El impacto de la empatía en un proceso psicoterapéutico
Enviado por Alexandra Vaca • 21 de Julio de 2022 • Ensayo • 828 Palabras (4 Páginas) • 61 Visitas
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El impacto de la empatía en un proceso psicoterapéutico
La empatía es una característica indispensable para que un proceso psicoterapéutico genere cambios auténticos. La genuina empatía abre un espacio donde el cliente puede verse a sí mismo como digno de valor, de aprecio, de cuidado y de amor.
La empatía permite también, que el cliente “se dé el permiso” para dejar que sus vivencias sigan su cauce normal, incorporándolas de mejor manera en su cotidianidad. Además, la empatía al ser “desarrollable” le permitirá al cliente, en algún punto, convertirse en su propio facilitador del proceso. Todo esto crea una dinámica de comunicación abierta, que valida al otro como un auténtico Otro y que innegablemente impactará positivamente en los resultados de la terapia, tal como lo señala Carl Rogers ((Rogers & Rosenberg, 1981), es un hecho que la empatía está relacionada de manera evidente con resultados positivos tanto en procesos terapéuticos, como de aprendizaje.
El acercamiento a un espacio terapéutico puede verse acompañado por un grado de escepticismo de parte del cliente, esto debido a que, en las relaciones interpersonales, con frecuencia, suele faltar una empatía honesta. El valor que se da al sentimiento ajeno parece cada vez más bajo, esto sin duda provoca relaciones donde la vulnerabilidad y la dependencia se convierten en una fuente de dolor y angustia permanente. La terapia se posiciona como un espacio de validación para las emociones y la conversación entre ellas, espacio que no se presenta en la cotidianidad de la mayoría de las personas, de allí la importancia que adquiere el desarrollo de esta característica personal en el caso de un psicoterapeuta. El cliente que se sienta acogido por su terapeuta podrá desarrollar sentimientos de valía personal al descubrir la confianza, interés y valor genuino que “este desconocido” (su psicólogo) siente por él y es muy probable que esto abra la posibilidad de que el cliente pueda trabajar en aceptarse a sí mismo (Rogers & Rosenberg, 1981). Es posible que, al entrar en un ambiente empático, estas necesidades de aprecio y cuidado se vuelvan más evidentes o sentidas, y eso, a su vez, permita que el cliente se interese por mantener estos parámetros en otros espacios de relación interpersonal, provocando así lo descrito por
Rogers & Rosenberg (1981) que el cliente finalmente podría convertirse en el facilitador de su propio proceso.
Un enfoque terapéutico que tenga como fundamento la empatía con el cliente creará la confianza suficiente para que las vivencias sean asumidas como parte del proceso y no como un evento inmanejable para el protagonista de esos eventos. Entonces se posibilita la emergencia del flujo de vivencias del cliente, facilitando que tomen un cauce natural (Rogers & Rosenberg, 1981) . La naturalización del aprendizaje progresivo es un punto que se debe priorizar cuando las emociones a “resolver” en psicoterapia parecen necesitar resultados inmediatos. En este proceso, la comunicación integral será una clave importante. La experiencia de comunicar emociones de manera no verbal es imprescindible para poder establecer una relación empática. En contraste con esto, la comunicación digital ha establecido como norma, un espacio donde las palabras no tienen una carga emocional explícita o evidente. Como consecuencia, resulta más fácil entender y reproducir conceptos (significados) que las emociones que evocan estos conceptos (significantes) (Watzlawick et al., 2002). De esta manera entendemos que cuando una persona se siente comprendida de manera perceptiva, le resulta posible entrar en contacto, con un amplio abanico de sus vivencias (Rogers & Rosenberg, 1981).
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