Hacia una infancia libre
Enviado por macerand • 25 de Febrero de 2016 • Ensayo • 2.902 Palabras (12 Páginas) • 250 Visitas
“HACIA UNA INFANCIA LIBRE”
Inma Serrano y Jordi Martinez. (1)
“Deja que los niños mismos decidan su propio futuro.
Nuestra tarea es hacerles capaces para decidir ellos mismos y no destruir sus poderes naturales para actuar asi”
(W. Reich, Los niños del futuro, 1950)
Ya hace más de cuarenta años, el médico e investigador W. Reich reconocía esa apabullante situación del mundo infantil, ese olvido crónico y deplorable que viven niños y niñas en nuestra cultura, generación tras generación... "No existen –decía leyes sociales que protejan del impacto nocivo que, sobre organismos plásticos y flexibles, pueden ejercer una madre y un padre perturbados emocionalmente" (Asesinato de Cristo). Como postreichianos, ese análisis y crítica social constituyen el punto de arranque y nuestra referencia permanente al situarnos y trabajar en un encuadre pedagógico, profiláctico y preventivo.
En la base de todo -decía- encontramos el "miedo", un miedo atroz a la vida y al encuentro con ese animal que llevamos dentro; y en la escapada, en la huida, todo queda convertido en destructividad, en rabia contenida hacia cualquier manifestación vital. ¡Y como no!, los niños/as son los seres más rebosantes de energía y vitalidad y también los más indefensos.
"No existen niños problema, sino padres problema" decía Neill, maestro escocés, fundador en 1921 de la escuela: Sumerhill, que durante 50 años trabajó y defendió el funcionamiento de la libertad y el respeto por el desarrollo natural del niño.
W.Reich y A.S. Neill mantuvieron un importante intercambio profesional humano que les sirvió para asentar los principios de la "economía sexual" en ámbitos infantiles y juveniles. Reich basándose en los estudios del antropólogo Malinowsky, en su propia experiencia clínica y personal y en sus intercambios con Neill,
1) Profesora y coordinadora del Club Infantil ELS DONYETS. Terapeuta de la escuela Española de Terapia Reichiana (ES.T.E.R.) y coordinador del Club Infantil ELS DONYETS
Centró su atención en la prevención de la neurosis y de la destructividad del hombre, siendo consciente de la importancia del trabajo en la primera infancia, poniendo la bases para ello. Neill desarrolló una importante tarea educativa, que le permitió propagar los principios, de libertad y su funcionamiento en los niños y jóvenes.
Desde O. Raknes, la teoría de la "economía sexual", de la "Autorregulación", ha sido retomada y desarrollada en diferentes ámbitos europeos y americanos postreichianos, de entre ellos la Escuela Española de Terapia Reichiana. Se han desarrollado actividades de investigación desde lo intrauterino hasta la adolescencia, tratando de llevar a cabo una aplicación práctica de los principios de la Orgonomía y de la Vegetoterapia al campo de la Prevención Infantil a cargo de Maite Pinuaga y de Xavier Serrano; y se ha observado la necesidad de crear esos centros de Autorregulación Infantil donde llevar a cabo una labor globalizada de profilaxis que comenzará, como dice Serrano "desde el primer momento en que dos personas deciden tener un hijo".
CENTRE DE PREVENCIÓ I PSICOTERAPIA INFANTIL "Els Donyets"
Siguiendo estas líneas de pensamiento y de acción, un grupo de profesionales de el campo de la psicología y la educación nos hemos planteado la necesidad de crear espacios reales "de" y "para" los niños, donde puedan vivir libremente y lo más cerca posible del paradigma de salud y autorregulación.
Surge así el Club Infantil "Els Donyets", y desde hace cuatro años viene posibilitando un lugar de encuentro y convivencia para niños y niñas. El Club es una "institución educativa libre"; no depende de entidad pública o privada alguna en el desarrollo de un curriculum y un programa prefijado, lo cual ofrece un gran mar-gen de autonomía en el planteamiento pedagógico; de otro lado, se basa en un clima de juego y espontaneidad, donde el niño se siente aceptado y comprendido tal como es, pudiendo vivir sin censuras el afloro de sus emociones, sentimientos y necesidades más profundas.
El trabajo comenzó con un grupo de niños de edades comprendidas entre los tres y los seis años, niños que en la actualidad (1998) tienen entre seis y diez. El tiempo que se estipuló para los encuentros fue una sesión semanal en horario extra escolar de 17 a 20 horas y un fin de semana al mes realizando excursiones. Las actividades que se realizan en cada sesión son libres y surgen del propio interés; no existe obligación alguna de hacer aquello que no se quiere, por lo, que utilizan su tiempo y su espacio de la manera que más les apetece, bien pintando, bien luchando, aprendiendo una canción o los meses del año, descansando, etc. Nosotros, educado-res que estamos allí, somos un mero referente del mundo adulto. Proponemos estímulos que creemos útiles para la dinámica del grupo o de alguien en concreto, pero nunca se sienten obligados a participar en ellas... Dejar dos cubos llenos de harina da lugar a todo tipo de situaciones, desde amasar hasta llenarse el cuerpo con ella e interactuar con los demás, tres botes de pintura de dedos crean fantásticas pinturas y unos cuerpos decorados que nada envidian a los indios en sus mejores ceremonias; la recogida de hojas secas nos sirve para estudiar la naturaleza, dos cajas sirven de cabañas o para dar patadas descargando energía acumulada...
Mientras tanto, el espacio se convierte en un tiempo para relajarse, reencontrarse, descargar los elementos nocivos acumulados; hay que dejar expresar la queja, el malestar, la rabia acumulada por medio de la acción, con el juego, con el estar "ahí" muy pendiente, porque lo que les ocurre a veces no lo entienden racionalmente, pero sí lo manifiestan con sus gestos, sus caras, su forma de tratar el material; después, en otro momento, habrá que facilitar el entendimiento psíquico de esas situaciones tan cotidianas de la escuela, la calle, aquel vecino impertinente o agobiante,... de modo que vislumbren el "sin sentido" de comportamientos o actitudes que están constantemente interfiriendo sus ganas de vivir y expresarse, pues de lo contrario, sienten y perciben cosas pero no hay forma de integrarlas, de atribuir las a algo o a alguien. Luego, se entra en una etapa más constructiva, de encauza-miento de una dinámica positiva no exenta de conflictos-, de empalizar con el otro, de estar relajados, de comunicarse,... Este es el esquema, a grosso modo, del funcionamiento de las sesiones de club.
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