Juan Eudes
Enviado por juancuellar91 • 22 de Abril de 2013 • 1.017 Palabras (5 Páginas) • 360 Visitas
BIOGRAFIA DE SAN JUAN EUDES misionero eran gestos que hablaban de la misericordia y hacían la
misericordia. En adelante su presencia misionera al lado de cualquier
Jesús que sufre ir llenando de realismo su espiritualidad y su
ministerio.
Todos sus compromisos apostólicos tendrán que ver con esa
profunda experiencia. El abismo de mis miserias llama al abismo de
sus misericordias, exclama en su personal Magníficat. Habiendo
experimentado, él mismo, la misericordia de Dios en su propia vida,
quiso agradecerla dedicándose a predicarla y transmitirla.
El P. Eudes no era un fundador "profesional" sino un hombre de Dios
que iba respondiendo, a medida de sus recursos, a los clamores de la
misericordia, a las necesidades concretas de su época, que para él
representaba auténticos mensajes del Espíritu. Era un hombre que
sabía leer la acción de Dios incluso en los fracasos, que se dejaba
interpelar en serio por los signos de su tiempo, y cuyo mayor deseo
era hacer eficaz la misericordia.
También en el nacimiento de la Congregación de Jesús y María (PP.
Eudistas) hay una experiencia de misericordia; le dolía intensamente
la Iglesia, le dolían las gentes que andaban "como ovejas sin pastor";
y se dejó interpelar por el amor de Dios que, en Jesús, viene a "salvar
lo que estaba perdido". Expresión última y acabada de la misericordia
del Padre. Si "un alma vale más que mil mundos", es menester que
alguien se dedique a tiempo completo a formar a quienes deben
salvarla. Y urgido por tan angustiadas convicciones, se decide a
abandonar el Oratorio para fundar su pequeña congregación.
Porque nuestro santo no se contenta
con ser, él mismo, coherente; su deseo
es que todos los cristianos se dejen
llenar por ese espíritu de la
misericordia divina, su anhelo es que
todos los bautizados, especialmente
los sacerdotes, sean también
"misioneros de la misericordia". La
pasión por el reinado de Jesús en los
corazones de los hombres, realmente
lo devora. Conociendo bien la penosa
situación, moral y espiritual, del clero y
del pueblo cristiano de la época,
percibe y siente en todo su ser la
urgencia de la evangelización y de la
formación de buenos obreros para llevar adelante un servicio eficaz
del evangelio. Y a esa doble tarea dedica lo mejor de sus esfuerzos.
Cuando el celo presiona
Maestro de la misericordia
Encarnados con el Encarnado
En manos de la Gracia
Espiritualidad de encarnación
Para Juan Eudes, en cambio, misericordia era mansedumbre,
clemencia, paciencia y comprensión frente a la falta del otro, pero
sobre todo amor, piedad, generosidad. La misericordia era celo por la
causa del hombre, un intenso sentimiento de piedad, generosidad;
no mera conmiseración ante el sufrimiento ajeno, sino expresión
plena y comprometida de un amor que trata de llevar a todos una
salvación eficaz, concreta, pero al estilo de Dios. Así lo expresaría en
un texto célebre, sobre el que volveremos reiteradamente:
"Tres cosas se requieren para que haya misericordia. La primera es
tener compasión de la miseria del otro, pues misericordioso es quien
lleva en su corazón las miserias de los miserables. La segunda
consiste
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