Hacer De Una Escuela

HACER DE UNA ESCUELA, UNA BUENA ESCUELA

Evaluación y mejora de la gestión escolarpp. 09-33

Autor: Claudia Romero

La autora en este libro aborda la gestión escolar en instituciones educativas desde un enfoque teórico y práctico.La gestión escolar y el trabajo del director ha sido definido como <<hacer que las cosas sucedan>> (Blejmar, 2005). La gestión organiza el marco para el quehacer escolar y se visualiza en los modos de decidir las cosas u en el tipo de decisiones que se toman, el tiempo y espacio, conformación de los grupos, normas y sanciones, tratamiento de los conflictos, intercambios comunicacionales, los planes y administración de los recursos, etc. es decir la gestión despliega la posibilidad, de lo por venir, al transformar lo dado en nuevos posibles.

Hablar de mejorar la gestión escolar, es una invitación a recuperar aquellos valores y prácticas que en el pasado hicieron de la escuela un instrumento poderoso para construir la ciudadanía. Nuestro sistema educativo enfrenta algunos problemas y los más importantes son la desigualdad y la falta de calidad; al mismo tiempo la gestión educativa también tiene que enfrentar algunos desafíos importantes: el desafío de la democratización: donde el desafío es incluir la diferencia para excluir la desigualdad; la escuela debe pasar de homogénea que excluye la diferencia a una comunidad democrática de aprendizaje asentada en la diversidad, la singularidad, la irregularidad; pasar de la cultura de la enseñanza a la cultura del aprendizaje, reconociendo la incertidumbre de lo no sabido e instalado la enseñanza como proyecto y pasar de las estructuras burocráticas y fragmentadas a estructuras abiertas, flexibles y en red.

Y por otra parte está el desafío de la transformación: supone operar en las profundidades transformando los sentidos y las practicas arraigadas, pretende convertir los rituales y cierto sentido común en problemas para la reflexión; pasar de la gestión escolar basada en la norma y el control a la gestión integrada e interactiva basada en la generación del conocimiento; e ir de la competencia desaprovechada y la competencia ignorada –generada por las condiciones de aislamiento y soledad en las que se desarrolla la tarea docente- a la conformación de auténticos equipos de trabajo.

La palabra mejora admite una realidad sencilla y fácil de comprender, porque denota un hacer a partir de lo que existe y recoge la idea de que a transformación no se produce de la nada, sino que implica preguntarse qué se quiere cambiar y porqué, y qué se quiere conservar y por qué; la sabiduría consiste en saber definir qué vamos a cambiar y que vamos a conservar, porque la mejora no trabaja por demolición sino mediante procesos de construcción de lo existente. El movimiento de las escuelas eficaces se ha preocupado por identificar y analizar las características de las escuelas con buen rendimiento, aun en contextos desfavorables; algunos factores claves que explican dicha eficacia son: estas escuelas utilizan el premio y el apoyo en lugar del castigo; dan más responsabilidad y participación al alumno; los docentes preparan las clases y en el aula logran un ambiente ordenado; ponen la atención en el desarrollo académico de los alumnos. Por otra parte se encuentran las características de las escuelas ineficaces que son: falta de visión, ausencia de liderazgo, relación disfuncionales y prácticas de clases ineficaces. Para finalizar con este punto podemos concluir que las escuelas eficaces hacen que: todos los alumnos pueden aprender en condiciones adecuadas, la escuela es responsable del aprendizaje de los alumnos, la calidad es equidad y la escuela es una comunidad.

Para hablar de la mejora

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