Homosexualidad

La homosexualidad ha sido tema de controversia y conflicto desde la Edad media. Los gays y las lesbianas, durante siglos han tenido que reprimir su identidad sexual y ocultarse, por decirlo de alguna manera, frente a los prejuicios de la sociedad. Hoy en día, la tolerancia social y las libertades de las que gozamos, han permitido revertir esta situación y los homosexuales han empezado a mostrar su verdadera identidad. No hace muchos años, se ha empezado a legalizar en varios países el matrimonio entre personas de igual género y a partir de ello, han surgido nuevas controversias. El problema radica en el “enfrentamiento” de las opiniones de ciertas ramas del catolicismo, la sociedad conservadora y hasta las posturas jurídicas que afirman que la aprobación del matrimonio homosexual va en contra la ley natural y jurídica, mientras que, por el otro lado, asociaciones de gays y lesbianas, y una amplia porción de la sociedad lo consideran como un avance de la democracia y en la inclusión social.

Partiendo del supuesto que una sociedad democrática va modificando sus instituciones e incorporando las nuevas realidades a su legislación, los sectores a favor del matrimonio igualitario defienden su postura; en la vereda contraria, Nicolás Lafferriere (Doctor en Ciencias Jurídicas) sostiene que “para la Constitución y los tratados internacionales, el matrimonio es entre varón y mujer, y la ley de matrimonio igualitario altera el régimen filiatorio y vulnera el derecho a la identidad de los niños que crecen en el seno de estas familias”.

También opinan sobre este tema psicólogos especializados en la niñez quienes alegan que la figura de la madre y del padre son necesarios para el correcto desarrollo de los niños, para la conformación de la identidad de los mismos y el debido desenvolvimiento social, a lo que Esteban Paulón responde que “no hay estudios que demuestren que los niños crezcan mejor con un papá y una mamá, sino que lo más importante es tener un hogar con contención, amor, protección y reconocimiento.”

Otro de los argumentos plantea que las parejas gays solo se proponen destruir el matrimonio heterosexual para enfrentarse a la Iglesia Católica, o para convencer a las personas heterosexuales que se vuelvan homosexuales, a lo que Laura Musa alega que “no porque sea legal el matrimonio todos se van a casar, así como por ser legal el divorcio, no todas las parejas se divorcian”.

Para concluir, consideramos esta disputa como una más de las tantas que se necesitaron a lo largo de la historia para lograr grandes cambios sociales y culturales que hoy damos como naturales como el divorcio, el voto femenino o la patria potestad compartida. El hecho de que una resolución de esta índole genere controversias, significa que la ciudadanía en general se siente comprometida con el futuro de la sociedad en la que vive y con la posibilidad de hacerse oír.

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