* Informe Sobre SUICIDIO, ANOREXIA Y BULIMIA,

SUICIDIO

El suicidio de los niños y de los adolescentes es una tragedia que afecta no solo al individuo que lo lleva o intenta llevar a cabo sino también tanto al entorno familiar, como el entorno social en la que vivo el joven.

La incidencia del suicidio antes de la pubertad es muy baja; en niñas se estabiliza a lo largo de la adolescencia; en cambio, en los varones aumenta rápidamente después de los 15 años, hasta alcanzar el máximo de episodio en los primeros años de la segunda década de vida, en la mayoría de los países, los suicidios consumados son mas comunes en los varones. •

En las semanas previas el joven puede presentar signos depresivos: retraimiento, cambios en el humor, con incomunicación y pérdida de la seguridad en sí mismo y de la autoestima, disminución del rendimiento escolar, pérdida de la iniciativa, llantos repentinos, pérdida del apetito y disminución de la actividad psicomotriz.

Habitualmente, los intentos de suicidio son precedidos por algún acontecimiento reciente que ha generado un estado de estrés en la víctima (igual que el suicidio consumado); con frecuencia se trata de dificultades de tipo legal, de un castigo o anticipado una ruptura sentimental, o alguna humillación, como por ejemplo, haber sido intimidado por otros alumnos.

La mayoría de los adolescentes que han intentado suicidarse presentan una historia de enfermedad psiquiátrica reciente; lo más habitual es que se trate de un trastorno del ánimo asociado, con frecuencia a un trastorno disocial, un trastorno de ansiedad o por abuso de sustancias y, de forma menos común a un trastorno de la conducta alimentaria.

El suicidio en la adolescencia es una trágica realidad, ocupando un lugar entre las tres primeras causas de muerte en la mayoría de los países y en algunos, sólo le supera otro tipo de muerte violenta: los accidentes de vehículos de motor.

Los diagnósticos son similares en chicos y chicas, pero hay una marcada diferencia en su importancia relativa.

El factor de riesgo más significativo para el suicidio en mujeres es la depresión mayor, que incrementa el riesgo 20 veces.

En adolescentes y jóvenes varones, el agente de riesgo más significativo es la presencia de intentos de suicidio previos, aumentando el riesgo más de 30 veces.

La mayoría de los adolescentes que se suicidan o lo intentan han dado algún tipo de aviso antes a sus seres queridos. Por ello es importante que los padres conozcan los signos de aviso, para que los niños que podrían suicidarse reciban la ayuda necesaria.

ANOREXIA Y BULIMIA.

La anorexia y la bulimia son problemas de salud que se manifiestan como trastornos del comportamiento alimentario y que, a veces, si

no se tratan adecuadamente, pueden llegar a poner en peligro la vida de las personas que los sufren. Afectan a hombres y mujeres, aunque es más frecuente en mujeres.

Pueden manifestarse a cualquier edad, pero es en la adolescencia cuando aparecen con mayor reiteración. Se presenta normalmente entre 14-18 años de edad, como así también en edades más tardías (20-40 años).

La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de debilidad.

Las personas que padecen de anorexia tienen una imagen distorsionada de su cuerpo y temor a aumentar de peso, aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.

Se puede distinguir en dos subtipos:

• Restrictiva: Se caracteriza porque la persona intenta disminuir de peso realizando dieta y practicando ejercicio físico.

• Purgativa: Además de la dieta y el ejercicio, las personas afectadas por esta modalidad se auto provocan el vómito, generalmente intentan ocultarlo para que nadie lo sepa.

En el caso de la bulimia, es un desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación

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