La Obesidad, Una Mirada Psicológica, Biológica Y Social

La obesidad:

Una mirada psicológica, biológica y social.

Abstract

La obesidad es un fenómeno que ha ido aumentando con los años repercutiendo fuertemente en la salud de las personas. Esto ha conllevado tanto a severas enfermedades como consecuencias psicológicas que han desencadenado trastornos de conducta frente a los alimentos, como el síndrome de atracón. Son muchas las alternativas y teorías que se presentan para indagar sobre las perspectivas que influyen y desencadenan este fenómeno, indagando sobre los factores biológicos, psicológicos y sociales. Teorías que plantean que uno de estos tres factores incide más sobre los otros, y otras que dicen que existe relación e interacción entre estas perspectivas. Realizando un análisis y criticando las posturas, son amplias las conclusiones que se llevan a cabo sobre estas indagaciones, permitiendo reconocer una gran importancia en los tres factores mencionados al momento de hablar de obesidad, pues todos somos seres distintos, con diferentes genéticas, entornos y mentalidad, por lo que cabe decir, que una enfermedad como la obesidad no puede generalizarse en cuanto a sus factores, sino que se debe llevar a cabo una propuesta que ilustre la participación y correlación de las tres perspectivas, llegando a una conclusión biopsicológica social.

I. Introducción

La obesidad es un problema mundial que hoy en día preocupa a miles de especialistas ya que está causando múltiples enfermedades e incluso muerte de personas a lo largo de todo el mundo. En Chile se han creado diversos programas como por ejemplo, “Vivir Sano” para que las personas tomen conciencia de su situación, aprendan a comer sano y hagan ejercicio físico. Estos programas se han realizado porque según la OCDE Chile es el cuarto país que presenta mayores niveles de obesidad en el mundo.

“La obesidad se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal, lo que significa riesgo para la salud. Es el producto de un balance calórico positivo, ya sea por medio de un elevado aporte energético o por una reducción del gasto de energía”.(Moreno, 1997)

La obesidad entonces, es un problema que se tiene que abarcar desde muchos ámbitos de la salud, desde la nutrición, la psiquiatría y la psicología, ya que puede provocar en la persona el desarrollo de una enfermedad crónica. Es necesario que esta se abarque porque corresponde a un gran problema para la nación, ya que genera muchas enfermedades como diabetes, hipertensión, cardiopatías, tipos de cáncer, entre otros, y además es un estigma social ya que a muchas personas se les discrimina por su condición física.

Existen diversos factores influyentes en este tipo de trastorno mundial, desde factores genéticos y metabólicos individuales, hasta factores de tipo social, en los cuales influyen principalmente las costumbres alimentarias a nivel nacional y familiar. También a través de procesos psicológicos, que producen en las personas conductas ansiosas, por ejemplo, desencadenando obesidad en las personas. Es por esto, que se produce una tensión entre los factores biológicos, psicológicos y sociales principalmente. Sin embargo, ¿cuál de estos factores tiene mayor grado determinante en la obesidad? Sabiendo entonces, cuál es el factor gatillante se puede conocer la manera de bajar estos niveles y así promover un vida saludable, tanto mental como física.

II. Desarrollo

II.a) Antecedentes teóricos

En esta sección, se explicita una revisión de los antecedentes teóricos, que pretenden argumentar y explicar, las distintas posturas que se tienen acerca de los factores influyentes en el trastorno de la obesidad, tanto biológicos, psicológicos y sociales. Es necesario analizar la manera en que cada aproximación hace referencia y uso de argumentos conceptuales específicos.

A nivel biológico, según un informe de Red Salud UC, la obesidad aparece debido a una predisposición genética y a un desbalance entre las calorías que una persona consume y las que utiliza. Es por esto, que se engorda cuando se ingieren más calorías de las que se gastan en las actividades cotidianas. Clínicamente hablando, un individuo es obeso cuando su peso total supera el 20% del peso medio ideal para su edad, talla y sexo, y es obeso mórbido cuando este porcentaje es mayor a 150%. El exceso de peso influye en casi todos los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares: aumentando la presión arterial, aumenta los niveles de colesterol LDL y triglicéridos y baja el colesterol HDL.

Según Seijas y Feuchtmann (1997), los principales factores incidentes en el desarrollo de obesidad serían patrones de conducta sedentarios y la ingesta excesiva de grasas en la dieta alimentaria. Plantean, que con respecto a la obesidad debe tenerse en cuenta, que constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, cardiopatías, apnea del sueño, diversos tipos de cáncer, entre otros. Y, que a su vez constituye un síndrome con una alta prevalencia de trastornos de ansiedad, depresión, conductas adictivas, desarrollo de síntomas bulímicos y/o anoréxicos, etcétera.

A través de una investigación realizada por científicos australianos, en el Instituto Robinson de la Universidad de Adelaida, se constata que no sólo el enfoque en la salud de la madre es importante antes, durante y después del embarazo, sino que también la salud del padre se debe considerar en la concepción. Este estudio muestra cómo la obesidad del padre puede ser heredada por sus hijos extendiéndose hasta dos generaciones, a pesar de que éstos se alimenten de manera saludable. Se explica esto, debido a que el sobrepeso puede cambiar la composición molecular del esperma, programando al embrión para que presente esta condición o incluso enfermedades metabólicas en el futuro e incluso generaciones posteriores. Sin embargo, existe la posibilidad, de que si se muestra especial atención a la dieta y ejercicio del padre, se logre un impacto positivo en el futuro de sus hijos y nietos.

Siguiendo con los autores de Seijas y Feuchtman, refiriéndose a los factores biológicos, en mujeres obesas se ha visto un bajo nivel del neurotransmisor serotonina en el líquido cefalorraquídeo, que se correlaciona con preferencias elevadas por carbohidratos. El neurotransmisor dopamina muestra mayor evidencia de causar la obesidad, al encontrarse una asociación entre la presencia

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