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LA FAMILIA COMO AMBITO EDUCATIVO


Enviado por   •  30 de Abril de 2014  •  3.317 Palabras (14 Páginas)  •  800 Visitas

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ROSARIO DEL PILAR VILLOTA OJEDA

“LA FAMILIA COMO ÁMBITO EDUCATIVO”

DE AURORA BERNAL (Ed)

“La familia como Ámbito Educativo”. La autora hace referencia a la familia y su relación primordial con la educación, siendo esta la base de toda sociedad. Es indiscutible que la educación es responsabilidad primordial de la familia, convirtiéndose en el primer agente educador de las niñas, niñas y jovenes y no de las instituciones educativas como se viene delegando en estos tiempos. La Familia es el primer espacio donde se inicia la formación espiritual, social e intelectual de los estudiantes y es la base para su desarrollo integral como agente activo de una sociedad.

El libro “La familia como Ámbito Educativo” es un compendio de cinco autores, los cuales abordan y hacen un análisis de la Familia, desde diferentes disciplinas como son la sociología, la antropología, la filosofía y la teoría educativa. Los autores Aurora Bernal, Francisco Altarejos, Alfredo Rodríguez, Concepción Naval y Gerardo Castillo, trabajan desde diferentes puntos de vista todo lo relacionado con la familia, sus lazos, relaciones que la convierten en la escuela, de convivencia a través de la identificación del ser social y ser personal.

Es de anotar que a través del libro se puede entender a la familia cómo espacio de socialización y de participación social, como comunidad originaria de personas, lo cual representa que su misión consiste en la planificación y actualización de su ser original, mediante la identificación y el crecimiento de sus sujetos.

En el texto de Francisco Altarejos, Alfredo Rodríguez y Aurora Bernal se nos presenta un esbozo sobre el rol que cumple la familia en la sociabilización, la educabilidad y la construcción de identidad. A través de siete apartados se realiza un trabajo conciso en el marco de la celebración de los diez años (1994-2004) de la instauración del Año Internacional de Familia por Naciones Unidas en 1994.

El primer apartado Sociabilidad y socialización, tiene como punto de partida entender la diferencia entre sociabilidad y socialización, los cuales a pesar de ser diferentes a su vez son inseparables. En primer lugar la sociabilidad se refiere a la educación social del ser humano en sí mientras que la socialización referencia en entorno social del individuo, que se explica mejor en la premisa de Garrido (1971): “Todos nacemos sociables pero no sociales (…) del mismo modo que nacemos educables, pero no educados”. Esto se evidencia totalmente en el sentido que cobra la educación para formar la madurez en el individuo que no es más que la capacidad para realizar actos considerados como positivos en la vida social. Basándose en Durkheim se explica a la educación como un ejercicio de los adultos para precisamente generar madurez en aquellas generaciones que no la han alcanzado y que es necesario para la vida social, eso sería un ejercicio de socialización diferente a la sociabilidad la cual es una característica del ser humano para manifestarse en sociedad. Para que la educación cumpla con tal fin es preciso conocer la condición humana (sociabilidad) y el entorno social en que se desarrolla (socialización), lo anterior genera una conjunción en pro de una educación equilibrada.

Pasando al segundo apartado titulado La educación de “lo social” en la familia, se define a la persona como un buscador que simplemente busca que quiere conocer lo cual lo lleva a un proceso identitario es decir la generación de una vacuidad que va tomando otras identidades (social, familiar, sexual, profesional) esta vacuidad se refuerza gracias a la pregunta ¿Quién soy? Conjugada con la pregunta ¿Qué soy?, obviamente un ejercicio necesario para la construcción de la personalidad, de la identidad. Como es lógico se necesita de los demás para construir dicha identidad, lo cual requiere una afinidad de la identidad personal con otras identidades, sin embargo eso puede dar como resultado una sociabilidad fingida, siendo un proceso ajeno a lo familiar, espacio donde no se construye la identidad sino que se encuentra y se desarrolla de manera abierta. Pero a pesar de esta función de la familia prima la socialización más no la sociabilidad lo que hace que la familia tenga un papel dependiente y subsecuente a la sociedad.

El tercer apartado Enfoque predominante en el estudio sobre la sociabilidad en la familia, nos habla de la investigación del NCFR se trabaja en, donde se hace un análisis sobre la relación entre el individuo y el bienestar. Dicha investigación aparta algunos aspectos relacionados como la elección de pareja, la religión, el poder, el poder adquisitivo; aunque mantiene temas como: la calidad del matrimonio, la relación trabajo y familia, el divorcio entre otros. Lo importante de la investigación es la inclusión de la paternidad, la violencia intrafamiliar, la estructura, el desarrollo y la adolescencia. Es decir se hace un énfasis en la concepción del sujeto especialmente en la construcción de su identidad, centrando la atención en el desarrollo afectivo y el estado emocional de las personas ya que en este punto los hijos construyen sus identidades a través de su bienestar emocional que a su vez depende de las relaciones positivas entre sus padres, lo que se soporta en un equilibrio entre el apoyo y la disciplina. La sociabilidad va a derivarse entonces de los estilos educativos y de la afinidad cultural que tengan las familias. En este estudio se aborda precisamente cómo una comunidad puede influir en la dinámica familiar: las costumbres, la religión, la lengua incluso determinan reforzadores para dar pautas de comportamiento, de nuevo se vive un proceso de integración y adaptación que va a influir directamente en la socialización y la sociabilidad, esto debido a que la vida pública de un individuo se marca por esa afinidad de identidades, pero paradójicamente este desarrollo público se enmarca en un individualismo predominante, los individuos piensan para sí mismos pero no redundan en un sentido social, esto genera una crisis de identidad que coincide con la crisis de la participación social puesto que no existe un vínculo del sujeto con los demás. Es ahí cuando la sociología aborda estas inquietudes conceptualizando la importancia del capital social, Coleman explica esta categoría mencionando que las personas encuentran recursos que le facilitan su labor por medio de las relaciones que establecen con sus pares.

Sin embargo no es posible comprender al individuo fuera de lo social y viceversa (tendencia marcada desde los 80) y es la familia donde se reivindica esta hipótesis puesto que está comprobado que los hijos crecen mejor influenciados cuando existe una interacción positiva con los padres que permean las

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