La Religion
Enviado por andrescedeno • 2 de Noviembre de 2012 • 398 Palabras (2 Páginas) • 308 Visitas
CONFIRMA
ACERCARSE A ÉL CON TODA CONFIANZA
En la liturgia romana, se invita a la asamblea eucarística a rezar el padre nuestro con una audacia filial; las liturgias orientales usan y desarrollan expresiones análogas.
"PADRE"
Antes de hacer nuestra esta primera exclamación de la oración del señor, conviene purificar humildemente nuestro corazón de ciertas imágenes falsas de "este mundo". Ósea alejarnos de lo que hacemos.
La humildad nos hace reconocer que "nadie conoce al padre, sino el hijo y aquél a quien el hijo se lo quiera revelar", es decir "a los pequeños". Podemos invocar a dios como "padre".
"PADRE "NUESTRO"
Padre "nuestro" se refiere a dios. este adjetivo, por nuestra parte, no expresa una posesión, sino una relación totalmente nueva con dios.
Cuando decimos padre "nuestro", reconocemos ante todo que todas sus promesas de amor anunciadas por los profetas se han cumplido en la nueva y eterna alianza en cristo.
"QUE ESTÁS EN EL CIELO"
Esta expresión bíblica no significa un lugar ["el espacio"] sino una manera de ser; no el alejamiento de dios sino su majestad. Dios padre no está "fuera", sino "más allá de todo" lo acerca de la santidad divina que puede el hombre concebir.
“EL RESUMEN”
La confianza sencilla y fiel, la seguridad humilde y alegre son las disposiciones propias del que reza el "padre nuestro".
Podemos invocar a dios como "padre" porque nos lo ha revelado el hijo de dios hecho hombre, en quien, por el bautismo, somos incorporados y adoptados como hijos de dios.
La oración del señor nos pone en comunión con el padre y con su hijo, Jesucristo. Al mismo tiempo, nos revela a nosotros mismos.
Orar al padre debe hacer crecer en nosotros la voluntad de asemejarnos a él, así como debe fortalecer un corazón humilde y confiado.
Al decir padre "nuestro", invocamos la nueva alianza en Jesucristo, la comunión con la santísima trinidad y la caridad divina que se extiende por medio de la iglesia a lo largo del mundo.que estás en el cielo" no designa un lugar sino la majestad de dios y su presencia en el corazón de los justos. el cielo, la casa del padre, constituye la verdadera patria hacia donde tendemos y a la que ya pertenecemos.
LO QUE ENTENDIMOS
que al rezar el padre nuestro no es una simple oración sino un momento de meditación en el que afirmamos nuestra fe en el altísimo, gracias a Jesucristo quien fue el que fundo esta oración en nosotros.
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