Estrés en el ámbito laboral

Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas

Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades

Licenciatura en Psicología

Estrés en el ámbito laboral

Alumna: Mitzi Fabiola Reyes Calzada

Materia: Comunicación oral y escrita II

Lic. Gabriela M. Gómez Sánchez

Grupo: C Grado: 2°

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas a 20 de marzo de 2017

Estrés en el ámbito laboral

En el siguiente trabajo, hablaremos sobre un tema que nos afecta a todos en la vida actual, gracias a la mayor exigencia de las empresas, escuelas o grupos sociales. En esta ocasión nos centraremos en el ámbito laboral, en el cual trataremos de contestar a tres principales hipótesis: ¿la baja producción se debe a pocas horas de descanso?, la siguiente sería ¿más carga de responsabilidad, menos rendimiento, menos actividad laboral? Y por último ¿el estrés en las personas afecta en la vida social?,

Todo esto de acuerdo al cuento titulado: “El hachero esforzado” del autor Jorge Bucay (1997) y hecho con la finalidad de que el lector reflexione sobre la vida que llevamos y pueda lograr un impacto favorable en ella.

Para comenzar, debemos definir el concepto de estrés. Según la RAE es la “tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastor-nos psicológicos a veces graves.” Estás situaciones agobiantes generalmente se deben a las responsabilidades laborales, de las que actualmente nadie se libra. Como lo menciona el Centro Nacional de Condiciones del Trabajo “Actualmente, el estrés se identifica como uno de los riesgos laborales emergentes más importantes. Estudios realizados en la Unión Europea sugieren que entre el 50% y el 60% del total de los días laborales perdidos está vinculado al estrés.” Esto contestaría a nuestra primera hipótesis, ya que al no tener días de descanso o vacaciones, los trabajadores no pueden más con la carga y se enferman, lo que provoca faltas en el trabajo que conlleva a una reducción de producción. Como lo menciona Jorge Bucay (1997) “Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol” (p. 30), el hachero seguía cada día con su jornada laboral, se esforzaba más, pero cada día producía menos, ya que nunca tomó un día de descanso. Cuento con la opinión, de que todos debemos tener momentos de descanso en nuestras vidas para seguir con energías y realizar con ánimos nuestras actividades, rindiendo cada día más.

Como lo menciona María Angeles del Hoyo Delgado “el ritmo de trabajo ha ido incrementándose constantemente, y con un número menor de trabajadores se deben alcanzar los mismos resultados e incluso mayores”(p. 5), lo que demuestra nuestra segunda hipótesis; considero que al momento en el que se nos exige más de lo que podemos dar, el cuerpo manda una señal y nos hace parar, esto le ocasiona a las empresas pérdidas significativa; pero las únicas culpables son ellas al poner un alto rango de responsabilidades a sus trabajadores que son muy difíciles de cubrir. Como lo menciona Jorge Bucay “Que mi rendimiento va bajando “sin prisa pero sin pausa”, desde que empezó el año. Mis calificaciones son todos sietes y ochos, quizás algún nueve. Pero en los últimos exámenes, no puedo pasar de un seis. No sé, no rindo, no me puedo concentrar, no tengo ganas”(p.30), demuestra que las exigencias  nos hacen esforzarnos cada vez más pero sin pensar en lo que ese esfuerzo excesivo provocaría en nosotros; y vamos por la vida tratando de cubrir esas altas expectativas que se nos imponen.  

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