Estrés, Procesos Psico-biológicos Y Conducta.
Enviado por garyalcocer • 18 de Septiembre de 2013 • 677 Palabras (3 Páginas) • 608 Visitas
Estrés, procesos psico-biológicos y conducta.
Sin olvidar las limitaciones de un artículo divulgativo, vamos a definir el estrés como un estado de activación (preparación del organismo para la acción) autónomo y neuroendocrino, de naturaleza displacentera, que implica un fracaso adaptativo con cogniciones –imágenes, pensamientos, esquemas y convicciones- de indefensión e inhibición neurológica y conductual. Se trata, por tanto, de un proceso con gran repercusión emocional que se produce cuando el organismo no es capaz de reducir el exceso de activación por no disponer de los adecuados recursos de afrontamiento (cognitivos, fisiológicos y conductuales) para abordarlos.
La relación entre Estrés y trastorno orgánico (enfermedad) se presenta a través de cuatro sistemas íntimamente relacionados: autónomo, neuroendocrino, inmunitario y conductual.
La activación autonómica se vehicula a través del sistema simpático-adrenal que mantiene el medio interno y que está compuesto por el Sistema Nervioso Simpático, Hipotálamo y parte medular de las Glándulas Suprarrenales. Como consecuencia de esta activación, aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca; se potencia la destrucción de Glucógeno y lípidos; disminuye la secreción de Insulina; aumenta el nivel de ACTH, de hormona del crecimiento y de las hormonas tiroideas; disminuye la actividad intestinal y aumentan la dilatación bronquial, la vasoconstricción cutánea y la vasodilatación a nivel muscular; y se alteran, entre otros, los niveles de catecolaminas.
La activación neuroendocrina es de respuesta más lenta que la anterior, más compleja, y multihormonal.
Podemos hablar de un sistema de acción rápido, compuesto por la hormona del crecimiento, la Insulina, las hormonas sexuales y, sobre todo, por las catecolaminas, como la Noradrenalina, indicador biológico de la capacidad adaptativa, y la Adrenalina, que lo es de la emocional, y que se nivelan en función del equilibrio conductual del sujeto; de un sistema de reacción semirápido, constituido por el Cortisol; y de un sistema de reacción lenta representado por la hormona tiroidea.
Esta activación, se canaliza a través del sistema hipotálamo-hipófisis-corteza suprarrenal, que tiene una estrecha relación con los procesos cognitivos reguladores del estrés, actuando en los estados de percepción de peligro, pérdida de control y, en general, en los estados emocionales de desagrado o malestar. A la optimización de sus niveles contribuye poderosamente el desarrollo de los mecanismos psicológicos/conductuales de defensa, adaptación y control.
La activación inmunitaria, estrechamente ligada al sistema neuroendocrino, es la más lenta de las citadas ya que intervienen en ella mecanismos de síntesis proteica. Se pone en marcha cuando un cuerpo extraño ( antígeno) es identificado como tal por el organismo, y se concreta en la producción
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