INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL TRABAJO.
Enviado por osvaldoexcelente • 9 de Junio de 2016 • Ensayo • 1.743 Palabras (7 Páginas) • 421 Visitas
INTRODUCCIÓN.
En el presente documento sírvase encontrar un ensayo de las implicaciones que actualmente tiene la inteligencia emocional en lo laboral, ya que la relación entre ambas es muy estrecha, ya que en el presente ya no es tan indispensable tener un coeficiente intelectual tan brillante para aspirar a un puesto; hoy en día es indispensable para los empleadores que los aspirantes a un nuevo puesto así como los que ya están dentro de la organización, demuestren las emociones de forma profesional y la proyección de las mismas buscando lograr el bienestar común.
También se pueden encontrar algunas maneras en las que podemos aplicar en los diferentes aspectos de la vida, laboralmente hablando nos hace ser personas más reflexivas y menos egoístas, ya que pensamos en el beneficio común, así como el personal; lo que propicia que podamos ponernos en el lugar de la otra persona, siendo la otra persona aquel compañero de la limpieza hasta uno de los principales socios de la organización. “La inteligencia emocional en la empresa es la herramienta que se necesitaba para trabajar con humanidad y eficacia” (Goleman, 2000).
Ahora bien y como último punto se aborda el tema de cómo nos ayuda la inteligencia emocional para tener un efectivo y adecuado liderazgo ya que para ser líderes en las organizaciones no solo se necesita que los empleados muestren un buen dominio de las emociones, Goleman (2000) “aborda tres grandes temas que se relacionan con el trabajo: las capacidades emocionales individuales, las habilidades para trabajar en equipo y la nueva empresa organizada con inteligencia emocional”, sino que el individuo logre balancear las emociones, capacidad para comunicarse de forma efectiva y establecer empatía con los demás miembros del equipo de trabajo y a su vez que en la organización permee un clima basado en la organización de la inteligencia emocional.[pic 1]
DESARROLLO. INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL TRABAJO.
Muchas veces observamos que personas que tienen el mayor éxito en las organizaciones, no siempre poseen más capacidades, ni méritos, mucho menos eficacia real, éstos pueden ser parámetros importantes, pero no suficientes porque lo que en realidad se requiere es la habilidad para saber tratar a las personas convenientemente bien, es a lo que se le llama, Inteligencia Emocional.
Es muy sabido que los micromundos de trabajo son muy complejos porque existen demasiadas rivalidades entre compañeros por existir una frecuente desconexión emocional entre jefes y subordinados, lo que acarrea a un incumplimiento de metas y objetivos al no lograr trabajar con las expectativas y comodidad deseadas.
“Los factores pueden ser infinitos entre los miembros que interactúan para llegar solamente a la improductividad y a la ineficacia de tal entidad laboral, y lo más importante, a la infelicidad de sus componentes. Insatisfacción que se transmite directamente al plano personal y familiar de cada uno de los integrantes” (Sabater, 2015).
Emocionales antes que racionales…
Por lo regular pensamos del modo más lógico y razonal posible, pero en nuestras actuaciones anteponemos nuestras emociones, motivo por el cual vemos cómo los mejores líderes empresariales son aquellos que saben ver, atender y resolver las necesidades de sus empleados, fomentando un buen ambiente de trabajo, y en donde cada individuo se sienta realmente cómodo para aportar ideas, conocimientos, aptitudes con la mejor actitud.
Son algunas aplicaciones de la Inteligencia Emocional tanto en el liderazgo, como para rendir, aprovechar y vivir al máximo la realidad laboral.
Así es como lo señalan los expertos en el tema, que hemos de aprender a gestionar nuestra realidad y nuestras emociones. Las crisis por lo regular nos dejan oportunidades, eso es lo que hay que aprovechar y demostrar lo creativo que somos para encontrar esas nuevas opciones de crecimiento personal y laboral.
La Inteligencia Emocional, es la capacidad de:
- Sentir
- Entender
- Controlar
- Modificar estados anímicos; propios y ajenos, al igual que la capacidad para reconocer y/o percibir, comprender y regular nuestras emociones y las de los demás, en otras palabras, gestionarlos de forma beneficiosa.
Las personas con dominio de I.E., como ya lo mencionamos anteriormente, cuentan con la capacidad para reconocer sus sentimientos y esto les permite expresarlos de forma adecuada, por otro lado, el comprender los sentimientos de las personas que tenemos alrededor o más cerca, nos permite tomarlos en cuenta como tales, como personas y reconocerlas. Esta es la clave para lograr que los colaboradores, compañeros y superiores, hagan su mejor esfuerzo para asistir motivados sin ningún problema.
Lograr sintonizar para manejar adecuadamente los sentimientos resulta de una forma de pensar, por lo que se puede aprender y cultivar.
En el aspecto laboral, el trato con las personas debe ser personal, tener la capacidad de enfrentarse primero a uno mismo, un ejemplo es mirarse al espejo y pensar que el reflejo son “todos los demás”, es donde se demostrará la capacidad.
¿Cómo se desarrolla la Inteligencia Emocional en el trabajo?
Empezaremos por educarnos a nosotros mismos, eso es lo esencial, y posteriormente como primer consejo es sin duda educar a nuestros jefes.
- Escúchate a ti mismo: conocer de ti las situaciones que más estrés y ansiedad te provocan en el ámbito laboral. Establece una serie de prioridades para que cheques ante todo si esa ansiedad está afectando directamente tu vida personal.
Ejemplo:
- Dormir mal por las noches.
- Te cuesta trabajo levantarte por las mañanas.
- Problemas con tus compañeros o tu jefe.
- El trabajo.
- Escucha, no oigas: Es esencial que aprendamos a focalizar la atención en aquello que es realmente importante y silenciemos nuestros oídos de aquello que no lo es. Las personas hábiles en Inteligencia Emocional, saben centrar la atención en lo esencial, separándolo del simple “ruido”.
- Presta atención al lenguaje corporal: porque las emociones también están en nuestros gestos y expresiones, fíjate en ellos, atiéndelos para comprenderlos y obtener así aún más información del medio laboral en el que te desenvuelves día a día.
- Siente curiosidad hacia los demás: no existe ningún proyecto que no pueda emprender sin ayuda de otros, y no puedes saber a quién pedir ayuda si no conoces sus habilidades y fortalezas, esto ayudará a crear contactos provechosos y crear una red de influencia cooperativa.
- Confía en tu intuición: esta herramienta sólo podrá funcionar cuando empieces a confiar en ella y ejercitarla todos los días pues su efectividad depende de su facultad de observar imparcialmente a nuestro alrededor sin prejuicios.
- Levantarse después de caer: el fracaso es un paso natural en el progreso, y si no se equivoca es que no lo estás intentando lo suficiente. Pero si lo has hecho, ¿sabes que fue lo que salió mal?, entonces corrígelo. ¿no tienes idea?, entonces emprende una ruta totalmente nueva.
- Cuando te enojas, ¿sabes exactamente por qué?: ser inteligente emocionalmente no significa reprimir nuestros estados de ánimo; por una parte ser empáticos con los demás, pero al mismo tiempo no tienes reparo en expresar tus emociones, siempre tomando en cuenta el no herir sentimientos ajenos.
- Establecer empatía con los demás empleados y fortalecer los canales de comunicación, es decir, lograr entender las necesidades de los demás y buscar las herramientas para entablar un efectivo canal de comunicación.
- Ser más expresivo con nuestras emociones positivas siempre y cuando el contexto lo permita, con la finalidad de que las personas de nuestro equipo también logren expresarse en un clima de confianza y respeto.
- Trabajar en armonía y respeto aún cuando en la empresa se tenga una gran cantidad de trabajo y entre los empleados se sienta un ambiente estresante, buscar alternativas para que el trabajo se cumpla eficazmente y el estrés se convierta en una fortaleza lejos de ser una debilidad.
- Actuar con estricto apego a las normas de la organización, así como a la ética profesional que debe estar presente en nosotros todo el tiempo y demostrar que somos personas integras en todos los aspectos.
- Mostrar confianza en sí mismo aún cuando se presente la situación más estresante, mantener la cordura y conservar la calma, no permitir que las emociones dominen nuestro ser, sino más bien buscar canalizar esa energía en la resolución de problemas, así como ampliar nuestra visión y que sean las emociones las que nos aclaren nuestros pensamientos y no que éstas nos obstruyan la visión.
La inteligencia emocional radica en saber el porqué del enojo o ataque de ira, en estos casos si existe un fundamento lógico hay que ver cuáles son las opciones a considerar para no dejarlo así nada más.” No es lo mismo el intentar “caerle bien a todos”, porque se volvería un verdadero desastre sino el poder identificar la personalidad de cada quien y tener la habilidad de tratarlos desde el ángulo correcto”. (Cortese, s/f).
...