Historia De La Psicologia
Enviado por sandra.gomez • 6 de Mayo de 2012 • 631 Palabras (3 Páginas) • 300 Visitas
Me (1) parece que los primeros en sacralizar esta dolencia fueron gente como son ahora los magos, purificadores, charlatanes y embaucadores (2), que se dan aires de ser muy piadosos y de saber de más.
No creo yo, sin embargo, que el cuerpo de un hombre sea mancillado por la divinidad; lo más sometido a la muerte, por lo más santo. Por el contrario, incluso si resulta manchado o dañado en algo, es la divinidad quien puede purificarlo o santificarlo, más que mancharlo con impurezas.(10)
Tiene su origen, como sucede también en otras enfermedades, en la familia (11). Pues si de un flemático nace un flemático, y de un bilioso un bilioso, de un tísico un tísico, y de un esplénico un esplénico, ¿qué impide que cuando el padre o la madre tenían la enfermedad también la tenga alguno de los descendientes? Porque el semen proviene de todas las partes del cuerpo, sano de las sanas, y enfermizo de las enfermas. Y otro testimonio de que en nada es más sagrada que las restantes enfermedades es que ataca a los flemáticos por natural constitución, pero no se da en los biliosos (12). Ahora bien, si fuera más divina que las demás, sería preciso que la enfermedad ésta se presentara por igual en todos, y que no discriminará entre el tipo bilioso y el flemático.
(1) He preferido adoptar la numeración en capítulos de Jones, que se diferencia de la de Littré (seguido este autor también por Wilamowitz, y Grensemann) por subdividir en cuatro el primer capítulo de éste. En la numeración de Littré este primer parágrafo, muy amplio, encierra el ataque del autor contra los magos y purificadores, como un prólogo de polémica general, con una clara unidad de composición, subrayada por la frase que clausura el período final. Pero ese capítulo tan extenso resulta demasiado largo en comparación con los demás; la división de Jones es, en este aspecto, más regular y permite una precisión mayor en las citas. (Conviene que el lector recuerde esta doble numeración de los capítulos, ya que es frecuente que las referencias se hagan en una o en otra.)
(2) Sobre los mágoi, kathartaí, agýrtai y alázones, pueden leerse las págs. 40 y sigs. de G. LANATA, Medicina magica e religione popolare in Grecia fino all etá d'Ippocrate, Roma, 1967. Los kathartai trataban de eliminar o purificar la enfermedad, considerada como una «mancha», míasma, mediante sus ritos y conjuros. De algún modo estaban más especializados que los demás «curanderos» mencionados, que tienen en común su condición vagabunda y su ambigua reputación. Falta en esta lista un nombre griego, el del taumaturgo o hechicero: góés.
(10) Sobre la mentalidad popular y las nociones tradicionales de «mancha» o «mancilla» y purificación, y sus relaciones con lo divino, puede verse el excelente libro, de 195 1, de E. R. D0DDS, Los griegos y lo irracional, trad. esp., Madrid, 1960 (reimp. 1980), y los ya
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