La Pedagogía De La ética

El hombre es una sustantividad que está compuesta de cuerpo y psique, somos un hombre que está en proceso de humanización, y que esa humanización tiene que ver en gran medida con los otros, descubrir la interioridad del otro, algo que ya somos en esencia de manera particular y especial. Sólo en esa medida la vida puede reflexionarse o vivirse de manera más humana. Si nos remontamos a nuestros inicios podremos darnos cuenta que nuestra relación no es ser humano-naturaleza, sino que es sujeto-sujeto, que nos ha sido dada la ternura, el amor y la ayuda para salir adelante. Así que no podemos negar los demás han constituido y construido lo que somos ahora, sin embargo ahora que empiezo a tener conciencia de la responsabilidad que tengo para construirme por este dinamismo de la libertad, debo seguir cuestionándome constantemente en mis relaciones con los otros.

En este mismo concepto podemos mencionar también la palabra alteridad la cual significa que el otro es el fundamento o la base de mí, porque tenemos al otro desde siempre y está dando significado a mi existencia. Un ejemplo de esto sería que si yo miro al otro estaría dando más fundamento a mi esencia humana, porque todos deben entrar en mi corazón. El “por” significa lanzarse a la defensa del otro, es decir ser responsable en mi libertad y responder por el otro. Entendiendo así la responsabilidad, mi realización no puede lograrse si no es en medida y la defensa por el otro, en la defensa del respeto por su dignidad y la interioridad de mi hermano, quiere decir con esto que mi interioridad debe estar en comunión y diálogo continuo con el otro para hacer juntos un proyecto de solidaridad, porque sólo con la solidaridad la humanidad y el mundo tendrán esperanza.

Desde que en las primeras décadas del siglo XIX los geólogos llegaron a la conclusión de la que tierra se formó a través de procesos muy lentos y continuos, durante períodos extraordinariamente largos, los paleontólogos empezaron a especular con la idea de que los restos fosilizados de animales que venían encontrándose desde hacía siglos debían tener una antigüedad mucho mayor de la que hasta entonces se les atribuía. Otras ciencias, como la física y la química, aportaron procedimientos cada vez más fiables para datar los hallazgos de los paleontólogos, y cuando en 1859 se publicó el origen de las especies de Darwin, se sentaron las bases del triunfo de la teoría evolucionista, según la cual los seres vivos actuales -incluido el hombre- son el resultado de la evolución de especies anteriores.

Pero en ese proceso de evolución el hombre ha modificado sus conductas y día a día ha ido perdiendo su responsabilidad frente a las diversas cosas que la misma naturaleza le regala, cada vez más nos preocupamos por el bienestar momentáneo y dejamos de lado el futuro lo cual nos ha llevado a exterminar con valiosísimas cosas que antes poseíamos y que ahora solo son un recuerdo o una historia, pero de la misma manera como el hombre ha perdido la responsabilidad consigo mismo, con los demás y con el medio ambiente, también ha perdido su ética la cual se debe considerar no solo como la condición personal del hombre, sino también su sociabilidad. Hay, por tanto, deberes éticos que se refieren al ser personal del hombre, y otros que afectan a su condición de ser relacional ante Dios, ante los demás y ante la naturaleza. Los principios éticos no son recetas de aplicación inmediata; no sustituyen el papel de la conciencia ni la obligación del hombre de conocer la ley moral y de formar su conciencia. La responsabilidad de la creación y de la educación de los valores a los seres humanos son nada más y nada menos que nosotros mismos. Como todos sabemos nuestra moral nació en nuestros hogares alrededor de nuestra familia y asimismo, a nuestros padres sus padres y así a través de los años. El origen de los valores está en la práctica; primero existe la práctica, luego la experiencia y por último la conciencia de la práctica, que es la implementación de lo que llamamos valor.

Ya los mismos seres humanos guiados por nuestra conciencia creamos los valores establecimos nuestro régimen de educación de valores (variando conforme a las personas) y así mismo implementamos los métodos de educación más convenientes según nuestro criterio. La ética hoy por hoy se juega un papel muy importante dentro de nuestra sociedad y de otras sociedades alrededor del mundo para una sana convivencia entre las personas de un mismo círculo social, pero también una ética ambiental para la conservación de la creación que nos rodea.

A pesar y de que la ética de las personas es menor o poca con respecto quizás a la que existía hace 150 años o más la idea o la postura de que la ética es un factor primordial en la sociedad aún sigue vigente al igual que un ideal de valores en las personas. Si existiera una conducta en las personas con una visión a una conducta con valores marcados en la ética pudiéramos vivir en una sociedad tranquila sin las masacres que existen, sin las violaciones a los derechos humanos, sin los robos que hay todos los días a las personas que lucha por salir delante de una forma legal y tal vez el punto a ver más importante sin la pobreza que se vive en las zonas más marginadas. Quizás no todas las personas pueden tener una postura de este tipo pero si cada vez no pudiéramos esforzar más por ser mejores personas, mejores trabajadores, mejores hermanos y mejores hijos ese

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