Ensayo oído

Arte y cultura

El oído

En esta lectura me di cuenta (una vez más) de la maravilla de nuestro cuerpo ¿Cómo algo tan insignificante como el “ruido”, que es percibido por nuestros oídos, sea a la vez algo tan complejo? Cada parte de nuestro oído parece ser tan delicado, frágil y pequeño; pienso que de otra forma no sería posible que nuestro sistema auditivo funcionara armónicamente con el resto de nuestros sentidos.

El oído tiene la función más soberbia de todas, ya que en ella encontramos la sensibilidad de nuestro ser, vulnerable a cualquier susurro, mormullo o melodía.

El poder ponerte de pie sin perder el equilibrio es obra de nuestro oído, ya que le dice a nuestro cerebro cuándo y cómo se mueve la cabeza.

También podemos percatar o recrear algún suceso sin tener en función el resto de nuestros sentidos, por ejemplo: Cuando percibimos un estruendo sabemos que algo con mucha potencia y fuerza se encuentra cerca de nosotros, nos hace sentir su poder por medio del sonido.

Aun mas importante, el poder comunicarnos por medio de este sentido de una manera tan eficiente y alucinante, descifrar cada tono de cada sonido y con ella poder entablar una conversación con tan solo hacer ruido, “fascinante”.

Saber que a los 12 años de edad habremos desarrollado al máximo nuestro oído y que ello conlleva, que a partir de esa edad, irá disminuyendo nuestra sensibilidad al sonido. Tal vez por ello nosotros los jóvenes deseosos de recuperar nuestra sensibilidad, nos damos a la tarea de utilizar los altavoces a su mayor capacidad.

Por otra parte la ingeniería ha desarrollado la localización por ecos que nos ha ayudado a detectar y lograr grandes avances tanto en la medicina como en la vida cotidiana.

Culminado este escrito, cuando somos bebés, tener cerca a mamá y escuchar su corazón latir nos hace calmar, es increíble que tan capaces somos de reconocer y recordar que es mamá la que produce ese sonido, nos hace sentir seguros. Se puede decir que desde antes de nacer, el oído es el primer sentido en desarrollarse.

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