LA REPRESION: NECESARIA PARA LA VIDA EN SOCIEDAD

LA REPRESION: NECESARIA PARA LA VIDA EN SOCIEDAD

“La doctrina de la represión es ahora el pilar

fundamental sobre el que descansa el edificio

del psicoanálisis, su pieza más esencial”.

Sigmund Freud es considerado uno de los grandes hombres que con sus ideas ha marcado la historia y la concepción de lo que son los seres humanos, sus estudios y trabajos con la histeria, base del vanagloriado psicoanálisis mostraron que el ser humano posee una parte dentro de su psiquismo de la que no es consciente, por lo que no se gobierna totalmente, ya que controla muchas de sus acciones.

Este inconsciente conformará a los sujetos como neuróticos, personas que pueden encajar en la sociedad empero, ¿Cuál es la manera en la que se forma una neurosis? La respuesta está en lo que Freud llamo la represión.

No se forma al neurótico en la adultez, esto inicia en la infancia a partir del interactuar con una función paterna y una función materna. Desde que nace el ser humano trae consigo un conjunto de pulsiones de origen sexual, que desean ser satisfechas por todos los medios posibles pero que a pesar de los intentos no podrán satisfacerse completamente. Estas pulsiones son de vida y de muerte, engloban al odio, el erotismo, el amor, la destrucción, etc. Las que finalmente serán traducidas en deseos y fantasías, pero que conforme se va desarrollando en el neurótico serán prohibidas.

La prohibición constituye el hecho de la represión de todos los neuróticos, el “No” los formará como las personas sociales que son. Los códigos morales, las leyes, los principios sociales y familiares establecidos a los que tiene que acatarse serán los que marcaran el rotundo “No”.

Se puede explicar el motivo de la represión por el simple hecho de que las pulsiones no pueden ser destruidas ni suprimidas, y tampoco son para las exigencias morales aceptadas. La represión se ejerce sobre las excitaciones internas, de origen pulsional, cuya persistencia provocaría un displacer excesivo.

Esto porque, por naturaleza el individuo es un ser sociable, si satisface su moción pulsional (petición pulsional) totalmente dejará de ser un ser socialmente aceptable por qué serlo implica aceptar las normas, entonces a pesar de que la satisfacción de la pulsión brindara placer, si se satisface brindará el displacer del rechazo social, que implica la no aceptación del otro hacia el individuo, si el otro no acepta lo que el individuo es entonces el individuo deja de ser. Porque ese otro lo desconoce. No lo acepta.

Así entonces dice Freud: “La condición para la represión es que el motivo de displacer cobre un poder mayor que el placer de la satisfacción (…) La represión no es un mecanismo de defensa presente desde el origen; no puede engendrarse antes que se haya establecido una separación nítida entre actividad consciente y actividad inconsciente del alma, y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella.”

Esto significa entonces que el neurótico no nace reprimido, sino que con el desarrollo de su infancia se va reprimiendo, en su desarrollo como ser social y necesitado de la aceptación de otro tendrá que aceptar en no que se le impone, tendrá que reprimir. El adulto entonces como ser social va reflejar sus represiones pasadas, y presentes. Por esto no debe olvidarse que la represión es constante, podemos sustraer lo reprimido pero no evitar la represión.

La represión no impide a la agencia representante de la pulsión seguir

existiendo en lo inconsciente, continuar organizándose, formar retoños y anudar conexiones. Y finalmente formar síntomas, es el resultado de proceso represivo. Estos síntomas pueden tener las más diversas formas y concepciones.

Tal sucedió con los casos que Freud trabajo, uno de ellos: la señorita. Elisabeth, nos dice Freud ya en sus interpretaciones de todo lo acontecido en el análisis “Ella reprimió (desalojo) la representación erótica de su conciencia y transmudó su magnitud de afecto a una sensación de dolor somático” Esto se refiere al afecto erótico que sentía por un joven pero que debió de reprimir, puesto que después de una escena donde ella regresa tarde de una fiesta acompañada por él. Su padre empeora de la enfermedad que sufría, acción que le hace sentir culpa, y la culpa es un producto moral, entonces el afecto se aplica a un dolor corporal se hace una conversión para defenderse

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