La Memoria
Enviado por kaorukudo • 24 de Octubre de 2012 • 420 Palabras (2 Páginas) • 334 Visitas
Seis novelas, siete cuentos y noventa poemas conforman la obra publicada hasta el momento por el escritor Tomás González (Medellín, 1950).
El viaje emprendido desde Envigado al Golfo de Urabá por Elena y J., protagonistas de Primero estaba el mar, su primera novela, es una de esas historias que por su diáfana y trágica hondura se convierten en punto de referencia para sucesivas generaciones de lectores.
En 1983, poco antes de que sus amigos de El Goce Pagano publicaran el libro en Bogotá, Tomás viajó con su mujer y su hijo a Estados Unidos, donde residirían durante casi veinte años. La lejanía lo impulsó a escribir las novelas Para antes del olvido (1987), La historia de Horacio (2000) y Los caballitos del diablo (2003). En todas ellas un entramado de entrañables personajes reitera rasgos de la cultura paisa como el apego a lo rural, la férrea unidad de familias muy numerosas, la presencia dominante del “mujererío”, el culto al licor, los embates de la violencia, la irónica y no siempre armoniosa coexistencia de genios para los negocios con figuras más bien desentendidas del lucro.
Ácido retratista del “empujoso carácter antioqueño”, del “ambiente de ferocidad y violencia que desde hace muchos años subyace, telón de fondo, abismo tenebroso, en todas las actividades de los hombres antioqueños”, de Tomás puede decirse lo que él mismo escribió acerca de León, su álter ego en Para antes del olvido: “Lo que el abogado sentía por su pasado, por el pasado de su gente, de los que pusieron las vigas, pisaron las tapias y sembraron las ceibas era… amor profundo”.
Además de novelista, es autor del volumen de cuentos El rey del Honka-Monka (1993) y de dos versiones del poemario Manglares (1997, 2006), en los que recrea paisajes y episodios de su infancia y juventud en Colombia, así como experiencias de su larga estancia en Nueva York. Tras su regreso a Colombia en 2002, escribió Abraham entre bandidos (2010), sobre el secuestro de un finquero en los años cincuenta, y La luz difícil, su esperada novela neoyorquina, de inminente aparición, parte también de una saga familiar que abarca desde 1913 hasta 2018.
En esta entrevista, fruto de un diálogo que comenzó durante el IV Festival Internacional de Poesía de Pereira, en agosto de 2010, y que culminó en su finca Altamira en Cachipay (Cundinamarca), Tomás González, “alucinado con moderación, como los gatos”, rompe su habitual parquedad y discurre a sus anchas sobre su oficio, vida y obra ante (así lo quiero creer) un atento lector.
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