“LA CHICA DE LA SILUETA: CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LAS SUBJETIVIDADES”
Enviado por Milagros Maleplate • 13 de Noviembre de 2022 • Biografía • 2.386 Palabras (10 Páginas) • 67 Visitas
IX Jornadas de Investigación en Psicología
Facultad de Psicología UBA
“LA CHICA DE LA SILUETA: CONSTRUCCIÓN SOCIAL
DE LAS SUBJETIVIDADES”[1]
Autores: Lic. Ana Fernández, Lic. Enrique Ojám y Lic. Xabier Imaz.
Modalidad de presentación: Comunicación Libre.
Área temática: Psicología Social, Política y Comunitaria.
Institución: UBACyT. Proyecto TP/016
Ana Fernández
Dirección postal: Cabrera 4448 – Capital (1414)
Teléfono: 4899-0743
E mail: anafer@psi.uba.ar
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación TP016 cuyo objetivo es la indagación de los Imaginarios Sociales. En el mismo se trabaja sobre un momento de las Jornadas de Producciones Grupales de la Cátedra Teoría y Técnica de Grupos, donde el significante ¨desaparecidos¨ irrumpe inesperadamente para los participantes de la Jornada. A partir de allí se hacen algunas reflexiones sobre la construcción social de la subjetividad.
En esta ponencia se abordan y despliegan interrogantes planteados en trabajos anteriores[2] en relación a los modos de producción de sentido, particularmente en relación a la circulación de las significaciones sociales y sus específicas modalidades de aparición dentro de este dispositivo de las Jornadas de Producciones Grupales.
En un taller de una Jornada de Producciones Grupales[3] realizada en la Facultad en el año 2000, luego de realizarse una multiplicación dramática y su ronda de comentarios, siguiendo las consignas del dispositivo, los alumnos comienzan a confeccionar un afiche que de algún modo de cuenta de lo acontecido en ese taller. Para hacer el afiche deciden comenzar dibujando una silueta. Para dibujarla le piden a una integrante que se recueste en el piso sobre el papel, y dibujan así su contorno. Todo esto en medio de risas y cometarios graciosos. Sin embargo hay un par de detalles significativos, para delinear su silueta usan color negro, y no rellenan ni dibujan nada dentro del contorno de esta silueta. Sí le agregan muchos detalles alrededor. Todo sigue con alegría. Como es costumbre, ponen el afiche en una de las paredes del Aula Magna donde se realiza el plenario.
Algunos docentes no pueden evitar ver en esa figura una fuerte similitud con las siluetas que, los organismos de derechos humanos pintaban sobre el pavimento o en sus pancartas para representar a los desaparecidos. Cada uno por su lado decide no decir nada dado que esto podía ser una lectura muy personal o generacional y no necesariamente “el sentido” que estos alumnos le atribuían a su dibujo.
Cuando le llega el turno de exponer a los integrantes de ese taller quien sube como vocera del mismo es, justamente, la chica que había servido como molde para dibujar esa figura. Sube muy contenta dispuesta a hablar sobre lo acontecido en su taller, mira el afiche y se detiene quedando paralizada y en silencio. Luego de un minuto dice: “Ahora que lo miro, parece la figura de un desaparecido, y la hicieron conmigo, eso me impresiona”. Donde nadie lo esperaba ni lo quería, el desaparecido aparece. Casi como fantasmas, se cuelan al modo de la latencia. Como los fantasmas no se ven sino por sus efectos, solo impronta, solo inmediatez, actualización en acto.
Una vez que ella puso en palabras el sentido “desaparecido” de la silueta, dicha atribución se volvió obvia, aún para los que inicialmente no se les había ocurrido y lo que es más, borró el sentido explícito para el que había sido dibujada.
El dispositivo dispone. Hasta aquí el relato de lo acontecido en las Jornadas de Producciones Grupales. En consecuencia cabe abrir el interrogante ¿Cómo se produjo en este ejemplo, esta irrupción de sentido? Sabemos que el tipo de dispositivo que se elija para trabajar crea las condiciones de posibilidad para la producción de determinado tipo de material y no otro. Pero ¿por qué se produce ese efecto en ese dispositivo?
Este dispositivo desde sus inicios esta pensado para crear las condiciones de posibilidad para el despliegue de la diversidad. Al terminar una multiplicación dramática no hay nada que comprender, en la secuencia de escenas no hay una linealidad, hay solo una serie de escenas con diversos sentidos. Un dispositivo que en sus consignas abre el juego a los múltiples sentidos, permite que las latencias circulen durante todo el taller e irrumpan o no en cualquier momento, como es el caso del ejemplo que aquí se trabaja.
Desde esta óptica la “lectura” o la atribución de un único sentido se vuelve imposible. Pero un nuevo interrogante se abre ¿Cómo leer las significaciones que circulan simultáneamente en las dimensiones posibles de su diversidad? Por lo pronto, este dispositivo abre trazados de líneas de significancia a posteriori. Líneas que a partir de distinguir y puntuar insistencias, rarezas, etc. permitan abrir significaciones allí donde hay multiplicidad de producciones.
Retomando el análisis del caso, el desaparecido aparece. Su fuerza disruptiva da cuenta de la potencia con que operan en las latencias institucionales las marcas de este siniestro sin tramitación colectiva.
¿Cómo de un magma de significaciones imaginarias surge una forma o acontecimiento de sentido?. Es decir ¿cómo del dibujo de una silueta durante la elaboración del taller en clima festivo, al verla en el plenario de cierre la participante abrocha un sentido diferente y “ve” un desaparecido?
Si bien en este ejemplo la fuerza disruptiva del desaparecido esta dada por la especificidad con que operan en la latencia colectiva las vicisitudes en la tramitación colectiva de este siniestro social[4], suponemos que están allí operando similares mecanismos de significancia que en la producción cotidiana de subjetividad.
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