La Mujer Actual
Enviado por Rosina36 • 27 de Septiembre de 2013 • 2.380 Palabras (10 Páginas) • 383 Visitas
INTRODUCCION
La mujer desde el principio de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr trascender su condición de madre y ama de casa y así tener la posibilidad de participar en la sociedad.
Comenzaré diciendo que la participación femenina en empresas u organizaciones ha marcado un cambio en la sociedad, es una influencia fuerte con tendencia en aumento.
La presencia femenina hoy en día es indispensable para contribuir con el desarrollo y crecimiento de las empresas, instituciones y organizaciones, alcanzando su más alto nivel de exigencia y siendo igual o más responsable de lo que creían.
Recordemos que el rol de la mujer aborda demasiado, pues es dueña de casa, de cuidar a su familia, de trabajar incluso en un porcentaje alto de hogares también de sustentar sola a la familiar económicamente.
Sin dejar de lado que la constitución física de la mujer es mucho más pequeña que la del hombre, por lo que la mantuvo alejada de las actividades laborales de esfuerzo físico que ocupan obviamente una constitución de cuerpo más robusta.
Cuando la mujer comenzó a trabajar su salario era bastante más bajo que el del hombre, pero el tiempo y la dedicación que le ha dado a su trabajo ha superado las expectativas, llegando a tener un papel importantísimo en lo social, cultural, político y también en cuanto a lo económico, saliendo adelante por sus propios logros y así pudo incorporarse eficazmente en lo laboral.
Los beneficios más destacados de la mujer en el ámbito laboral son:
Fuero maternal
Incapacidades prenatal y posnatal (42 días antes y 42 días después)
Subsidio maternal
Derecho a alimentar a su hijo
Control gratuito del embarazo
Alimentación complementaria a la embarazada de bajo peso.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
De qué manera la mujer ha logrado incursionar en el mundo laboral
MARCO TEORICO
Los trascendentales cambios en el carácter del trabajo están determinados, por las nuevas tecnologías, la organización de las empresas, pero sobre todo, por las profundas transformaciones socioculturales donde las modificaciones en las relaciones de género son protagonistas, y aquí hago especial hincapié en la introducción de la mujer en el mundo laboral.
El índice de participación de las mujeres en el mercado de trabajo ha sido creciente, a lo largo de los últimos años se ha detectado la presencia creciente de mujeres con una elevada preparación en el mundo laboral público y privado, las mujeres con una titulación superior encuentran, en general, una realidad menos discriminatoria por razones de género en el ámbito de la administración del Estado que en los empleos privados.
Cada vez se escribe más sobre las empresarias y las ejecutivas, mostrándolas como prototipo de los avances de las mujeres en el mundo laboral.
El acceso de las mujeres al mercado laboral puede representar un progreso respecto a condiciones previas, al aumentar su autonomía personal y económica y mejorar, de este modo, su capacidad de negociación al interior de la pareja y familia.
La generación de ingresos propios, la ampliación de las relaciones interpersonales y el aprendizaje de nuevas competencias debilitan la habitual dependencia de las mujeres respecto de los hombres, y dirigen las relaciones sociales de género existentes hacia otras con mayor potencialidad de equidad.
El ingreso de la mujer al mundo laboral es una de las deudas sociales que aún persisten en nuestro país, por lo que son necesarias políticas públicas que posibiliten que la mujer pueda salir de su hogar y acceder a un empleo, que logre conjugar la educación y cuidado de sus hijos, y una actividad laboral que le permita generar mayores ingresos a la familia.
Es importante que las mujeres continúen ganando espacio laboral, pero sin que se proyecte la desigual distribución por géneros de los dos tipos de trabajo para el mercado y reproductivo- sistemáticamente a futuro, como ocurre hoy en día.
A la hora de diseñar y emprender políticas de regulación, deberá tomarse en consideración que mujeres y hombres participan de manera diferente en el trabajo productivo y reproductivo. Esto es, al identificarse campos y modalidades de promoción, protección y regulación del empleo flexible, las políticas aplicadas debieran contener criterios para impedir que se perpetúen la discriminación y la segregación de género dentro y fuera del mercado laboral.
El antecedente del feminismo, dice que "la mujer", lo que entendemos por mujer (coqueta, frívola, caprichosa, salvaje o sumisa, obediente, cariñosa, etc.) es un producto cultural que se ha construido socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija, hermana...” Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica, ese conjunto de rasgos propios que la caracterizan frente a los demás y desde sus propios criterios.
Muchas de las características que presentan las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino de cómo han sido educadas y socializadas.
En el tema del machismo, esa actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres, aun en nuestro actual siglo XXI sigue siendo preponderante pues no se ha podido avanzar tanto en compartir mejor las tareas domésticas, lo que afecta especialmente a las mujeres que trabajan y que han logrado avances importantes en materia laboral.
Y éste es un problema de mentalidad general, que afortunadamente está cambiando con las parejas jóvenes, pues ellas tienen más posibilidades de lograr un equilibrio.
Así mismo que la desigualdad hacia las mujeres, pues continúan siendo discriminadas por una sociedad que a pesar de su modernidad aún rehúsa reconocerlas como activas agentes productivas dotadas de iguales derechos que los varones, además los empleos accesibles son precarios y mal pagados. La consideración de que los puestos de trabajo bien pagados son para los varones sigue vigente.
Abrirse espacios en el campo laboral en esta sociedad tan competitiva, donde las mujeres deben combinar el trabajo con la casa, con el marido y con los hijos no es nada fácil. La discriminación no es sólo salarial.
Existen otros elementos de discriminación entre hombres y mujeres, además del salarial, algunos son externos al ámbito de las relaciones laborales, aunque a través del diálogo social, podemos contribuir a modificarlos y avanzar en el objetivo de corregir las desigualdades que existen en las condiciones laborales de hombres y mujeres.
Los principales problemas que tienen hoy las mujeres en el mercado de trabajo
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