Intervención clínica de para la rehabilitación de la conducta
Enviado por VaniaAlejandra • 8 de Marzo de 2019 • Ensayo • 2.059 Palabras (9 Páginas) • 63 Visitas
Maestría en psicología
MATERIA:
Intervención clínica de para la rehabilitación de la conducta
ENSAYO:
TÉCNICA PSICOANALITA EN CASO CLÍNICO
ENERO DE 2019
INTRODUCCIÓN
¿Qué tipo de intervención es la más eficiente para aplicar en consulta? Existe una gran variedad de técnicas aplicables y que funcionales, TODAS son buenas cuando se emplean correctamente; en cuanto a la pregunta ¿cuál es la más efectiva? todas lo son; aunque no con todas se esté de acuerdo.
El presente ensayo se muestra un caso clínico con la técnica de aplicación psicoanalítica, la que personalmente me gusta más pues, estoy plenamente convencida de que todos los problemas existenciales del ser humano vienen de una raíz que encontramos en la infancia y que hoy somos lo que somos o somos como somos por aquello que tuvimos como base en los primeros años y de ahí parte todo.
DESARROLLO
C A S O C L I N I C O
FICHA DE IDENTIFICACIÓN
Nombre: Liliana Navarro
Edad: 27 años
Sexo: Mujer
Estado Civil: Separada
Escolaridad: Secundaria
Ocupación: Desempleada
Lugar y fecha de nacimiento: Distrito Federal, 12 de abril de 1991
Religión: católica
Referencias de cómo llego a consulta: Después de escuchar un taller para padres en la escuela de su hija.
Teléfono: 5543087069
Fecha de primera entrevista: 27 de diciembre de 2018
MOTIVO DE CONSULTA
La paciente solicita una consulta después de escuchar un taller para padres en la escuela de su hija, al preguntarle el motivo de esta ella refiere ser una mala madre y externa el deseo de convertirse en una madre buena y amorosa capaz de satisfacer las necesidades de su hija de 12 años, ya que nunca se ha preocupado por lo que su hija quiere emocionalmente, qué le gusta, qué desea, qué piensa etc.
Solicita la consulta para su hija ya que cree haberla lastimado con decisiones que ha tomado sin consultarle; la madre tiene dos semanas de haberse separado de su pareja y desea que se le apoye con la niña de 12 años, ya que no sabe cómo la está pasando al respecto.
EVOLUCIÓN
Vía telefónica se le explica que no se trabaja sólo con niños o adolecente, se hace mención de que los padres o tutores deben estar involucrados para mejor resultado de la modificación en dicha conducta. Se le hace la pregunta ¿está dispuesta de acudir a consulta con su hija? Ella acepta y se hace la cita para atenderla todos los jueves a la 1:30 pm.
Primer consulta:
Después de tener una charla amena en la que se establecen los honorarios, horarios y días de consulta el terapeuta hace la primera intervención con un cuestionamiento que lleva a la madre a solicitar ayuda terapéutica, a continuación un resumen de la conversación.
Terapeuta: ¿Por qué consideras que eres una mala madre?
Lily: no sé, siempre, desde que tengo uso de razón no recuerdo sentir alegría de tener a mi hija, no sé; como que no me nace abrazarla, besarla, casi no platico con ella; no soy como todas las madres que se quitan el pan de la boca para dárselo a sus hijos, si yo corto un pan, veo que pedazo es el más grande y me quedo con ese, no sé porque soy así.
Terapeuta: ¿por qué crees que tu hija necesita un terapeuta?
Lily: no sé, como que lo sentí, después del taller para padres me di cuenta de que hay muchas cosas que estoy haciendo mal y creo que no es justo para mi hija; recientemente me separe de mi pareja con quien llevaba ya 10 años, él se hizo cargo de ella desde que tenía 2 y siento que tal vez le afecto porque me dice que regrese con su papá, porque así lo vio ella desde que me junté con él; me pide que regrese, dice que yo soy la mala, que su papá ya cambio, que le dé una oportunidad etc., etc.,.
Terapeuta: ¿y tú que piensas de eso que te dice?
Lily: no sé, pienso en mi hija y quisiera regresar, pero no convencida, no sé; creo que si lo hiciera cometería un error, no quiero regresar, creo que solo es un chantaje porque nos corrió varias veces, nos dijo que éramos unas arrimadas y lo que el hace ahora como comprarle cosas, ir por ella a la escuela, jugar, sólo es para hacerme quedar mal.
Terapeuta: ¿has platicado con tu hija al respecto?
Lily: no
Terapeuta: ¿por qué?
Lily: ¡no sé!, (se queda pensando un rato), no sé, no me nace, por eso te digo que siento que soy como mala madre o no sé, como que no me importa mi hija, no me duele, no me nace, a veces se me acerca y no la corro, pero no siento bonito que se acerque a mí.
Terapeuta: ¿dónde aprendiste a ser mamá?
Lily: ja, ja, ja, en ningún lado, nadie nace sabiendo ser madre, pero yo siento que todas las madres deben querer a sus hijos, pero yo no siento eso, no sé por qué.
Terapeuta: ¿todas las madres deben querer a sus hijos?, platícame de eso
Lily: sí, pues todas las madres como que les debe nacer el sentimiento de maternidad ¿no?
Terapeuta: no sé, tú dime.
Lily: pues sí, yo creo que sí.
Terapeuta: platícame cómo era tu mamá.
Lily: ¿De mi mamá?, no pues con ella no me llevo muy bien
Terapeuta: ¿por qué?
Lily: no sé, desde que yo me acuerdo nunca nos hemos llevado bien, siempre ha preferido a mis hermanos, todo el tiempo son sus hijos, mi presencia hasta como que le molesta pero, mi mamá ¿qué? ella ¿qué tiene que ver en esto?, ya no quiero hablar de eso, siento feo.
Terapeuta: entonces hablaremos de eso.
Lily: no me gusta hablar de eso.
Terapeuta: ¿por qué?
Lily: no sé
Terapeuta: ¿quieres a tu hija?
Lily: ¡yo sé que la quiero que es mii hija!
Terapeuta: te contaré una historia, había una vez un sabio y un discípulo, el discípulo conservaba una moneda con un gran valor sentimental, un día se le extravió y la busco incesantemente por largo rato, el hombre sabio llegó y le pregunto qué buscaba, cuando se lo dijo buscaron juntos por un rato más, hasta que el sabio preguntó ¿no recuerdas donde estabas la última vez que la viste?, el discípulo contestó; sí, se me calló en aquel cuarto… el sabio preguntó ¿y por qué no lo buscas allá?, el discípulo dijo: -es que allá está muy oscuro y aquí hay luz.
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