El valor de nuestro mundo

Los sentidos siempre nos engañan y debemos preguntarnos qué es la realidad.

El mundo no es una maquina, todo está estrechamente relacionado con todo; es un organismo y en ese entorno lo que pensamos y lo que hacemos tiene trascendencia en el mundo. Existen dos tipos leyes que gobiernan el mundo, las leyes de Newton aplicadas las cosas y al descender a nivel subatómico dominan las leyes cuánticas que se compartan muy diferentes.

El mundo está conformado de cosas, materia y átomos, pero estos están casi vacios, por los que muchas personas piensan que están llenos de nada, pero contienen muchísima energía. Y curiosamente a este nivel nada se toca.

El mundo está lleno de posibilidades infinitas, esto lo explica la superposición de la mecánica ondulatoria y es aplicable al nivel físico en el que vivimos. Por lo que es posible afectar la realidad, es decir, influenciarla y construirla. Muchas personas piensan que la realidad existe, está ahí y que no es posible cambiarla porque no se creen capaces de ello. Pero la verdad es que podemos construir la realidad con nuestros pensamientos, y un ejemplo es un experimento, en el cual se sometió ciertas cantidades de agua a diversos tipos de pensamientos, ya que ésta es el más receptivo de los elementos. Los resultados mostraron que las moléculas de agua sometidas a estímulos mentales bellos presentaban conformaciones bellas estructuralmente. Pero no se sabe cómo es que se afecta a las moléculas.

Lo anterior permite reflexionar acerca de que si nuestro cuerpo es 90% de agua, como afectan nuestros pensamientos a nosotros mismos.

Muchas personas piensan que no son felices y en realidad no los son, sin embargo se enfocan siempre en pensarse como víctimas de las circunstancias y es por este mal enfoque de atención que las personas construyen su realidad, lo peor de todo es que no se sienten capaces de modificar su entorno, ya que se ocupan más de sus adicciones emocionales.

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