Freud y la interpretación de sueños

Freud y la interpretación de sueños

Desde tiempos antiguos los sueños han provocado curiosidad y extrañeza en la gente, dada la naturaleza irracional e incoherencia de su contenido, además de lo fantástico y de la inverosimilitud de los mismos. Después de muchas especulaciones para explicar el por qué y el contenido de los sueños, fue hasta fines del siglo XIX cuando Freud logró sentar las bases del estudio científico de este fenómeno dentro del marco de sus investigaciones sobre “el inconsciente” y el origen “psíquico” de algunos síntomas corporales (histerias). A partir del análisis de sus propios sueños y de aquellos que le eran narrados por sus pacientes,  consideró que los sueños eran una vía para comprender el “inconsciente”, donde se encontraban los sentimientos reprimidos, autocensurados por ser considerados como inmorales por el mismo sujeto.

¿Qué son los sueños para Freud?

Freud consideraba que los sueños eran una expresión disfrazada o disimulada de deseos sexuales o agresivos que eran intolerables para el yo o autoimagen de la persona, sometida a determinados valores morales, socialmente aceptables. Mientras que en el estado de vigilia la conciencia lograba apartar de sí todos esos deseos escondidos, la relajación y el trance del sueño (como en la caso de la hipnosis) permitía que dichos deseos se manifestaran sutilmente a través de símbolos indirectos, dado que si esos deseos se expresaran crudamente durante el sueño generarían conflicto en el soñante y despertaría sin que se hubiera logrado la liberación de energía psíquica que los sueños –según Freud- permiten, contribuyendo así a disminuir un poco los estados neuróticos sin lograr aliviarlos, mientras dichos deseos no se hicieran plenamente conscientes.

Freud consideraba que los sueños siempre expresaban deseos inconscientes, a pesar de que se tratara de pesadillas o de eventos totalmente contrapuestos al posible deseo consciente del soñante, por ejemplo, cuando se sueña la muerte de un familiar o un evento contrario al que se desearía conscientemente. Mediante una vocación hermenéutica inigualable, con una formación cultural importante y por la propia experiencia clínica lograda a través de años, Freud lograba encontrar cómo detrás de esas pesadillas se encontraban deseos a veces expresados en forma reactiva (al revés de lo deseado) para evadir la autocensura moral.

¿Por qué es importante la interpretación de los sueños en el psicoanálisis?

El propio Freud criticó su hipótesis de que revelar el contenido del inconsciente a un paciente, una vez que éste lo aceptaba, era suficiente para aliviar sus problemas psicológicos. La interpretación de los sueños pretende ayudar a los pacientes a comprender el trasfondo de sus problemas cotidianos como una vía para superarlos. Sin embargo, Freud se encontró con la resistencia y muchas veces la desconfianza hacia esa hipótesis, por lo que consideró que la interpretación de los sueños debe ser realizada en conjunto con la asociación libre para contribuir a que el paciente poco a poco vaya descubriendo por sí mismo, con la ayuda del psicoanalista, los aspectos de su inconsciente, evitando hacerlo de  manera brusca cuando aún no está preparado.

Estímulos y fuentes de los sueños

 Entre los aspectos que motivan el contenido de los sueños se pueden identificar los siguientes:

1. Estimulaciones sensoriales externas, tales como ruidos, música, el piquete de un animal, el roce de un objeto, ect. No obstante, el estímulo no aparece en el sueño en su forma real sino que es substituido por una representación simbólica particular.
2. Estimulaciones sensoriales internas. Estas se refieren a sensaciones subjetivas, visuales o auditivas, tales como las sombras o manchas que se forman en la retina cuando tenemos los ojos cerrados y los cambios de iluminación que los impresionan, o los zumbidos de los oídos
3. Estimulaciones somáticas (orgánicas) internas. Se ha observado que personas que padecen dolencias internas en el hígado, el pulmón ,el corazón, etc., tienen sueños relacionados con las estimulaciones que di8chos problemas les producen.
4. Estimulaciones de la vida cotidiana. La gente sueña también con aquellas situaciones de las que se ha ocupado durante el día y le interesan en su vida despierta.

Si bien la mayoría de los sueños se inspiran sobre diferentes sucesos del día o de días anteriores, pueden relacionarse frecuentemente con situaciones o experiencias de la infancia o de etapas anteriores de la vida simbolizadas de una manera muy especial.      Ningún rasgo de un sueño es “gratuito”. Cada escena y cada vinculación de escenas simboliza el proceso más libre y auténtico de las emociones individuales. Por ello, los sueños son un elemento importante para comprender las emociones más profundas y más sutiles de una persona. Sin embargo, su desciframiento es complejo y arriesgado.

Clasificación de los sueños

Tomando en cuenta lo claro o confuso de su contenido los sueños pueden clasificarse de la  siguiente manera:

1. Sueños que poseen sentido y a la vez son comprensibles. Estos son característicos de los niños, aunque también se presentan en los adultos, y no acusan extrañeza alguna ya que en ellos la satisfacción de los deseos se muestra claramente.
2. Sueños que poseen coherencia y sentido claro pero causa extrañeza ya que no sabemos cómo se incluye este sentido en nuestra vida
3. Sueños que carecen de sentido y comprensibilidad. Estos aparecen incoherentes, embrollados y faltos de sentido, por lo que se nos hace imposible comprenderlos y relacionarlos con nuestras experiencias y nuestros afectos. Este tipo de sueño constituyen representaciones simbólicas de proceso emocionales complejos.

La deformación en la expresión de los deseos reprimidos, a través de símbolos indirectos, según Freud se debe a la censura moral inconsciente, a la cual el sujeto somete todas y cada una de las ideas que pasan por su mente, dejando aflorar libremente las que no producen  malestar o remordimiento a la persona y suprimiendo o deformando las que sí lo hacen. En ocasiones estas ideas reprimidas pueden manifestarse sin ninguna deformación, por lo que pueden clasificarse los sueños de la siguiente manera:

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