La Niñez Espejo De La Realidad Social
Enviado por adriacata • 4 de Octubre de 2012 • 6.841 Palabras (28 Páginas) • 591 Visitas
LA INFANCIA, ESPEJO DE LA REALIDAD SOCIAL
INTRODUCCION:
Desde la aparición del hombre sobre la faz de la vida, constantemente este se ha preguntado el porqué de las cosas, de donde viene y para que se encuentra en la Tierra. Este planteamiento por conocer, es lo que lo ha diferenciado en gran medida de los otros seres del planeta, al convertir el conocimiento en herramientas transformadoras de su realidad inmediata, a través de una constante resignificación de lo que hace o deja de hacer. A partir de ese planteamiento histórico, el proceso del aprendizaje ha sido constante, basado en los cuestionamientos que se hace al evaluarse y en el cúmulo de aprendizajes que transmite. La idea de aprendizaje surge del conocimiento de las cosas, de las explicaciones que ha venido haciendo del porque sucede esto o aquello, del avance de la observación del hecho, a la intención de explicar por qué suceden.
Sin embargo, no podemos pensar siempre lo mismo o siempre igual, ya que “cada mente es un mundo” y al conocer las cosas, no todos las vemos de la misma manera. Somos sujetos atravesados por las condiciones en las que vivimos sociales, políticas y económicas, siendo estas las que nos determinan.
Pensándonos como sujetos dentro de una sociedad, y siendo esta determinante para el desarrollo de nuestra vida, intentare analizar a la luz de los autores propuestos por la catedra, diferentes definiciones que ayudan a teorizar la construcción de los sujeto. Las desiguales situaciones que los niños, niños y adolescentes viven hoy en nuestro país, en relación con el mundo que los rodea y sus familias, y como esa realidad social se pone de manifiesto en la escuela.
Trabajare con un breve analisis de los textos y conceptos estudiados en el transcurso de la cursada.
Se analizaran algunas escenas de películas vistas, propuestas en el programa de estudio, con el fin de poder identificar los diferentes conceptos trabajados, y de ese modo argumentar las diferentes categorías teóricas.
LA INFANCIA COMO CONSTRUCCION SOCIAL
A continuación, planteo algunas reflexiones que permiten pensar al niño como sujeto y sobre su constitución en la relación con los adultos, desde un encuadre psicoanalítico.
¿Qué significa hablar del niño como sujeto desde esta perspectiva?
Significa pensar en una subjetividad en vías de constitución, que no está dada desde el vamos. Significa pensar en una subjetividad que se constituye en el discurso de los adultos. Significa pensar en una subjetividad que requiere de alguien que le acerque al niño la lengua y la cultura, y le ofrezca espacios de protección que le posibiliten aprehenderla.
Si bien podemos encontrar que estos procesos de constitución adoptan características particulares en esta edad de la vida a la que llamamos infancia, sostenemos que esos procesos no se ajustan a un programa cronológico y evolutivo. Factores sociales, históricos, culturales, familiares y personales darán color propio a la constitución de los niños como sujetos.
El niño como sujeto internaliza las estructuras del mundo externo, tanto del mundo real, como el definido desde el punto de vista cultural. Esas estructuras internalizadas constituyen un habitus, un sistema de disposiciones que inclinan a los actores, a actuar, pensar y sentir de manera coherente con los limites de su estructura. (Bourdieu, 1992). Este habitus establece una gama de opciones y limites para el actor, es un sistema de disposiciones duraderas que funcionan como esquemas de clasificación, para orientar las valoraciones, percepciones y acciones de los sujetos.
De este modo, se amplía nuestra mirada sobre los niños que habitan hoy las escuelas, lo que nos lleva a pensar variaciones en sus relaciones con el lenguaje, la cultura y las figuras de su transmisión —los adultos— que posibilitan la constitución de su subjetividad.
En este punto quiero detenerme para aportar a esta reflexión la definición de subjetividad, que a mi modo de ver la realidad de los sujetos resulta la más acertada.
Por subjetividad entiendo el conjunto de modos de percepción, afecto, pensamiento, deseo, temor etc., que animan a los sujetos actuantes. Pero también aludo a las formaciones culturales y sociales que modelan, organizan y generan determinadas “estructuras de sentimientos” (Williams, 1977)
Larrosa también aporta a este análisis el pensamiento de que la idea de lo que es ser una persona, un ser humano, un yo, un sujeto es histórica y culturalmente contingente. Pero no solo la idea de nuestra concepción de ser humano es histórica y contingente, si no que nuestro modo de comportarnos, de ser hombres. Va mucho más allá de las ideas y representaciones. El hombre es un animal que se autointerpreta; y en ese sentido nos interpretamos a nosotros mismos, en como nos comportamos. Interpretamos, le damos forma a nuestra experiencia a través de nuestros actos. Nuestra experiencia esta atravesada por lo histórico y lo cultural.
¿Por qué reflexionar sobre el niño como sujeto?
Porque a la hora de pensar e intervenir en los procesos pedagógicos que se desarrollan en el ámbito de la escuela, resulta relevante una perspectiva atenta a la posición del adulto, que en la escuela es el docente, y a la heterogeneidad de recorridos posibles en términos de construcción de subjetividades por parte de los niños, que en la escuela son nuestros alumnos.
Así como la noción histórica de infancia nos permite comprender que los niños son producto de una construcción social, histórica, diversa y contextualizada, la noción de sujeto nos permite entender que esa construcción es siempre en relación con un adulto.
Según Sandra Carli: "Es en la ligazón entre la experiencia de los niños y la institución de los adultos, que adviene el niño como sujeto. Esta ligazón es constitutiva. La referencia histórica al proceso de construcción social de la infancia no debe hacernos perder de vista el hecho de que dicho proceso pretende capturar la construcción simbólica singular de los niños, y que esa construcción opera con un vínculo profundamente asimétrico." CARLI, Sandra (1999) "La infancia como construcción social", en De la familia a la escuela. Infancia, socialización y subjetividad. Buenos Aires, Santillana.
Destaco en la cita de Sandra Carli la posición que asumen los adultos en una relación calificada de "asimétrica", donde opera el discurso social y donde se juega la construcción simbólica singular de cada niño como sujeto.
¿En qué se sostiene esta asimetría?
No es sencillo responder a esta pregunta si pretendemos contextualizarla en los tiempos
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