Es Una Reflexión Para Definir El Duelo Como Una Oportunidad De Crecimiento
Enviado por terapeutafamilia • 18 de Diciembre de 2011 • 572 Palabras (3 Páginas) • 975 Visitas
EL DUELO: UNA OPORTUNIDAD PARA TRASCENDER
El tema del duelo trae implícita una cosmovisión de la naturaleza humana, y el cómo lo vivamos está ligado a patrones culturales aprendidos como herencia familiar y social, por lo tanto la pérdida de un ser querido será vivido en cada familia con matices diversos propios de sus valores esenciales, pero algo que resulta necesario recordarlo en nuestro escenario regional es que el duelo es un proceso que hay que vivirlo, no es una enfermedad.
Según como abordemos el tema de la muerte estamos definiendo nuestra propia vida, pues si aceptamos que “la vida sin la muerte sería como una sinfonía inconclusa”, estamos reconociendo que somos seres en camino que vivimos un proceso finito, siendo entonces necesario que vivamos con intensidad, hasta el último minuto de nuestra existencia.
La pérdida de un ser querido pone a prueba las capacidades resilientes de la familia, pues si la muerte priva al círculo de la familia de uno de sus integrantes, es lógico que habrá un fuerte remezón, para el que resulta necesario desatar habilidades que permitan reciclar el dolor para convertirlo en fuerza para seguir con la aventura de la vida, apoyándose en la memoria positiva de quien se ha ido, pero seguirá como una llama viva y un referente para los suyos.
En tan virtud lo esencial en un duelo no es olvidar, sino afrontar un reacomodo de la estructura de la familia, apoyándose en el caudal de los buenos recuerdos de la persona que emprendió el viaje inevitable, conscientes que el mejor homenaje a ella será el trascender al dolor y seguir en la lucha por la vida.
Diana Liberman, especialista en psicoterapia, propone que el desafío de un duelo trae aparejado nada más y nada menos que una tarea poco sencilla: la de aprender a vivir con la ausencia y en contarle una nueva razón para la existencia. No se trata pues de decir adiós al ser querido por su ausencia física, sino de establecer nuevos vínculos afectivos, para los cuales el bagaje de los buenos recuerdos de la persona fallecida sea esencial, re encontrando razones nuevas para seguir construyendo una vida positiva
El duelo debe ser un tiempo para importantes reflexiones en la vida de los familiares, haciendo una pausa a la toma de decisiones importantes, y algo especialmente indispensable, no negarse el derecho de vivir las emociones propias de la pérdida, debiendo recuperar de la memoria familiar los más íntimos momentos afectivos vividos con aquella querida persona que se ha ido, para tener la fuerza suficiente que les permita a todos una trascendencia sin olvido, pues los seres que adelantaron la partida, seguirán siempre presentes en cada uno de los actos de quienes aún están acá.,
Desde mi propia subjetividad puedo decir que uno de los caminos para cerrar el duelo se puede vivir desde lo que escribimos, pues desde un texto bien podríamos ir conquistando un reacomodo
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