Evaluación del Módulo: Orientaciones erótico-afectivas. Asexualidad

UNIVERSIDAD DE LONDRES

INSTITUTO DE PROFESIONALIZACIÓN Y EDUCACIÓN EN SEXOLOGÍA INTEGRAL A.C.

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN SEXUAL

Evaluación del Módulo:

Orientaciones erótico-afectivas. Asexualidad.

Presenta: Laura Beatriz Lugo Herrera

                        Santiago de Querétaro, Querétaro a 26 de Octubre de 2019.

INTRODUCCIÓN.

En México, no cumplir con las normas de la heteronormatividad, implica poner en riesgo tu integridad física, psicológica y social. “En la administración anterior, en el sexenio del gobierno de Enrique Peña Nieto, al menos 473 personas LGBT fueron asesinadas en México por motivos relacionados a la orientación sexual o a la identidad y expresión de género percibida de las víctimas. Esa cifra significa que en promedio al menos 79 personas LGBT son asesinadas al año en nuestro país, lo que equivale a 6.5 homicidios por mes”. (Letra S , 2019)

Se pidió plantear una intervención que esté relacionada con el compromiso personal que se hizo en clase, siendo que yo mencione que me comprometía a cuidar de otras mujeres siendo siempre leal a defender los derechos de las mismas.

Sin embargo, mi compromiso se extiende a todas aquellas personas que en algún momento han sentido miedo, represión y que incluso han llegado a ocultarse, restringiendo su acceso a la libertad de expresiones de afectividad.

Mi ámbito de trabajo siempre ha sido en la administración pública, y gracias a esto, me he dado cuenta que, al ejercer presión, exigiendo los derechos que nos corresponden para vivir dignamente han creado cambios sustanciales en las políticas públicas.

Mi propuesta de intervención la quiero realizar en la región geográfica del Noreste de Guanajuato, que es donde actualmente radico. Donde no hay antecedentes de ejercicios o propuestas de reconocimiento de la comunidad LGBTTTIQ.

DESARROLLO.

Desde mi experiencia, siempre he mantenido la idea que se pueden realizar cambios sustanciales a través de la participación ciudadana y política; levantar la voz, exigir y participar constantemente por un cambio, son factores que ayudan a que se den los grandes cambios sociales, políticos y culturales.

“Para el año 2015 sólo el 32.60% de la población LGBTTTIQ tenía participación en foros o consultas que realizaba gobierno”. (Mendoza-Pérez, 2017) Reflejando una pobre intervención en políticas que puedan incidir en el cumplimiento de sus derechos humanos.

Si bien creo que esto se debe a la poca credibilidad que existe en nuestras instituciones, también creo que el cambio se realiza a través de presiones y peticiones constantes a las autoridades.

Salir de la heteronormatividad e identificarse con cierta orientación erótico-afectiva, es algo que incide en el desarrollo social, personal e incluso económico de una persona. No es fácil. Si en la zona urbana el sesgo al derecho humano a la libertad sexual es grande, en la zona rural es el doble.

A través de los años de vivir en mi pueblo natal, me he dado cuenta que para que las personas que se consideran gays o lesbianas (ya no hablar de otras orientaciones porque son aún más satanizadas y esto ha hecho que pocas personas que asuman como tal) busquen movimientos sociales en otros lugares, siempre en zonas urbanas. Y su participación política o social, se limita a laborar en las administraciones públicas sin nunca tocar el tema de la diversidad sexual y el cumplimiento de los derechos humanos de las personas LGBTTTIQ.

Mi propuesta de intervención va dirigida a conformar un colectivo en la parte noreste de Guanajuato (que comprende los municipios de San Luis de la Paz, San José Iturbide, Doctor Mora, Victoria, Tierra Blanca, Santa Catarina, Xichú y Atarjea) que dé voz a la comunidad LGBTTTIQ originaria de esta zona olvidada y donde el conservadurismo, el machismo y todas las fobias relativas a las orientaciones erótico afectivas aún persisten.

Es un proyecto ambicioso, tal vez pesado y con un camino largo por recorrer, pero creo que es momento de dejar a un lado el miedo.

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