La Escuela Donde Todo Es Posible

Los lenguajes, prioridad de la escuela maternal.

La escuela maternal constituye el pedestal educativo sobre el cual se rigen los aprendizajes sistemáticos de la escuela elemental.

El dominio de los lenguajes establece el vínculo entre todos y es el fundamento sobre el cual se edifican todos los aprendizajes.

La escuela maternal, primera etapa del éxito escolar.

Favorece el florecimiento y desarrollo de las capacidades sensoriales, motrices, relacionales e intelectuales de todos los niños que recibe. En todos ellos, organiza la adquisición de competencias lingüísticas determinantes.

Es en ella donde, desde los primeros años, debe prevenirse el fracaso precoz y la deserción escolar que con frecuencia resulta de él.

Recibe a los niños que son el producto de historias y de contextos muy diferentes, cuyo manejo del lenguaje oral y ocasiones de encuentros con el escrito son extremadamente variantes. Sin forzar los ritmos y manteniendo con respecto a cada niño un nivel de exigencia que incita a anticipar, la escuela maternal puede permitir a todos sus alumnos abordar el curso preparatorio con un dominio de lo oral y una iniciación a la escritura suficientemente logrados para tener éxito en él.

La escuela maternal goza de ventajas preciosas: la plasticidad y la curiosidad de los pequeños alumnos en un periodo del desarrollo infantil en el que la evolución es muy rápida; la posibilidad de conjugar estrechamente el placer de aprender y la eficacia escolar.

Calidad de los aprendizajes y habilidades profesionales

Los debates e intercambios pusieron en evidencia la importancia de la calidad de los aprendizajes para que todos los alumnos adquieran progresivamente las herramientas cognitivas y lingüísticas necesarias para una buena escolaridad elemental.

La escuela maternal debe, ofrecer a todos la primera experiencia exitosa de un placer experimentado en el trabajo, del poder de pensar para actuar mejor. Se trata de comenzar a almacenar conocimientos explícitos y habilidades transferibles.

Los lenguajes en el centro del los aprendizajes

El lenguaje corresponde a las actividades de recepción y de comprensión (escuchar, leer) y a las actividades de producción (hablar, escribir).

Se concede a la lengua y a los lenguajes un lugar determinante en los objetivos y las prácticas de la escolaridad maternal porque: su dominio entra en la construcción de todos los aprendizajes; es una dimensión y con frecuencia una condición de la adquisición de todas las competencias, transversales y disciplinarias.

Los juegos, los ejercicios, las situaciones de intercambio serán más ricas cuándo las actividades integren la dimensión lingüística.

El lenguaje ayuda a poner en perspectiva las experiencias vividas. Trabajarlo permitirá a los alumnos familiarizarse precozmente con sus diferentes registros y acercarse, de manera adaptada a su edad, al sentido de los aprendizajes escolares.

Debe comenzar a implementarse una actitud eficaz que lleve al alumno a percibir, más allá de la tarea efectuada.

1. EL LENGUAJE ORAL, EJE DE LOS APRENDIZAJES EN LA ESCUELA MATERNAL

La escuela maternal es primero la escuela de la palabra, pero el aprendizaje de lo oral también se realiza afuera, especialmente en la familia. La heterogeneidad de los hábitos lingüísticos de los niños puede ser fuerte de malentendidos por lo que deben aceptarse con benevolencia las primeras formas de comunicación, frecuentemente inscritas en los intercambios no verbales y las primeras palabras.

Un lenguaje explicito y estructurado.

Las actividades que se ponen en práctica deben permitir:

Aprender a intercambiar: primero en situación dual luego en grupos pequeños y en todo el grupo reunido. la participación se limita principalmente ya que se vuelve más interactiva y supone entonces escucha y regulación de su propósito para hacerse entender, constituye un objetivo esencial de la escolaridad maternal y determinante para los aprendizajes anteriores

Aprender a practicar funciones variadas del lenguaje: designación, descripción evocación, interpretación, cuestionamiento, juegos con las palabras se convierte en lenguaje de presentación, vehículo de lo imaginario y vector de aprendizajes.

Aprender a comprender: escuchar e interrogar, interrogarse establecer relaciones con experiencias anteriores y conocimientos, son otras modalidades de un trabajo de la comprensión que debe practicarse regularmente.

Aprender a interesarse en el funcionamiento del lenguaje: al convertirlo en un objeto de juego, de manipulación y de reflexión se implementan habilidades funcionales cuando se realizan actividades lúdicas, poéticas, etc.

Todas estas actividades se toman en cuenta la parte de silencio momentos colectivos pero también individuales en que la palabra se interioriza y en que se puede aun siendo pequeño, aprender callado. La escuela maternal es participe del esfuerzo educativo a favor del aprendizaje precoz de las lenguas extranjeras.

Modalidades de reagrupación flexibles para satisfacer necesidades variadas

Las situaciones colectivas subrayan con frecuencia las desigualdades entre hablantes, sin que por lo demás se pueda necesariamente llegar a una conclusión sobre la “cantidad” y “calidad” del uso de la palabra o de la facilidad lingüística en el dominio de los contenidos de enseñanza.

Atentos a las diferencias entre los alumnos, se organizan talleres a los que asignan objetivos lingüísticos precisos; por medio de juegos, a partir de los soportes variados y de situaciones estimulantes que sin embargo le ceden el lugar a lo que se necesita de estabilidad para que los

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