Escuelas de psicología: Conductismo y Psicoanálisis

Escuelas de psicología: Conductismo y Psicoanálisis

Conductismo

El norteamericano John Watson a principios del siglo XX sostenía que no se puede dotar al análisis de la conciencia como algo científico porque ésta como objeto de estudio no se puede cuantificar, verificar ni observar a través de la experimentación. Es por eso que propone como objeto de estudio al comportamiento público, externo y objetivable para poder predecir y controlar ese comportamiento. E implementa como método de estudio la Observación Controlada. Buscó relacionar el proceso de mielinización del cerebro con el aprendizaje, y sus temáticas centrales de investigación giraron en torno a tres áreas del comportamiento: los movimientos voluntarios (hábitos corpóreos explícitos); la actividad glandular y visceral (hábitos emocionales); y los hábitos del leguaje y pensamiento. Luego incorpora a su doctrina el reflejo condicionado.

Skinner propone una renovación radical (neoconductismo) del conductismo de Watson considerando el refuerzo en los procesos del condicionamiento, denominándolo “condicionamiento operante o instrumental”.

Psicoanálisis

Escuela creada por Sigmund Freud a principios del siglo XX. Conocida como la psicología del inconsciente o psicología profunda. Amplía el concepto de Subjetividad entendiendo a algunas las manifestaciones conscientes como posibles manifestaciones de ideas o pensamientos que se hallan fuera del campo de la conciencia y que pertenecen a un sector de la vida anímica que cuenta con un sistema y leyes de funcionamiento particulares. Fue la primera escuela que presentó una explicación completa sobre la dinámica psíquica. Aparece el concepto de “vida psíquica profunda, reprimida” que está constituida por pensamientos y fantasías no advertidas por el sujeto. También formula que el aparato psíquico se encuentra dividido en tres sectores denominados Ello (impulsos, placer), Yo (realidad) y Superyó (moral).

• Pulsión de vida (Eros): entendido como las pulsiones sexuales, de placer y de autoconservación. impulso generador de activación y excitación a nivel orgánico que aparece con el objetivo principal de garantizar la supervivencia y a mantener la materia viva unida e integrada, buscando por lo general generar uniones cada vez más complejas y la satisfacción de necesidades, especialmente sexuales.  Estas pulsiones tienden a la reducción de tensiones cubriendo las necesidades básicas como el hambre, sueño, higiene y reproducción mediada por la cultura.
• Pulsión de muerte (Thanatos): Opuesto al concepto nombrado anteriormente. representa el deseo inconsciente de muerte, de vuelta a lo inorgánico, de regresión, reposo y disolución. Eros es unión y Thanatos disgregación. También busca cesar las tensiones del organismo, pero lo realiza a través de los impulsos de autodestrucción y agresión. Estas pulsiones opuestas a las de vida, apuntan a la desintegración de los vínculos con tendencia a de pasar todo lo vivo a un estado de reposo absoluto.

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