El secuestro en México

El secuestro en México es un problema que ha ido en aumento en los últimos años en la República Mexicana, convirtiéndose en uno de los más grandes temores de los habitantes de nuestro país. Actualmente existen 400 bandas de secuestradores. Este numero va en aumento por haberse convertido el secuestro en una verdadera industria criminal, ya que en años anteriores se observaba como las bandas organizadas de secuestradores eran especificas, es decir que su actividad ilícita estaba encaminada objetivamente al secuestro de personalidades con alto poder económico, obteniendo de estas cantidades muy importantes de dinero en efectivo. El secuestro en México es un problema que ha ido en aumento en los últimos años en la República Mexicana, convirtiéndose en uno de los más grandes temores de los habitantes de nuestro país. Actualmente existen 400 bandas de secuestradores. Este numero va en aumento por haberse convertido el secuestro en una verdadera industria criminal, ya que en años anteriores se observaba como las bandas organizadas de secuestradores eran especificas, es decir que su actividad ilícita estaba encaminada objetivamente al secuestro de personalidades con alto poder económico, obteniendo de estas cantidades muy importantes de dinero en efectivo.

Lo antes descrito obligado a estos grupos delictivos a contar con una mayor organización y perfeccionar su modus operandi, creciendo de esta manera su numero de integrantes, sus capacidades de los mismos, por ejemplo integraron a sus células criminales a médicos, técnicos en sistemas electrónicos (teléfonos, celulares, cámaras de video), servidores públicos, etcétera y por ende se convirtieron en conjuntos violentos, sangrientos y despiadados, causando de esta forma mayor impacto psicológico en sus victimas y las familias de estos últimos.

El secuestro exprés es una modalidad de secuestro extorsivo surgido en México a finales de los noventa con la caída de los grandes grupos de secuestradores inicialmente en regiones norteñas como Monterrey y Sonora. Se trata de un secuestro que, aunque es premeditado, se realiza de forma aleatoria, sin conocimiento de a quien se secuestra.

Su modus operandi se caracteriza por ser un secuestro de corta duración con el fin de obtener de la víctima todo el dinero posible ya sea de sus cuentas bancarias o del dinero disponible en efectivo que su familia reúne en un espacio de pocas horas o espacios de tiempos no mayores a un par de días, debido al menor grado de experiencia de los delincuentes, a veces derivados del robo de auto con violencia, puede o no terminar con el asesinato del secuestrado.

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