LA EXPLICACIÓN SOCIO-HISTÓRICA: PENSAMIENTO CULTURAL Y COMUNICACIÓN

LA EXPLICACIÓN SOCIO-HISTÓRICA: PENSAMIENTO CULTURAL Y COMUNICACIÓN

Las funciones del lenguaje y la comunicación

Las funciones del lenguaje van cambiando de acuerdo al desarrollo del mismo. En un inicio, se

tienen las siguientes funciones (Halley, 1975, citado en Becker, 2002):

a) Instrumental. El niño utiliza el lenguaje para satisfacer sus necesidades. Tiene hambre, entonces

dice “leche” o “quiero leche”.

b) Reguladora. Se refiere a que el niño se sirve del lenguaje para ejercer control sobre la conducta

de otros. Ejemplo: si el niño le pide a la madre “¿me abrazas?”, ella lo abrazará.

c) De interacción. El niño usa el lenguaje para establecer y mantener contacto con los que se

relaciona.

d) Personal. Es cuando el niño expresa su propia individualidad, ya sea imaginativa e informativa

para comunicar experiencias.

e) Heurística. El lenguaje le permite al niño explorar el medio y aprender.

f) Imaginativa. Se utiliza el lenguaje para crear el entorno.

g) Informativa. Para comunicar cierta información.

Posteriormente en una fase transicional, el lenguaje tiene la función: a) Pragmática. Procede de la

función instrumental y de la reguladora, y se refiere al uso del lenguaje como acción. b) Matética.

Es el lenguaje en cuanto aprendizaje y procede de la función personal y la heurística. c) Ideacional.

Contribuye a las dos anteriores.

Becker (2002) explica las tres metafunciones del lenguaje del adulto, propuestos por Halley de la

siguiente manera:

a) La función ideativa. Sirve para la expresión de contenidos de la experiencia que el hablante tiene

del mundo, tanto de su mundo interno como del externo. Por lo tanto estructura la experiencia.

b) La función interpersonal. Permite establecer y mantener las relaciones sociales. Se trata de una

función interactiva y sirve para expresar y desarrollar su personalidad, por lo tanto al delimitarse los

grupos sociales, el individuo se identifica y se fortalece.

Estas dos funciones básicas ponen de manifiesto los objetivos que las personas persiguen

empleando el lenguaje: entender el mundo y actuar en él. La tercera metafunción es necesaria para

hacer funcionar los componentes ideativo e interpersonal:

c) La función textual, a través de la cual la lengua establece correspondencia entre esta misma y el

contexto en la cual se emplea. Esta función permite establecer las relaciones de cohesión entre las

partes de un texto y su adecuación a la situación concreta en que concurre.

Beck (2002) explica que las intenciones para comunicar son las siguientes:

a) Denominación, respuesta o intención de responder. b) Llamado o intención de dirigirse a la

persona que llama. c) Saludo, protesta, repetición o intención de imitar al que habla o la acción de

otras personas.

Para Vygotsky (1968), la principal función del lenguaje es el intercambio social como instrumento

regulador y controlador de los intercambios comunicativos.

Instrumento y símbolo en el desarrollo del niño

Vygotsky (1979) plantea que para entender la inteligencia, hay que partir de una inteligencia

práctica, la cual sirve para interactuar con el mundo y resolver problemas. Para concluir esto, realizó

estudios tanto con los monos como con los niños pequeños, y mostró que ambos son bastante

buenos en resolver problemas de obtención de recursos y el uso de instrumentos para alcanzar una

meta. Sin embargo, los instrumentos que el mono utiliza son físicos, es decir, solamente recurre a

modos tangibles o directos que pueden ser útiles o no. Los niños en cambio le dan un elemento

simbólico a las herramientas, siendo una de estas el lenguaje, que permiten estructurar la realidad

de nuevas maneras.

Vygotsky (1979) demostró que los niños hablan al resolver problemas, siendo evidente la doble

función del lenguaje:

a) Como algo intersubjetivo, que sirve para la comunicación y, en el caso de los niños, para la

búsqueda de ayuda que les permita introducir nuevas estructuras en su pensamiento para resolver

un problema.

b) Como segunda función está la intrasubjetiva que sirve para hablarnos a nosotros mismos y

organizar mejor nuestro lenguaje. Es notorio que al expresar nuestro pensamiento es más fácil

resolver una tarea y esto puede ser debido a nuestro carácter lingüístico, ya que al haber

pertenecido a una sociedad lingüística toda la vida, se tiene como un hecho la significación de la

realidad por medio del dialogo. En el caso de la función intrasubjetiva, nuestro pensamiento se

enriquece ante un dialogo con nosotros mismos. El lenguaje hace trascender el pensamiento,

permitiéndole una pre-estructuración al proceso de completar una tarea, siendo esto una forma de

adelantarse al futuro; también entra en la información de la experiencia previa lo que es la noción

de pasado, siendo así el lenguaje lo que permite tener una visión dinámica al humano para actuar

sobre su realidad.

El desarrollo de la conducta humana se caracteriza por la maduración, el grado del desarrollo

orgánico del niño y de su grado de dominio en el uso de los instrumentos; en este último, el lenguaje

como actividad simbólica contribuye al desarrollo de una nueva organización estructural de actividad

práctica. Por lo tanto, se considera que “el lenguaje desempeña un papel esencial en la organización

de las funciones psicológicas superiores.” (Vygotsky, 1979, p. 45).

a) Relaciones entre el lenguaje y el uso de instrumentos. Se plantea que existe una interrelación

entre la inteligencia práctica y el uso de signos que en los niños pequeños puede operar

independientemente, pero en el ser humano adulto la unidad dialéctica de ambos es la esencia de

la conducta humana compleja.

b) Interacción social y transformación de la actividad práctica. Vygotsky (1979) afirma que para el

ser humano, la interacción social es el momento más importante en el curso del desarrollo intelectual

que da cuenta de las formas más humanas de la inteligencia práctica y abstracta, “es cuando el

lenguaje y la actividad práctica, dos líneas de desarrollo independientes, convergen” (p. 48).

Los niños frente a un problema, no sólo actúan para alcanzar el objetivo, sino que también hablan.

Ambas, acción y conversación son parte de una única función psicológica dirigida hacia la solución.

Así, el lenguaje acompaña la actividad

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