La Desicion De Sofia
Enviado por Carlaojedab • 10 de Noviembre de 2013 • 1.145 Palabras (5 Páginas) • 371 Visitas
Ética y educación
Conferencia de Joan-Carles Mèlich
Joan-Carles Mèlich, profesor de Filosofía y Antropología de la Educación en la Universitat Autònoma de Barcelona y responsable del grupo de Educació en valors, fue el encargado de cerrar las jornadas con su conferencia “L’ètica i l’altre”. A diferencia de algunas de las afirmaciones de la pedagogía actual, la ética, según el autor, no es un objetivo más a lograr en la acción educativa, sino su elemento constitutivo. “Es lo que hace que la educación sea educación y no adoctrinamiento”, argumentó.
Mèlich advirtió, primero de todo, que no hay que confundir ética y moral. Para explicar el significado de ésta última, recurrió a una figura literaria: Antígona, que a riesgo de su propia vida se rebela contra Creonte, rey de Tebas, y entierra el cadáver de su hermano, considerado un traidor a su patria. “Para mi”, aclaró, “la moral de la sociedad occidental está encarnada por Antígona. Una moral necesaria para educar a los niños y jóvenes, porque es necesario tener referentes para admirar y criticar”. Y destacó, como característica básica, que siempre se inscribe en el ámbito público. “En cambio, la ética no es pública ni privada, es íntima. Con esta idea, que es la primera vez que presento en público”, confesó, “me refiero a que es una relación con otro, que tiene nombre y apellido”.
Asimismo, la moral es un código o un marco normativo propio de una cultura concreta en un momento dado de su historia: “La moral es la ley no escrita, la ley de Zeus, como dice el texto de Antígona”, expuso Mèlich a modo de ejemplo. “La ética, en cambio”, subrayó, “no tiene nada a ver con los códigos o las normas. Es única e irrepetible y no actúa siguiendo un deber o principio universal. Es la respuesta a la demanda o apelación que nos dirige el otro, es una respuesta que siempre se da en una situación concreta, hic et nunc, que nunca podemos establecer por adelantado”.
La decisión de Sophie
Mèlich fue categórico al concluir que “la ética es la transgresión de lo universal, o dicho de otra manera, del deber”. Y para poner un ejemplo definitivo de que la ética nunca puede coincidir con la moral, recurrió de nuevo a la literatura. Esta vez con una lectura que dejó a todos los presentes en la sala casi sin habla: La decisión de Sophie, la historia de una católica polaca que debe decidir a cuál de sus dos hijos envía a la muerte segura de las cámaras de gas de Auschwitz. Un ejemplo que no eligió al azar, puesto que Mèlich forma parte del proyecto La Filosofía después del Holocausto, del Instituto de Filosofía del CSIC de Madrid, y ha publicado, entre otras obras, Totalitarismo y fecundidad. La filosofía frente a Auschwitz (1998), La ausencia del testimonio. Ética y pedagogía en los relatos del Holocausto (2001) y La lliçó d’Auschwitz (2001).
No sin advertir de la dureza del libro, leyó uno de los pasajes más desgarradores de la novela de ficción del estadounidense William Styron, que popularizó en los años 80 la película protagonizada por Meryl Streep. El momento en que Sophie tiene que decidir, obligada por el sadismo de un médico nazi, si envía a la muerte al niño o la niña. Lógicamente, se niega, pero ante el ultimátum del doctor -“elige de una vez, o mando a los dos”- se decide por la niña y salva a Jan, el más débil. En medio de un llanto que le hace perder
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