Genie, La Niña Salvaje

INTRODUCCIÓN:

La infancia es la etapa más significativa en la vida de cualquier ser humano. Es durante esta etapa en donde se forman nuestros más firmes cimientos para ser quienes seremos durante el resto de nuestra vida. En la infancia se establecen vínculos afectivos y relaciones primarias. La principal relación es la que establecemos con la familia. La familia es el primer círculo del cual nos sentimos parte, es con nuestros seres queridos con los que iniciamos a identificar a una persona que nos quiere y hace cosas para nuestro bienestar, pero no sólo eso, también representa nuestra iniciación al habla de nuestro lenguaje. Al escuchar y al convivir diariamente con personas que hablan nuestra misma lengua, es más sencillo ir desarrollándola con más fluidez. Tal como lo indica la teoría del período crítico. Sabemos que dicha teoría plantea que cualquier ser humano puede tener la capacidad del aprendizaje de su lengua hasta antes de los 2 años, si llegados los 2 años, el infante no ha tenido oportunidad de desarrollar sus habilidades lingüísticas, entonces no tendrá posibilidad de hacerlo después de esta edad.

El círculo de la familia es el más importante durante la niñez. Es con nuestros seres más cercanos –o sea la familia- con quienes adquirimos un sentido de pertenencia, ya que somos queridos y aceptados de la forma que seamos. Pero, ¿Qué sucede si la función de padres, madres y hermanos no fueran favorables en la construcción de la infancia de un niño en la familia? Pues es exactamente eso lo que le sucedió a Genie, una niña que fue encontrada en Los Ángeles USA en la década de los setenta. A continuación se tomará un desarrollo del caso de Genie para saber más a fondo la situación por la que pasó y los hechos psicológicos de gran importancia que fueron involucrados en esta historia.

DESARROLLO:

Es la década de los setenta y servicios infantiles de la ciudad de Los Ángeles reporta un caso de negligencia doméstica hacia un menor. Este es el primer panorama y los primeros datos con los que se inicia el caso de Genie, que posteriormente sería conocida como La niña salvaje. Desde el momento de su nacimiento Genie sufrió terribles negligencias y abusos por parte de su propio padre. A la edad de un año todo lo que ella tenía era un cuarto con paredes desnudas, una pequeña silla “entrenadora” (para hacer necesidades), y una cuna o jaula creada con madera y alambres. Ella vivió aislada hasta la edad de 13 años cuando ella fue rescatada de su confinamiento. Ella no convivía ni conocía a nadie más que a su padre, quien la golpeaba si ella emitía algún sonido, la alimentaban con comida de bebé, purés y otros alimentos precarios para la edad de una niña adolescente. Genie pasaba la mayor parte de su día atada a la silla, vivía prácticamente como un animal, con periódicos y en un lugar solo. Debido a esto y Genie no pudo desarrollar su capacidad del habla, si bien Genie ya había superado la edad del período crítico, esto empeoró a causa de los golpes propinados por su padre. Cada que ella emitía cualquier sonido su padre entraba y la callaba a gritos y a golpes, de esta manera Genie aprendió que si mantenía su boca cerrada y sin hablar, entonces no sería golpeada. Ella solo emitía algunos sonidos de un bebé y se mostraba nerviosa pero a su vez interesada en las cosas que sucedían a su alrededor. Además de estas repercusiones psicológicas, la niña también tenía problema en su capacidad motriz. Genie caminaba de una manera inclinada y con sus brazos adelante doblados pegados a su cuerpo, esto por causa de permanecer sentada en una silla la mayor parte de su vida hasta los 13 años. Debido a su deficiencia del habla, era obvio que sería muy difícil establecer relaciones y era muy interesante y atrayente para los científicos descubrir que sería de esas niña, si ella sería capaz de lograr en algún momento desenvolverse y llevar una viva normal como cualquier otra persona.

Genie parecía un caso muy prometedor para la comunidad científica y como era de esperarse, de inmediato causó gran interés en expertos psicólogos, terapeutas, expertos en lingüística y una infinidad de personas que querían estudiar y ser parte del caso de La niña salvaje. Genie inició sus terapias con psicólogos y personas que estaban interesadas en indagar en su mente, en indagar y descubrir que pasaba con una niña de 13 años que no era capaz de comunicar sus pensamientos, pero que además no presentaba la actitud y mentalidad de una niña de 13 años.

De inmediato se iniciaron con

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