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Homosexualidad


Enviado por   •  13 de Junio de 2012  •  4.949 Palabras (20 Páginas)  •  466 Visitas

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Prólogo

La organización mundial de la Salud (OMS.) define a la salud como el estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de afecciones y enfermedades.

Pero según Conrad, el concepto de salud y enfermedad posee dos enfoques diferentes. Desde la concepción positivista, la enfermedad sería concebida como la presencia del morbo en un organismo, el cual impide el buen funcionamiento del mismo. Dicha definición es delimitadora, pues toma como morbo a los órganos que funcionan mal. Vemos en esta definición dos hechos implícitos: la existencia de una norma del buen funcionamiento y el reconocimiento del observador médico de dicho estado.

Desde un punto de vista opuesto se encuentra el enfoque cultural relativista; según el cual una entidad o condición es un morbo o una enfermedad solo si como tal es reconocida y definida por la cultura. Por lo tanto la enfermedad y los morbos son construcciones humanas.

Siguiendo con el enfoque cultural relativista Herzlich y Pierret señalan a la enfermedad como fenómeno social total característico de una época y una sociedad cuya naturaleza es característica de una época y sociedad.

Según esta última teoría, el objetivo del trabajo es corroborarla; y con este fin se seleccionó a la homosexualidad como ejemplo para definirla en cuatro tópicos distintos: la homosexualidad como causa ambiental, como una enfermedad (y en lo tocante a la medicalización y demedicalización), y como consecuencia genética.

Cabe destacar que la homosexualidad en sí es un hecho cultural, y el primer concepto nombrado busca la explicación de esta en un entorno social, el cual afecta la integridad psíquica del individuo, y lo hace considerar la homosexualidad; y la tercera, de una consecuencia genética, busca una ultima instancia biológica metafísica, que paute el comportamiento del individuo.

Este orden responde a la concepción estratigráfica de Geertz; y a sus cuatro capas en la construcción del hombre, tres luego de la cultura que condicionan y sublevan esta ultima.

Introducción

La homosexualidad es una orientación sexual y se define como atracción hacia individuos del mismo sexo.

Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homo (significa igual), lo que sugiere una relación entre personas del mismo, incluido el lesbianismo.

Desde 1973 la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad. Sin embargo, la situación legal y social de la gente que se autodenomina homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de polémicas.

El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny, y el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing popularizó el concepto en 1886. La homosexualidad femenina se llama también lesbianismo. Los adjetivos correspondientes son lésbico(s) y lésbica(s). Este término proviene de la isla de Lesbos en Grecia y de la poetisa Safo, a quien sus poemas apasionados (dedicados a sus amigas) y la vida rodeada de otras mujeres le valió la reputación de homosexual.

La terminación "ismo" se ve a veces como peyorativa, tal como sucede con la palabra "homosexualismo". El sufijo - ismo tiene múltiples definiciones, que van desde "partidario de...", hasta enfermedad, trastorno o patología que había que curar. Por ello, podía entenderse que su uso promovía la idea de que la organización comunitaria de los homosexuales tendía a la promoción de sus conductas, o incluso de que podía tratarse de una deficiencia mental. Al irse apartando la sociedad de la creencia de que la homosexualidad es una enfermedad, se fue imponiendo el término homosexualidad, ya que la terminación -idad sólo implica “calidad de...”. Actualmente, el diccionario de la Real Academia Española sólo recoge esta última, como parte integral necesaria para comprender la biología, psicología, política, genética, historia y variaciones culturales de las identidades y prácticas sexuales de los seres humanos.

Varios estudios han demostrado que la homosexualidad ha existido desde el principio de la humanidad, en todas las razas, en ambos sexos, en cualquier nivel social.

La homosexualidad ha estado presente en las sociedades desde tiempos muy antiguos, y se han encontrado casos de homosexualidad bastante bien documentados desde la más temprana antigüedad.

En la Grecia antigua, por ejemplo, se consideraba normal que un muchacho fuera el amante de un hombre mayor, el cual se ocupaba de la educación política, social, científica y moral del amado. Pero se consideraba más extraño que dos hombres adultos mantuviesen una relación amorosa (aunque no era mal vista la relación entre Aquiles y Patroclo, o las parejas de soldados tebanos y hasta la relación entre Alejandro Magno y Hefestión).

También es destacable que la homosexualidad femenina no estaba bien vista; la máxima griega era, a este respecto, que "la mujer era para la reproducción, pero el hombre para el placer". Ya que el hombre se consideraba un ser más perfecto que la mujer y, por lo tanto, la unión entre dos hombres sería más perfecta.

En la antigua Roma, era frecuente que un hombre penetrara a un esclavo o a un joven, mientras que lo contrario era considerado una desgracia. De Julio César, creador del Imperio, se decía que era "el hombre de todas las mujeres y la mujer de todos los hombres".

Y tanto Marco Antonio como Octavio (este último conocido después como Augusto César) tenían amantes masculinos.

En ambas culturas, antes de marchar a una guerra era común que el ejercito (compuesto solo por hombres) organizara una gran orgía, lo cual tenia una función practica como estrategia de guerra. A saber: los hombres cuidarían mas unos de los otros al amarse (literalmente) estos entres sí.

Cabe destacar que, fuera de este ultimo hecho, era un símbolo de inferioridad respecto a la pareja ser el pasivo en una relación. Nótese que en Grecia el pasivo era un joven en contraste con su pareja, quien poseía un gran conocimiento en diversos temas.

Mientras que en Roma el pasivo era un chico o un esclavo y el activo una persona de buena posición social.

En el antiguo Egipto el rey iba todas las noches a la casa del general y tiraba una piedra, el general descendía una escalera, tras lo que «su Majestad hacía lo que quería», lo que en textos egipcios antiguos es una perífrasis para la actividad

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