Hermann Rorschach

Hermann Rorschach

En 1911, se mete de lleno en el psicoanálisis, corriente psicológica y psiquiátrica que en los comienzos del siglo XX gozaba de una popularidad tremenda. En consecuencia, se inscribe en la clínica universitaria de Zurich, “La Burghölzli”, que estaba dirigida en aquel entonces por Eugen Bleuler. Freud fue su principal influencia en este tiempo, tal y como era de esperar, dada la repercusión de su figura. Al mismo tiempo, ya trabajaba de lleno en la técnica de la asociación verbal, por lo que comenzó a dar mayor relevancia a cuestiones como la interpretación y el psicodiagnóstico, término que él mismo inventó. Para desarrollarlo, se basaba en trabajos artísticos realizados por neuróticos y psicóticos acerca del grado de habilidad que tenían a la hora de pintar de forma habitual.

Entró a trabajar en un hospital de Suiza, y fue entonces cuando se adentró en el mundo de la psicopatología de la religión. En 1917 un colega de profesión publica su tesis doctoral sobre una prueba de manchas que él mismo había ideado. Como reacción, nuestro protagonista vuelve a esta técnica ya utilizada. En consecuencia, emplea 40 tarjetas, aunque realmente eran 15 las usadas con una mayor frecuencia. 305 personas fueron utilizadas como sujetos cuestionados. La pregunta, una y directa: "¿Qué podría ser esto?" decía cuando les mostraba la tarjeta.

117 neuróticos y 118 psicóticos recibieron este peculiar interrogatorio. Las respuestas provocaban que para fuera más sencillo distinguir entre unos y otros con base a las habilidades perceptuales, inteligencia y características emocionales. El suizo sostenía que esta prueba en cuestión funcionaba como espejo donde la mancha constituye un estímulo óptico que, en su función, activa imágenes que son proyectadas de vuelta a las manchas. De esta forma, los observadores consideran de manera más profunda rasgos de personalidad e impulsos en la persona que realiza la prueba. Los resultados obtenidos fueron rechazados por seis editores porque consideraban que 15 tarjetas eran muchas. Las redujo a 10 y en 1921 llegó a la imprenta su libro.

Así, los observadores son capaces de entrever de manera más profunda rasgos de personalidad e impulsos en la persona que realiza la prueba. Varios colegas de Hermann Rorschach lo alentaron a publicar estos resultados. El manuscrito que contiene la versión original de las pruebas consiste en 15 tarjetas, pero seis editores las rechazaron, de tal manera que tuvo que reducir el número de tarjetas a diez. Hermann Rorschach fue el creador de una prueba que en realdiad es un método proyectivo. En el mismo, el sujeto tiene que describir lo que ve en las diez láminas, siendo algunas de ellas son en blanco y negro y otras en color. Cuando responde, lo que ve es calificado con base a la información que da el propio paciente, teniendo en cuenta aspectos como la forma, el color o el contenido.

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