Hipnoterapia
Enviado por rogelionole • 10 de Diciembre de 2013 • 2.471 Palabras (10 Páginas) • 326 Visitas
HIPNOTERAPIA
Origen e Historia de la terapia regresiva
Como decimos ésta no técnica no es ni mucho menos nueva, de hecho los griegos ya utilizaban los estados alterados de conciencia como terapia, sin embargo no fue sino hasta los años 80 cuando en USA comenzaron algunos investigadores a experimentar con estos estados en forma de terapia y así se estableció como tal.
En la obra Psicoanálisis: la herida narcisista, de León Chertok e Isabelle Stenger, se aborda con delicadeza extraordinaria los errores clásicos de Freud y los psicoanalistas con respecto a la hipnosis provocado fundamentalmente por una ignorancia muy grande en cuanto a la profundidad de los métodos y resortes del hipnotismo, lo cual les llevó a realizar interpretaciones erróneas que el narcisismo propio de su teoría no les permitió ver, sobre todo lo valioso de este procedimiento como sistema; y aunque llegaron a establecer la teoría dinámica del análisis psicológico, donde hicieron muchos e importantes aportes que todavía mantienen una indiscutible vigencia, no es posible dejar de atribuirle ese yerro histórico que no empaña su trascendencia humana y científica, reconocida por varias generaciones.
IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LA ESCUELA DE HIPNOSIS DE PARÍS.
Charcot fue, sin duda, una figura paradójica. Era un magnífico neurólogo y dedicó la mayor parte de sus estudios e investigaciones a la solución de un problema de gran significación: la histeria postraumática y su etiología física. Consideraba que las contradicciones que aparecían eran atribuibles a la experiencia mental del accidente y no precisamente al impacto físico del sistema nervioso.
El prestigio científico que poseía mantuvo el interés por el hipnotismo al mismo tiempo que formó discípulos que contribuyeron grandemente al desarrollo científico de la hipnosis.
Pero no es menos cierto que hacer de dicha técnica sinónimo de una entidad nosológica creó un ambiente de oposición a la utilización de la hipnosis. Los pacientes se negaban a ser hipnotizados para evitar que les pusieran la etiqueta de histéricos, y muchos médicos tampoco utilizaban la hipnosis para evitar que sus pacientes se sintieran diagnosticados como tales. Es decir, que la semejanza que estableció la Escuela de París, entre hipnosis e histeria, provocó recelo científico en cuanto a la utilización de esa técnica de tratamiento.
Ha sido tan difundida esta conceptualización, que incluso actualmente algunos médicos y profesionales que no tienen una adecuada informción, cuando se les habla de hipnosis se representan automáticamente la similitud con la histeria de la Escuela de la Salpetriére, llegando a considerar que son los histéricos los únicos hipnotizables.
PRIMERA ESCUELA DE HIPNOSIS DE NANCY.
Tuvo su más alto exponente en Hyppolyte Marie Bernheim (1837-1919), fue un eminente profesor de medicina de la Universidad de Nancy, en Estrasburgo, Francia, el cual acudió personalmente a verificar la curación que según Liébeault se había producido en un paciente.
Hyppolyte M. Bernheim se mostró muy interesado por el caso y comenzó rápidamente a trabajar con la hipnosis, formando la llamada Escuela de Nancy, que fue de vital importancia para el desarrollo científico del uso de la sugestión. Practicó intensamente la hipnosis y concluyó que el sueño natural o provocado no era indispensable para realizar el trance hipnótico, puesto que "toda idea sugerida tiende a convertirse en acto y no existe un estado especial, anormal, artificial o histérico que se pueda calificar de hipnosis; solo hay fenómenos de sugerencias exaltantes que pueden producirse en el sueño natural o provocado"
Si nos detenemos a pensar en las sugerencias exaltantes, nos percatamos de que se refieren a la sugestión de una manera inequívoca. Más adelante precisa: "El sueño exalta la sugestibilidad," y aduce dos razones:
- Porque aumenta la creencia de suprimir el razonamiento.
- Porque incrementa la fuerza ideodinámica por el predominio de facultades de la imaginación.
Éstos eran los elementos básicos que constituían para Berheim el mecanismo de la sugestión; para quien, además, estado hipnótico implicaba sugestión. Estimo que sin llegar a reducir la hipnosis a la sugestión él logró comprobar la función de ésta última en el desarrollo de la primera, como mecanismo a través del cual se produce el sueño hipnótico.
Ya aquí hay una diferencia esencial con Charcot, pues mientras para este la hipnosis era un estado de histeria, para Bernheim representaba un estado de sugestión. De ahí que llegara a decir que sólo en la Salpetriére encasillaban a los sujetos sugestionables como histéricos.
En realidad, Bernheim tenía razón, pues si bien a través del estudio de la histeria y con el empleo de la hipnosis pudieron identificarse ciertas particularidades del proceso histérico, es perfectamente observable y verificable que ésta puede aplicarse a personas normales para inculcarles determinadas características que nada tienen que ver con rasgos patológicos.
EL MÉTODO DE BERNHEIM.
El profesor estrasburgués no utilizaba ningún procedimiento técnico auxiliar; trataba de sugerir verbalmente al paciente que estaba entrando en sueño hipnótico, usando sólo la palabra. Consideraba que parte de lo que se puede hacer con las personas hipnotizadas está supeditado únicamente a la sugestión; es decir, que desde la preparación del paciente hasta los efectos posthipnóticos dependen de la misma.
Estimaba la posibilidad de despertar recuerdos que al parecer estaban completamente borrados en el paciente. Esto demostraba que bajo la hipnosis la conciencia no está abolida, que la persona hipnotizada no obra como un autómata inconsciente, sino que ve, oye y sabe lo que hace.
Su método consistía en poner al paciente sentado o tendido, indicándole como aspecto fundamental un relajamiento de la musculatura estriada y apartar de su espíritu todo temor o pensamiento desagradable. La mirada del hipnotizador se dirigía hacia los ojos del paciente, repitiéndole de manera algo imperativa que poco a poco experimentaría una especie de entorpecimiento que le haría sentir pesados sus párpados, bajo el influjo de la somnolencia, hasta llegar a sentir un deseo irresistible de dormir.
La entrega de Bernheim al estudio y a la investigación le permitió que en un periodo de cuatro años acumulaba 5.000 casos, de los cuales hipnotizó a el 75%. Posteriormente llegó a tener 10 000 casos donde el
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