Introducción, análisis y versión contemporánea de un clásico para niños.
Enviado por yack888 • 23 de Junio de 2014 • Tesis • 1.889 Palabras (8 Páginas) • 318 Visitas
Caperucita Roja, un análisis volver
Introducción, análisis y versión contemporánea de un clásico para niños.
Introducción:
Caperucita Roja es un cuento escrito por Perrault y publicado allá por el año 1697 (hace 300 años) en un compilado llamado "Historias y cuentos de antaño". El argumento sintético del cuento era más o menos así: La protagonista, Caperucita Roja, una niña conocida así por llevar una caperuza de este color, engañada por un lobo, muere devorada tras no seguir los consejos de su madre.
¿Muere?!... ¿devorada?!... sí, en la versión original Caperucita era masticada, saboreada, engullida, digerida y posteriormente eliminada vía recto por el lobo. La versión más famosa y difundida es la de los hermanos Grimm, que reeditaron la historia en el año 1812, ellos introdujeron al leñador, que en su papel de héroe salva a Caperucita y rescata a la abuela de las tripas del animal en cuestión.
Es probable que ustedes, así como ocurrió conmigo, hayan escuchado la historia cuando eran muy niños aún, tal vez demasiado como para poder interpretarla. Es este el motivo que me lleva a elaborar el siguiente análisis del cuento, también podría ser un motivo el hecho que estaba bastante al pedo y no sabía que miércoles hacer, pero bueno... sin más presentaciones, los dejo con mis conclusiones...
Análisis:
Obviamente el primer punto a analizar sería la protagonista de esta... ¿tierna historia?... bueno, ya encontraremos adjetivos más precisos al concluir el análisis. No es mucho lo que sabemos de esta joven llamada Caperucita Roja... si sabemos que:
era joven
llevaba una caperuza roja
no era rica
...y desobedecía a la madre.
Es más que evidente que una joven que desobedece a su madre, más que niña es una adolescente... por otra parte, ¿el color rojo no les dice nada?... por supuesto!, Caperucita ya no era una niña... ella era toda una mujercita. Tengamos en cuenta que la historia data de fines del siglo XVII (diecisiete, para los que no saben leer números romanos... y por las dudas que lo haya escrito mal), donde la persona promedio carecía de una educación y vivía envuelta en misterios y supersticiones. Todos sabemos que el rojo es el color contra la envidia ajena, pero... ¿qué podían envidiarle los demás a Caperucita?. Veamos, no se trataba de una niña rica, ella vivía en una aldea, cuyas únicas posesiones materiales eran una caperuza y una canasta e incluso parece ser que solo contaba con el lamentable entretenimiento de recoger flores del bosque... un estilo de vida realmente humilde. Su actitud rebelde a la hora de desobedecer, hacer oídos sordos a los consejos de su madre y las decisiones que toma a lo largo del cuento, nos hablan de un nivel mental bastante bajo... no se trataba de una señorita muy brillante. Descartados su nivel social e intelecto, el único aspecto envidiable de Caperucita solo podía ser su físico. Sin dar más vueltas... la niña contaba con un cuerpo excepcional. Imaginemos a las mujeres de una aldea del 1600 en la mitad de un bosque, la que no era una gorda de 250kg. tenía lepra y la que tenía más de tres dientes tenía más pelos en las axilas que en la cabeza... ¿o no?. Es fácil comprender ahora que una adolescente, con toda su juventud, inocencia y un lomazo infernal levanta cualquier tipo de envidias.
La relación de Caperucita con su madre no era muy estrecha, es notoria la falta de preocupación, ¿qué clase de madre permite a su hija atravesar completamente sola un bosque habitado por un famoso lobo maligno?. Esto y la falta de una imagen paterna en la historia (¿o acaso alguien oyó hablar del padre de Caperucita?) plantean un perfil psicológico muy claro. La falta de límites, el desinterés de su madre, su estilo de vida y la ignorancia no pueden dar otro resultado más que una mocosa caprichosa y rebelde que hacía lo que se le venía en gana. A manera de conclusión... cuando la madre le recomienda a Caperucita que tome el camino largo, no necesitamos razonar todo esto, cuando de niños, nos contaron la historia, para saber que la nena iba a terminar eligiendo el camino corto... ¿o alguien se sorprendió con eso?
La desastrosa calidad humana de la madre, llega a su punto límite cuando nos enteramos que su propia madre (la abuela de Caperucita) vivía en el otro extremo del bosque, sola y enferma... y ni siquiera se molestó ella misma en llevarle las medicinas que necesitaba!... claro, ¿para qué molestarse?... ¿por qué no mandar a la pendeja inútil que se pasa todo el día boludeando?... de paso no tendría que aguantarla el resto del día... y con un poco de suerte... no volvería.
Así se plantea la infancia de la protagonista. Obviamente, y en esto coincidimos todos, el bosque y los dos caminos es una sencilla metáfora de la vida. El seguir por la senda del bien aparenta ser más largo y difícil, pero nos conducirá con éxito. Es ese momento en el que uno comienza a tomar las decisiones por si mismo y abandona su hogar. Volviendo a lo que hacíamos referencia anteriormente, ya casi podríamos asegurar que Caperucita tendría unos 16 o 17 años... así es como abandonó su hogar... bella, rebelde y joven.
En un primer momento, Caperucita se distrae juntando flores silvestres del bosque, que colocaba en su canasta, pero... ¿qué nos quiere decir aquí el autor?... para mi es más que evidente, pero paso a explicarles. El bosque es la vida, todos sabemos que ocurre en la vida de una joven hermosa y descontrolada a los 17 años... pero claro, Perrault consideró que era necesario explayarse aún más para que la historia pudiese ser comprendida por infantes.
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