Samurai Katsumoto. Con la ayuda de éste, puede aceptar sus culpas y hacerse cargo de lo que hizo en la guerra, superar sus pesadillas, cambiar su visión de mundo y tratar de ser una mejor persona. Esto se ve reflejado al final de la película, cuando se pone de rodillas frente al Emperador y le habla de la misma forma como los Samuráis le hablaban al Emperador; nos muestra que las enseñanzas, valores y sellos de una cultura siguen viviendo a través de la gente. El registro que queda de ellas no desaparece al matar a sus creadores.
Vemos en la película a los Samuráis como los últimos vestigios de la cultura japonesa antigua, la cual es hermosa, valórica y llena de principios correctos, pero que quiere ser eliminada en pos del modernismo y los avances de la civilización. Se trata de dejar atrás a los orígenes, cambiándolos por un pensamiento máquinal, una mente fría y calculadora que no es capaz de apreciar la belleza e importancia de la cultura transmitida por los Samuráis.
Las ansias por destruir a los Samuráis y su cultura es evidente en la batalla final, cuando Omura ordena mandar a toda la infantería en la batalla para borrarlos de mapa; y luego cuando Katsumoto y Nathan yacen en el campo de batalla, heridos, el mismo Omura ordena rematar a ambos en el piso.
El mensaje de esta película es esperanzador; cómo las culturas de nuestros ancestros pueden seguir viviendo y viven día a día con nosotros si es que somos lo suficientemente inteligentes y abiertos como para aceptarlas. Es un mensaje que sigue vigente hoy en día, el de no olvidar nuestros orígenes y de darnos cuenta de lo importantes que son para nosotros, que deben ser salvados,
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