Encuentro E Integración
Enviado por lmg0606 • 25 de Mayo de 2013 • 985 Palabras (4 Páginas) • 394 Visitas
Si alguien me pide que describa cómo es estar en una sesión de psicoterapia, lo que puedo decir es que es un espacio en donde puedo hablar de cualquier tema que me inquiete, donde seré escuchada, analizada y quizás confrontada por mi terapeuta, es un lugar en donde he podido hacer introspección, en donde he podido externar mis emociones y también en donde hay la confianza de que nadie sabrá lo que ahí se dice. Mi terapeuta es alguien amable, que pone toda su atención a lo que platico, y estoy segura de que con el tiempo me llega a conocer de manera muy detallada, pero a pesar de todo esto, reconozco que nuestra relación es meramente profesional, que ella sigue en su silla observándome y escuchándome y yo sigo experimentando mis emociones “sola”. Por supuesto que he avanzado en mi proceso de autoconocimiento y puedo afirmar que la terapia me ha ayudado, pero ahora que tengo la oportunidad de conocer un enfoque centrado en la persona me surgen preguntas como: ¿Por qué es tan importante que se establezca una relación personal entre el terapeuta y el cliente en un proceso de psicoterapia? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Verdaderamente hay una diferencia en resultados contra otro tipo de enfoque? Veamos si con lo que plantea Van Kaam logro contestar a estas preguntas.
Una auténtica relación personal implica estar completamente presente a otra persona, estar de lleno con ella, participar e interesarme en su experiencia personal; es como tomar parte en la vida del otro. Cuando ambos dejamos caer nuestras máscaras sociales y me puedo introducir en su vida interior, se genera una conexión o comunión de un nivel auténtico y profundo.
Esta experiencia, la “experiencia del nosotros” contiene más humanidad y afecto que cualquier otro encuentro rutinario de nuestras vidas diarias, en donde lo que predomina es la indiferencia. En esta experiencia compartida dejan de predominar las características externas de los involucrados como son el aspecto físico, la voz, los ademanes, la raza, etc.
La relación personal es el núcleo de la psicoterapia, pero, además de auténtica, debe ser terapéutica, es decir, debe responder a la llamada del otro que me dice que me necesita en un plano muy personal durante una fase de su vida y desarrollo, que lo ayude a progresar en obtener su libertad humana siendo cada vez más él mismo; y esto se logra estando completa y verdaderamente presente para la otra persona, no solamente como un analizador e informador objetivo, sino entregándome de lleno a esta relación.
Esta llamada también es una oportunidad para salir de mí misma, para dejar de lado mis preocupaciones y mi mundo egocéntrico, para poner a prueba mi tendencia a causar una buena impresión tratando de ofrecer una rápida comprensión y solución a lo que le inquieta al otro.
Ser un buen terapeuta significa ir más allá de la natural actitud de concentración, es romper con mi preocupación inconsciente por mí misma, hacer a un lado mis deseos personales
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