JUAN EUDES

ENSAYO

JUAN EUDES

Un camino de oración nos dejo Juan Eudes

San Juan Eudes nos dejó su manera de orar en cuatro movimientos:

ADORAR: contemplar, maravillarse, admirar.

DAR GRACIAS: reconocer los dones del Señor, decir gracias...

VIVIR EL PERDON: tomar consciencia de la distancia que existe entre mi propia vida y las maravillas del Amor de Dios.

DARSE A JESUS: darse para ser testigo, darse para la Misión...

Estos cuatro movimientos son cuatro actitudes interiores que tenemos que desarrollar y que suponen tomar el tiempo para acogerse a sí mismo, acoger al Otro, Dios, y recibirse de Dios.

Adoremos a Dios en el inmenso amor que tiene por todas sus criaturas, y por cada uno de nosotros en particular. Bendigámosle, amémosle.

Agradezcámosle los innumerables beneficios de su amor.

Pidámosle perdón de nuestras ingratitudes hacia Él y de nuestras faltas de amor para con el prójimo.

Démonos al amor de Dios, para que Él elimine todas nuestras resistencias y así Reina perfectamente en nosotros.

Basándome en la biografía de Eudes me puedo dar cuenta que fue un ser maravilloso , una persona que ayudo a muchos sin recibir nada a cambio, una persona envi8ada por Dios para darle la mano a miles de feligreses enfermos y al borde de la muerte, para mí esto es gratificante el ayudar a los demás sin esperar nada a cambio es una excelente forma de vida, se vive en paz y además se está bien con Dios.

Eudes hizo amar a Cristo y a la Virgen María, hablando sin cesar de su Corazón, signo del amor que Dios nos da y de la comunión a la que estamos llamados. Es decir el mensaje que Dios nos da es importante asumirlo, recibirlo de corazón y ponerlo en práctica.

En cuanto a la espiritualidad Eudista pienso que si usamos una espiritualidad cristiana de misión: que es la evangelizadora - formadora. No sólo hace vivir y reinar a Jesús en nosotros sino que pretende hacerlo vivir y reinar en los otros y en el corazón del mundo. La evangelización es "transformar desde dentro..." (E.N. 19) con dimensión totalizante y capaz de integrar fe y vida.

San Juan Eudes se dio cuenta que para que el pueblo sea ferviente y llevarlo a la santidad era necesario proveerlo de muy buenos y santos sacerdotes y que para formarlos se necesitaban seminarios donde los jóvenes recibieran muy esmerada preparación. Por eso se propuso fundar seminarios en los cuales los futuros sacerdotes fueran esmeradamente preparados para su sagrado ministerio. Con respecto a esto pienso que el incentivar a los jóvenes que entren a formar parte de estos seminarios sin la necesidad de obligarlos es importante porque estaremos creando hombres ejemplares enviados por Dios.

Nuestro deseo, nuestro objetivo y nuestra principal preocupación, debe ser formar a Jesús en nosotros y hacer que en nuestros corazones reine su espíritu, su

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