Institución De La Locura
Enviado por aleflaca • 30 de Noviembre de 2011 • 1.681 Palabras (7 Páginas) • 537 Visitas
INSTITUCIÓN DE LA LOCURA
“Esperemos de todo corazón que ese viaje nos sea beneficioso y no os de ganas de salir corriendo a refugiarse en algún manicomio…” (1)
Hablar de la institución de la locura como el alienamiento del “loco” es de suma importancia, puesto que requiere una reforma; la estructura o el marco de la actividad médica que dicta la institución no permite su reforma, no permite que se acomode a demandas contemporáneas a la época aunque si su supervivencia (que está ya no debería ser primordial) bajo las reglas tradicionales que casi siempre dicta el médico.
Lugar de locos, asilo, loquero, manicomio, lugar de borrachos y marginados sociales es el lugar que pretendo criticar por su marco, por las limitadas reglas que llevan al exilio social del llamado “loco”. Pareciera ser que el imaginario social creo la locura como un mito, tal vez un instrumento de control para los que son diferentes a los demás, o a lo socialmente establecido o socialmente correcto, aunque tal vez sólo son personas más inteligentes, más humanas o más honestas de lo que la sociedad está dispuesta a aguantar o escuchar.
Tristemente el asilo es un lugar aceptado política y socialmente, sabemos que las estructuras de la internación se desarrollan desde la época clásica bajo el efecto del miedo a los asociales, leprosos, prostitutas, perversos, delincuentes y rebeldes, este miedo refleja que la población nunca ha querido verse contaminada por las emanaciones de locura y del vicio, por eso se opta por el encierro de los “anormales”, repito el miedo desarrolla la estructura de la internación. “Realidad que se huele, olor a hacimiento, humedad y encierro…individuos para los cuales no existe un reconocimiento social…ya que habitan un espacio anónimo, un vacío social” (2)
Pienso que tal vez los asilos son solo un lugar para abandonar personas, no es un lugar como tal para tratar “enfermos mentales” sino un lugar para serles indiferentes a los distintos. “El miércoles me sentía muy triste y le dije al médico: --mire tengo una tristeza enorme y el médico me dijo en realidad todos estamos tristes, (hay un sol que está solo), yo estoy muy solo, a mí no me vienen a visitar, yo vivo solo…no importa ya, los años me han enseñado a vivir en soledad y sigo charlando… yo a mi familia no la desprecio, pero parece que ellos desconfiaran de mí, yo vivo solo… la charla que hago yo no es ni más ni menos que sincera…yo no llevo la maldad en el alma y sé que es peor la soledad de un loco que la soledad de un muerto…” esto dice un paciente del hospital psiquiátrico José Borda, que se encuentra en Buenos Aires, Argentina. (3)
Estando allí pierden todo contacto con el exterior, se habla de ellos, pero ellos no pueden hablar de sí mismo, se les “disminuye”, se les trata de inválidos, sus palabras ya no cuentan en los intercambios sociales por ser el “loco”, aquel que no mide sus palabra ni sus actos con la regla de la moral social, aunque tal vez solo es alguien que ha elegido vivir de forma distinta o que su mente está en un plano distinto al de nosotros, tal vez por eso no le alcanzamos a entender, pero al hablar del “loco”, obligadamente tengo que pensar ciertamente en los parámetros que te dicen o te marcan que eres un enfermo mental, que obviamente han sido establecidos por la psiquiatría, también no todo puede ser miel sobre hojuelas, hay personas que tienen problemas serios, es decir, así como para los griegos un loco era alguien que estaba más cerca de Dios y que se ponía en las calles a gritar sus verdades sin miedo alguno, hay personas que dañan a otras y pasan a lastimar a terceras, hay que atenderles, pero mi punto es ¿si el encierro y el método tan tradicional que se sigue llevando hoy en día para tratarlos es el correcto? ¿Se tendría que reformar el asilo y con él su marco en las actividades de los médicos?
Por lastima la ciencia psiquiátrica ha terminado, sin quererlo, por hacer del “loco” un ciudadano sin derechos, librado al arbitrio del cuerpo médico que se rige bajo la institución de la locura, al diagnosticar a alguien de enfermo mental se le priva de cualquier valor social y solo se le trata en términos de violencia, el loco no puede hacer nada contra el poder del médico. Comparo el estar preso con el ser un paciente en un asilo, los dos reciben un tipo “cura” bajo prácticas púnicas, los dos son alienados ciertamente de distintas instituciones, pero alienados al final del día y si algún día llegan a salir de su encierro la discriminación social que reciben es equiparable y comparten la segregación que aparece como reflejo de prejuicios sociales, en el caso de los enfermos mentales estos sufren el “racismo psiquiátrico” que se da por el hecho principal en el que el paciente se ha desarrolla en la segregación:
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