LA SENSACIÓN DE PODER
Enviado por qwertzio • 20 de Septiembre de 2012 • Informe • 342 Palabras (2 Páginas) • 394 Visitas
LA SENSACIÓN DE PODER
ISAAC ASIMOV
Jehan Shuman estaba acostumbrado a tratar con los hombres que se hallaban en el poder en la
Tierra, envuelta en continuas guerras desde hacía largo tiempo. Él sólo era un civil, pero era el
responsable de determinados modelos de programación, que habían producido computadoras
autónomas de alto nivel destinadas a usos bélicos. Por lo tanto, los generales, al igual que los
presidentes de comités del Congreso, prestaban atención a sus palabras.
En aquel momento había un representante de cada grupo en la sala de reuniones especial del
Nuevo Pentágono. El general Weider era un hombre de rostro quemado por los continuos viajes
espaciales, y su pequeña boca estaba casi siempre fruncida. El congresista Brant tenía los ojos claros
y unas tersas mejillas. Fumaba tabaco denebio con el aire despreocupado de alguien cuyo
patriotismo es tan notorio que puede permitirse tales libertades.
Shuman, programador de primera clase, de elevada estatura y porte distinguido, se sentía
totalmente seguro ante ellos.
¾Caballeros ¾dijo¾, les presento a Myron Aub.
¾El hombre poseedor de un don poco corriente que usted descubrió por puro azar, ¿no es eso?
¾comentó plácidamente el congresista Brant.
Y se dedicó a inspeccionar al hombrecillo de calva cabeza de huevo con afable curiosidad.
Éste se retorcía con nerviosismo los dedos de las manos. Era la primera vez que se hallaba en
presencia de hombres tan importantes. Él sólo era un técnico de bajo grado, de edad avanzada, que
mucho tiempo atrás no había logrado superar las pruebas establecidas para seleccionar a los seres
superdotados de la Humanidad, y se había adaptado a su rutinaria y poco cualificada labor. Lo único
destacable que había en él era aquella afición que el gran programador había descubierto y con la
que se había armado tanto revuelo.
¾Encuentro absolutamente pueril toda esta atmósfera de misterio ¾dijo el general Weider.
¾Pronto dejará de parecérselo ¾repuso Shuman¾. No es algo que pueda revelarse a
cualquiera... ¡Aub! ¾llamó.
Había algo autoritario en su modo de pronunciar aquel monosílabo, pero al fin y al cabo se trataba
de un gran programador dirigiéndose a un simple técnico.
¾¡Aub! ¾repitió¾. ¿Cuánto es nueve por siete?
Aub dudó un momento. En sus acuosos ojos brilló una débil ansiedad.
¾Sesenta
...