Frankl Y Laing
Enviado por rasp17 • 9 de Abril de 2014 • 1.626 Palabras (7 Páginas) • 512 Visitas
Introducción
Los seres humanos presumimos de tener la respuesta a casi todas las incógnitas que pudiesen surgir, creemos tener todas las respuestas, y si no la tenemos en el momento buscamos el significado de aquello que deseamos comprender, el hombre investiga, piensa, intuye, elabora métodos, es un ser muy capaz, es capaz de darle sentido y significado a cualquier cosa. Pero, ¿qué es el sentido? De una manera general, para los motivos de este debate, hablamos de sentido como la razón de ser, la finalidad o lógica que tiene una cosa; puede comprenderse también como la manera particular que tiene una persona de entender o interpretar una cosa; es cada una de las dos formas opuestas de recorrer una línea o un camino.
Es tan importante para nosotros encontrarle significado a lo complejo, a lo externo, a las fuerzas que rigen el universo, hemos de adentrar en las mentes más brillantes que han habitado este mundo, tratamos de seguir los pasos de hombres y mujeres excepcionales, es un ideal muy frecuente seguir sus tipos de vida. Pero hablando de vida, ¿qué hay de la nuestra? En la generalidad pocas veces volteamos la vista y nuestro intelecto a revisar qué pasa con la vida de la que gozamos, pero, ¿y si no la gozamos? ¿Qué pasa con la vida propia? ¿De qué manera particular interpretamos o recorremos el camino de nuestra existencia? Es curioso ver que al ser humano a veces le es difícil encontrarle sentido a las cosas más importantes, que curiosamente suelen ser menos lógicas, metodológicas, lineales y meramente científicas.
Revisándolo desde esta perspectiva personal, en la que cada individuo da significados, sentidos e hipótesis a su realidad dependiendo de su percepción e ideas propias, invitamos a los psiquiatras europeos Viktor Frankl y Ronald Laing a contestar cada quien desde su punto de vista una pregunta que creemos desde tiempos inmemorables se ha hecho el ser pensante, una de la minoría de interrogantes que a los seres humanos se nos dificulta contestar dada su complejidad y variedad de percepciones, ambientes, situaciones, culturas de la que está llena la existencia. La pregunta es: ¿Tiene sentido la vida?
¿Tiene sentido la vida?
Laing: De entrada es necesario entender qué es la identidad, puesto que conocer nuestra identidad facilita la tarea de encontrar seguridad y concebir la vida con sentido. La identidad es el sentido que un individuo da a sus actos, percepciones, motivos e intenciones, es aquello por lo que uno siente que es el mismo, en este lugar y este tiempo, tal como en aquel tiempo y en aquel lugar pasados futuros; es aquello por lo cual se es identificado (Laing, 1961). Cuando un hombre puede poseer el sentido de su presencia en el mundo como o un real vivo y, en un sentido temporal como una persona continua, se considera a este individuo como una persona con seguridad ontológica. Es más probable que un hombre le encuentre sentido a su vida cuando es seguro dentro de ella; la persona en lo fundamental, ontológicamente segura saldrá al encuentro de todos los seres, social, ética, espiritual y biológica desde un sentido centralmente firme de su propia realidad y identidad, hace como de las demás personas (Laing, 1975).
Frankl: sobre lo que dice usted acerca del significado de la identidad, permítame exponerle esta breve explicación: a diferencia de otros animales, al hombre no le dictan sus impulsos e instintos aquello que ha de hacer y, a diferencia del hombre de épocas pasadas, tampoco le prescriben las tradiciones y los valores tradicionales aquello que deben hacer. Ahora, al faltarle estas directrices, no sabe en ocasiones qué es lo que desea hacer. ¿Cuál es el resultado? O bien hace lo mismo que los demás, o bien hace lo que otros quieren que haga.
Laing: A diferencia de usted, considero que esa dicotomía de la cual iba a comenzar a hablar, es mejor representada por mi teoría, la cual consta de tres elementos distintos. Es preciso explicar la existencia parcial del ser humano, es decir, las tres formas de angustia: engullimiento, implosión y despersonalización.
Frank: La gente vive hoy en un vacío existencial. Por mi parte, quisiera expresarle a profundidad el resultado del vacío existencial. Este se manifiesta en el aburrimiento, sin embargo no es lo único que refleja el vacío existencial, pues también prueba de esta falta de sentido es el conformismo (el hacer lo mismo que los demás) y el totalitarismo (hacer lo que otros quieren que haga) (Frankl, 1975).
Laing: Me gustaría mucho que considerara su teoría después de prestar atención a la mía. Bien, comenzaré hablando del engullimiento o el sentimiento de ser tragado. En esta forma, el individuo teme la relación, en cuanto tal, con alguien o con algo y aun, en verdad, consigo mismo, porque su incertidumbre acerca de la estabilidad de su autonomía lo deja expuesto al peligro de que en cualquier relación pierda su autonomía y su identidad. La maniobra principal
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