La Sinceridad Con Uno Mismo

LA SINCERIDAD CON UNO MISMO

Ser sincero es una virtud que se adquiere a lo largo de la vida, que se va desarrollando conforme se viven experiencias nuevas. Principalmente esta virtud va tomando forma después de la niñez ya que la necesidad de conocerse crece conforme avanza el tiempo.

La sinceridad se cultiva, se forma con la educación recibida en el hogar con la cual se quiere lograr el objetivo de evitar que se mienta. Cuando existe un entorno de sinceridad entre la familia y los amigos se crea un ambiente agradable de armonía y confianza.

Al ser sinceros con uno mismo la vida se mira con otro enfoque, los rencores, odios, corajes y demás cosas negativas se ven aminoradas. El simple hecho de no engañar ni engañarse implica una vida llena de felicidad. Aceptar nuestros errores y fallos y no justificarlos, así como pedir ayuda cuando es necesario es sinceridad con uno mismo.

Para aprender a ser sinceros debemos tomar en cuenta que no necesariamente se tiene que decir todo lo que pensamos, siempre existe un lugar, una hora y el momento preciso para hacerlo con una manera sutil. Los seres humanos tenemos la capacidad de discernimiento basándonos en normas y juicios para saber cuándo es preciso decir o hacer algo.

En pocas palabras ser sincero con uno mismo es la capacidad selectiva que poseemos los seres humanos, al momento de pensar, decir y actuar, basándose en normas y juicios combinados con la habilidad del discernimiento. El simple hecho de practicar la sinceridad implica un camino lleno de felicidad.

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