Freud ya decía, que ante la vivencia de desamparo, la ayuda y protección son buscadas y reencontradas por medio de la proyección común sobre las creaciones colectivas.

Apuntalamiento psíquico:

El concepto de apuntalamiento del psiquismo amplía la comprensión vincular del proceso de formación del psiquismo y abre nuevas perspectivas para el análisis de distintos fenómenos grupales y clínicos. Concepto indispensable para comprender, también, la situación de crisis. La ruptura con un grupo de pertenencia puede llegar a afectar los núcleos más básicos de la identidad personal.

Freud ya decía, que ante la vivencia de desamparo, la ayuda y protección son buscadas y reencontradas por medio de la proyección común sobre las creaciones colectivas.

Kaes, en primer momento utilizo la palabra apoyo para luego sustituirla por apuntalamiento.

Tres significaciones del apuntalamiento remarcadas por Freud y retomadas por Kaes:

Apoyo: Se relaciona con el sostén, uno de los miembros soporta al otro. Inscripción de lo físico, abrazar por ejemplo.

Modelo: en relación entre las estructuras apoyantes, el psiquismo se va modelizando, interviene el proceso identificatorio. El sostén ya deja de ser solo de sostén, ahora sirve también de modelo.

Entreapertura o requicio: Indica el límite y la continencia entre lo que apoya y lo apoyado. Implica la idea de que los elementos en apoyo están a la vez separados y abiertos sobre una de sus fases, es decir, conservan cada uno su subjetividad y hay un reconocimiento de las partes.

El concepto de apuntalamiento pone el acento en lo que amenaza con caerse, y reclama una consolidación, un refuerzo. Parte de considerar la importancia de la existencia de una red de solidaridades que sostienen el funcionamiento del psiquismo.

La cualidad del apuntalamiento es definida por Kaes, como una apoyatura en doble apoyo, depende de la existencia del espacio intermediario de apoyo que es la base del “contrato de apoyatura”. Este contrato implica reciprocidad en el placer y en el beneficio del doble apoyo. El doble apoyo se produce a través de la complementariedad o el antagonismo.

En cada apuntalamiento aparecen siempre los tres componentes del apuntalamiento: apoyo sobre una red originante, modelización y transcripción. Esta última aparece frente a los movimientos de ruptura crítica.

El apuntalamiento en sí mismo se pone en evidencia en situaciones de crisis, ya que este consiste en la resolución de las mismas. La situación de crisis implica una perdida, una falta, una ruptura en relación a los apoyos con que cuenta el psiquismo. Esta situación coloca al psiquismo ante una vivencia de desamparo.

En lo que hace al apuntalamiento del psiquismo, la elaboración de una crisis puede seguir tres caminos:

1. Sutura o reducción del espacio transicional: Poder buscar otros apoyos para atravesar la crisis.
2. La existencia de un espacio vacío: esto significa una distancia exagerada en el sistema de solidaridades reciprocas.
3. La creación de un espacio transicional, espacio de la creatividad, en el que se produce los procesos de transcripción.

Kaes propone que no es posible resolver ciertas crisis a nivel solo personal, sin establecer las condiciones de un trabajo psíquico a nivel del grupo. De esta manera, el grupo es utilizado como recurso durante la crisis, en las que se produce una ruptura en la continuidad de las relaciones psicosociales, es también un instrumento privilegiado para el trabajo terapéutico en estas situaciones.

El grupo permite una experiencia de reapuntalamiento de que aquello que no llego a constituirse como realidad psíquica. “El grupo es investido con esta capacidad de albergue psíquico, con la función de ser esta psique o de hospitalizar sus partes enfermas, donde se pueda formar lo que no se ha constituido: el lugar donde las palabras que no fueron dichas, las prohibiciones que no fueron promulgadas se puedan enunciar y puedan abrir su camino. La eficacia del proceso de grupo es función de su capacidad de contener y de trasformar los objetos internos, de su aptitud para crearlos y para constituir los eslabones no advenidos del psiquismo.

El grupo funciona como un aparato protésico en las situaciones de crisis y desapuntalamiento.

Es necesario que exista algo entreabierto entre dos sistemas heterogéneos: eso asegura las condiciones para una metabolización de lo heterogéneo. Este proceso de transcripción se define como una actividad de representación, que permite que un elemento extraño al psiquismo, a través de un proceso de metabolización, sea incorporado como elemento homogéneo en el plano intrapsiquico.

La problemática del apuntalamiento está vinculada a la relación entre el grupo interno con el grupo externo que es la formación psíquica intermediaria construida por los miembros del grupo, a la cual denominamos aparato psíquico grupal.

Kaes realiza una nueva propuesta a partir de un análisis del concepto de apuntalamiento en Freud. A partir del concepto de apoyo de la pulsión sexual sobre las funciones corporales necesarias para la vida, en un pasaje que se construye permanentemente entre lo biológico y psíquico, abre un camino para la comprensión de la incidencia del vínculo, del grupo y de la cultura en la estructuración del inconsciente y del conjunto del aparato psíquico.

Una vez instaurada la pulsión a partir de la presencia ausencia con la madre, el objeto sexual, él bebe se va encontrar sostenido por la función materna. Primer sostén que va a determinar la modalidad del vínculo del sujeto. Si los apuntalamientos primeros han sido insuficientes o inadecuados, es decir, si ha habido una falla en ellos, se dificulta el proceso de transcripción que permite el funcionamiento autónomo del yo.

El grupo como objeto teórico:

Propone diferenciar al grupo en cuanto hecho de la experiencia, de las nociones y conceptos que a los mismos se refieren.

El grupo como hecho se refiere a la existencia del grupo como situación real. Vivimos en los grupos sin tomar conciencia de las leyes que determinan su funcionamiento interno.

A partir de la experiencia concreta en estos grupos se va produciendo un cierto nivel de conciencia, una concepción ideológica acerca de los que es un grupo.

Tenemos por un lado al grupo real, el hecho concreto con sus propias leyes de funcionamiento, y por otro la representación –fantasía consciente y/o inconsciente- y la noción –ideológica- respecto del grupo en el cual estamos inmersos.

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