LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO ACTUAL

La sociedad donde se desenvuelve el ser humano, ha sufrido cambios vertiginosos que están produciéndose, por causa de la globalización, los cuales han tenido gran influencia en el ambiente social, además en: la economía, cultura, política, ciencia, tecnología, la educación entre otros. Es por ello que, se puede decir que, la educación siempre seguirá jugando un papel muy importante y que cada docente tiene en sus manos el futuro de los niños y jóvenes en su que hacer educativo. Dado que, la educación es un proceso de socialización y endoculturalización de las personas a través del cual se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social. Si bien es cierto que, en muchos países occidentales la educación es gratuita para todos los estudiantes. Sin embargo, debido a la escasez de escuelas públicas, también existen muchas escuelas privadas y parroquiales. Cabe destacar que la educación busca es ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar los valores de la cultura que se le imparte, fortaleciendo la identidad nacional.

Dentro de este marco, la sociedad moderna otorga particular importancia al concepto de educación permanente o continua, que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano está en continuo aprendizaje no tan solo académico sino de todo tipo a lo largo de toda su vida. En la actualidad, es necesario que los docentes descubran que su tarea es ardua cuando se trata de orientar el aprendizaje de los alumnos permitiéndoles ser capaces de enfrentar la realidad que le rodea siendo críticos, creadores, constructores de su aprendizaje logrando desarrollar habilidades tales como: la reflexión, análisis, síntesis crítica, innovación y creatividad. Evidentemente, nuestra sociedad exige la presencia de un docente que salvaguarde los valores éticos y morales, y se comprometa con sólidos valores (no neutro), lo que permite rescatar al hombre íntegro dentro de una cultura globalizada. En resumidas cuentas, en esa formación de valores es donde se encuentra el perfil de un docente instruido, formado y afianzado con la única meta de convertirse en un maestro que más que enseñar, infunde valores, cristaliza esperanzas, construye baluartes, fortalece experiencias que pronto serán visualizadas al otro lado del mar con un orgullo implacable por haber obtenido los resultados propuestos. Bien lo señala el autor Hernández (2008) “Cuando el maestro llega, el alumno crece. Las palabras del docente se las lleva el viento; las obras del maestro quedan. Por eso se aprende más con él en una hora que con los demás en un año”. Sin embargo es preciso señalar que, un buen docente con una ética fortalecida en valores es capaz de dejar su corazón en las enseñanzas tratando de vivir con plena seguridad y credibilidad bajo el mismo estandarte de lo que

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