La Autoestima

LA AUTOESTIMA

Pygmalión, rey de Chipre, esculpió en marfil una estatua maravillosa de mujer. Tan maravillosa, que se enamoró perdidamente de ella. Invocó a sus dioses, y sus dioses hicieron que la estatua cobrase vida y se convirtiera en una maravillosa mujer de carne y hueso. Pygmalión la llamó Galatea y se casaron y fueron felices.

Lo que éste mito sugiere, es que cuando nos apreciamos y apreciamos a una persona, las esperanzas que concebimos acerca de nosotros o de esa otra persona, si las exteriorizamos, se pueden hacer realidad.

Hoy en día damos una enorme importancia a la autoestima.... pero ¿qué es realmente la AUTOESTIMA? Es la forma habitual de percibirnos, de pensar, de amar, de sentir y de comportarnos con nosotros mismos.

Cuanto más positiva sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos para afrontar las adversidades, más posibilidades tendremos de ser creativos en nuestro trabajo, más oportunidades tendremos de entablar relaciones enriquecedoras, más inclinados nos sentiremos a tratar a los demás con respeto y benevolencia y más satisfacción encontraremos por el mero hecho de vivir.

LA AUTOESTIMA ES EL REQUISITO FUNDAMENTAL PARA UNA VIDA PLENA.

Las individuos con alta autoestima se caracterizan por:

- Aprecio como persona, independientemente de lo que haga o posea.

- Aceptación tolerante y esperanzada de sus propias limitaciones, errores y fracasos (ni pasotismo ni autodisculpa).

- Afecto hacia sí mismo, de manera que se sienta en paz con sus pensamientos y con su cuerpo (ni autolástima, ni autoindulgencia)

- Atención y cuidado fraternal de sus necesidades reales, psicológicas, intelectuales y espirituales (no automimo)

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