Imaginación y Creatividad de Vygotski
Enviado por Daniela Garcia • 8 de Septiembre de 2021 • Ensayo • 3.473 Palabras (14 Páginas) • 81 Visitas
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IMAGINACIÓN Y CREATIVIDAD (p. 117)
En su breve, pero intensa actividad de investigación, Vygotski no se centra solo en la investigación del desarrollo de las capacidades psíquicas, que sucedería en un determinado marco histórico-cultural. No habla solo de lenguaje, pensamiento y otras capacidades mentales superiores, clásicamente consideradas el núcleo de toda la actividad inteligente humana. En la última fase de su vida, se acerca también a un campo menos practicado dentro de la disciplina psicológica, el de la creatividad y las capacidades imaginativas. Sus reflexiones sobre este ámbito concreto de la psicología se recopilan en un breve e inspirador ensayo titulado La imaginación y el arte en la infancia, escrito en1930, pero que no fue traducido al español hasta 1986. Su interpretación es muy original, unas reflexiones filosóficas, literarias, psicológicas y pedagógicas. Estas dos facultades, imaginación y creatividad, no son habilidades privilegiadas de unos pocos elegidos, que se manifiestan de modo singular y atípico respecto al contexto. La sociedad, sus instrumentos y sus prácticas educativas contribuyen de manera determinante a la manifestación de la habilidad creativa humana.
REPRODUCIR Y CREAR
Vygotski sugiere a1 lector que ha llegado el momento de reflexionar sobre la diferente naturaleza de las acciones y los comportamientos de todos los días. Afirma, de hecho, que hay dos tipologías distintas de actividad, una reproductora y otra combinadora o creadora. Por ejemplo, podemos encontrarnos en la primera tipología siempre que veamos reproducido un comportamiento que aparece como memoria de algo que ha sucedido en el pasado. En este caso, reproducimos, repetimos comportamientos producidos y elaborados anteriormente: se trata de impresiones y rastros que se han depositado en nuestra memoria y que, en el momento oportuno, salen. Pensemos por ejemplo en todas las veces que recordamos, en nuestra mente, algo que hemos vivido. Y también los gestos y comportamientos que activamos cotidianamente por costumbre: hemos perdido la memoria, el recuerdo del origen de este legado, pero lo hacernos de todos modos. No es necesario pensar «desde el principio» cada vez. El psicólogo ruso destaca que esta tipología de actividad es esencial en la vida cotidiana, para asegurarnos una supervivencia adecuada. Las experiencias pasadas nos sirven como brújula, para orientarnos mejor en los sucesos similares de la vida. Si algo ya ha pasado no nos toma desprevenidos y, de alguna manera, salimos adelante. Podemos resolver esa determinada situación. Todo esto es posible gracias a la plasticidad de nuestro sistema nervioso, que se deja «modelar» y conserva rasgos del cambio. Vygotski da un ejemplo claro: nuestro cerebro es como una hoja de papel que hemos doblado y, cuando la volvemos a abrir, conserva una marca que es memoria de lo que ha sido y promesa de lo que podría ser otra vez. La marca en la hoja agilizará el acto de volverla a doblar. Con una mínima presión, la hoja se volverá a doblar por la misma marca.
De todos modos, la actividad del cerebro no solo se reduce a la mera reproducción de experiencias que se parecen y se representan. Si así fuera, nos encontraríamos ante una evolución monótona y privada de excepciones. Seríamos seres simplemente orientados al pasado, guiados por lo que ha sido y no por lo que será. En cambio, el comportamiento que tenemos es en parte creativo, utiliza la imaginación de manera libre y fecunda. Cada vez que encontramos nuevas soluciones, que nunca hemos utilizado o pensado anteriormente; cada vez que imaginamos y proyectamos en nuestra mente secuencias que nunca han ocurrido en el pasado, hacemos un acto creativo, productivo, imaginativo, libre, en el que podemos conectar entre ellos elementos muy diferentes con los que crear algo nuevo. Vygotski nos muestra cómo, cuándo imaginamos escenas de un pasado que nunca hemos vivido, o de un futuro que tiene que llegar, estamos utilizando la actividad creativa. No solo reproducimos un contenido ya dado, una revisión, sino que empezamos algo que nunca antes ha sido. De hecho, «por actividad creativa entendemos cualquier actividad humana que produzca algo nuevo, sea este producto de un objeto del mundo externo o de una determinada construcción de 1a inteligencia o del sentimiento, que solo en la intimidad del hombre existe y se manifiesta» (La imaginación y el arte en la infancia, 1986). De esta definición de creatividad entendemos que, según el psicólogo ruso, esta habilidad no es un don reservado a algunos, sino una capacidad dada de base a todos. Un detalle nada despreciable. No solo son creativos los grandes genios, artistas, inventores y científicos de la historia, sino también el hombre común que imagina y busca soluciones en la vida cotidiana. De hecho, según la metáfora del mismo Vygotski, igual que la electricidad no solo reside en los grandes fenómenos naturales de las tormentas, sino también en una sencilla lámpara, la creatividad corre por las venas no solo del genio, con sus contribuciones revolucionarias, sino también por los insignificantes sucesos del hombre normal, que imagina y combina situaciones nuevas durante toda su vida. Y esta capacidad no solo la descubrimos en la edad adulta, sino que va la tenemos desde niños. Aunque es cierto que la actividad de los más pequeños está dictada, en su mayor parte, por la imitación de los más grandes, también es cierto que muchas de las cosas que hacen son fruto de su imaginación, original e irrepetible. También cuando, jugando con sus muñecas, una niña imita a su madre, o bien cuando el palo de una escoba se transforma en un salvaje caballo, siempre hay una historia original en la base. El niño utiliza elementos que ya ha visto como punto de partida, para después vivir una historia que nunca ha sucedido y que es pensada concretamente o realizada por primera vez.
EL VÍNCULO ENTRE IMAGINACIÓN Y REALIDAD
Según Vygotski, el acto creativo tiene mucho en común con la realidad. Claramente, imaginar significa crear algo nuevo, que no repita una solución ya conocida o una precedente secuencia de sucesos. Imaginar mundos alternativos o crear según la inclinación y la inspiración artística, nos parecen cosas que no tienen nada que ver con la reproducción de los comportamientos normales de la realidad. Pero no es así: el psicólogo ruso identifica varios motivos que ligan indisolublemente la realidad y la imaginación. La primera idea deriva de la toma de conciencia de cómo todos los elementos de la fantasía y la imaginación toman prestado algo de la experiencia real del pasado. Aunque sea algo completamente irreal, como un animal parlante, como una figura mitológica mitad hombre y mitad animal, que a pesar de que sean fantásticos siempre están creados a partir de elementos reales. Simplemente, algunas «piezas» de la realidad son revisadas, montadas v utilizadas de una manera nueva, creativa, que no refleja la experiencia cotidiana.
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