Ensayo sobre: La enseñanza, los factores que intervienen en ella y su relevancia dentro del proceso educativo
Enviado por aafc87 • 27 de Octubre de 2016 • Ensayo • 2.797 Palabras (12 Páginas) • 806 Visitas
CENTRO DE ENSEÑANZA TÉCNICA Y SUPERIOR
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Área:
Maestría en educación
Materia:
Psicología educativa
Título del trabajo:
Ensayo sobre: La enseñanza, los factores que intervienen en ella y su relevancia dentro del proceso educativo
Presenta:
Figueroa Córdova Arturo Adrián
Matrícula:
032876
Mexicali, B.C., A 21 de abril de 2016
La enseñanza, los factores que intervienen en ella y su relevancia dentro del proceso educativo
El presente trabajo representa un esfuerzo por tratar de describir qué es la enseñanza, particularmente en el ámbito educativo formal, mencionando los elementos que intervienen en ella, como el caso de los docentes, la relevancia que tienen y su rol como variable de la misma. Más allá de esto se pretende explicar la influencia de otros factores como el contexto, los grupos heterogéneos, las características de los contenidos a trabajar, así como también las características de un docente eficaz; sin perder de vista los resultados o metas deseadas a alcanzar que vienen en relación con la estructura de evaluación. Y al final, complementar el trabajo con una experiencia docente personal, reflexionando sobre qué más se podría hacer en el proceso de enseñanza en el aula considerando la información teórica explicada.
La enseñanza entendida en el ámbito escolarizado, está marcada por un contexto claramente delimitado de la enseñanza que se puede dar de manera informal y no formal, se da en tiempos preestablecidos, bajo ciertas temáticas en particular, dividida en áreas y con objetivos y/o propósitos específicos a lograr, para lo cual se necesita de un espacio destinado especialmente para eso, la escuela y en particular el aula de clase.
En la enseñanza escolarizada, todo lo relacionado en el currículum educativo va enfocado a trabajar con grupos, a su vez la didáctica plantea una gran cantidad de actividades en equipo con el fin de promover el trabajo cooperativo y colaborativo; en todo este proceso no sólo salen a relucir los aspectos meramente académicos, sino que también se establecen relaciones sociales entre los estudiantes y los docentes también, desde luego, con un rol evidentemente distintivo. Encaminado a esto se puede decir que es fundamental el propiciar y crear ambientes de aprendizajes óptimos para el desarrollo del mismo.
Los estudiantes que integran un grupo en un aula de clase son de carácter heterogéneo, llegan de entornos sociales distintos, no comparten las mismas metas, intereses distintos, etc. La tarea del docente radica en fomentar la unidad en el grupo, la armonía, que aprendan a convivir, que formen su propia identidad y por qué no, que establezcan los roles dentro del grupo; lo anterior en la mayoría de los casos se da de manera natural, es decir, los alumnos no se ponen a discutir sobre esto, sino que, al momento de conformar un nuevo grupo, poco a poco cada estudiante va hallando su lugar.
Nunca un grupo es igual a otro, habrá algunos grupos que sin el apoyo del docente puedan funcionar como grupo y otros en los que se presente bastante fricción, roses, problemas, entre otras cosas, que dificulten tanto el proceso de enseñanza como el proceso de aprendizaje, ya que tanto para el docente se complica la dinámica de trabajo como para los estudiantes la socialización y las actividades en equipo. “Los salones de clases son multidimensionales: están llenos de gente, tareas y presiones de tiempo. Muchos individuos, cuyas metas, preferencias y capacidades difieren, deben compartir recursos, realizar diversas tareas, utilizar y reutilizar materiales sin extraviarlos, entrar y salir del aula, etcétera”. (Woolfolk, 2010, P. 418).
El mantener la armonía en el aula de clases no es una tarea que el docente pueda lograr solo, para ello requiere del apoyo de los estudiantes; más allá de los aspectos conductuales en los que el docente puede intervenir de manera personalizada con el alumno o aquellos que pueda atender de manera grupo; el aspecto académico es un factor muy importante para propiciar un ambiente adecuado de aprendizaje, el hecho de que el docente llegue preparado al salón de clase, el dominio de los contenidos, instrucciones claramente indicadas, actividades correctamente definidas y criterios de evaluación adecuadamente establecidos, para que el estudiante tenga claro qué es lo que debe lograr, cómo lo debe lograr y de qué manera se le evaluará. “Obtener la cooperación del estudiante implica mucho más que el manejo eficaz de la mala conducta. Significa también planear actividades, tener listos los materiales, hacer demandas académicas y conductuales adecuadas a los estudiantes, dar señales claras, realizar las transiciones de manera paulatina, prever dificultades y detenerlas antes de que se inicien, seleccionar y ordenar actividades para mantener el flujo y el interés, y mucho más”. (Woolfolk, 2010, P. 419).
Dentro del manejo de grupos y de la dinámica de trabajo del docente, la participación de los estudiantes siempre es un tema a tratar y, en relación con el establecimiento de ambientes de aprendizaje, es importante que el docente establezca mecanismos para asegurar la oportunidad de participar a todos los estudiantes. El establecer orden en el aula de clase no quiere decir que los estudiantes asuman un rol pasivo, sino que durante el desarrollo de las clases estén ordenados, participando, interviniendo, pero a la vez escuchando y poniendo atención, no solo a lo comentado por el docente, sino también a lo aportado por los compañeros.
Un factor importante a considerar para todo lo que se pueda dar en el aula de clase es el tiempo, la educación escolarizada está regida por tiempo, entonces hay que hacer uso de él efectivamente; habrá algunas actividades que requieran de más tiempo que otras, dependiendo de su complejidad, pero casi siempre la manera más efectiva de enseñar y eficientizar el tiempo es a través de actividades prácticas y reflexivas para que el alumno logre concretar su aprendizaje. El sólo hecho de otorgar más tiempo a cada actividad no garantiza que el aprendizaje se logre. “Básicamente, los estudiantes aprenderán lo que practican y reflexionan. El tiempo que se dedica de manera activa a tareas de aprendizaje específicas a menudo se conoce como tiempo comprometido o tiempo dedicado a la tarea”. (Woolfolk, 2010, P. 420).
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