La genética, la inteligencia y los sentimientos culpables del comportamiento

LA GENÉTICA, LA INTELIGENCIA Y LOS SENTIMIENTOS, CULPABLES DEL COMPORTAMIENTO

Introducción

En las actividades cotidianas que realiza un ser humano, ya sea en el trabajo, en el estudio o en la familia se produce inevitablemente una interacción con otras personas, cada una de ellas tiene su propio estilo, una historia, un modo de ser y de ver las cosas, como si se diera por sentado la expresión popular que dice que cada cabeza es un mundo; pareciera que las reacciones de cada persona en un determinado lugar, circunstancia y tiempo sean producto de ciertos factores a los que se les podría catalogar como culpables. El juicio de culpabilidad se le aplica a la genética, la inteligencia y los sentimientos de un individuo que dan lugar a un universo complejo de situaciones donde la convivencia se torna complicada pues pareciera que tantos no tienen cabida al no poder encontrar fácilmente normas universales que les garantice el reconocimiento de los unos y los otros, y efectivamente decir que cada cabeza es un mundo implica anteponer el carácter único e irrepetible del ser humano en su esencia racional, la manera de pensar, de actuar, de tomar decisiones trascendentales para su vida hace pensar que existen tantos mundos como seres humanos habiten el planeta tierra, donde cada diferencia será producto de la información genética presente en cada una de sus células, de su inteligencia entendida como la capacidad de tomar decisiones y también de los sentimientos que brotan desde lo más interno de su ser como una manifestación de su compleja naturaleza humana.

El papel de la genética.

La genética juega un papel muy importante en el comportamiento humano a tal punto que se han escrito numerosas publicaciones al respecto. En la práctica, es muy común en el ejercicio de la docencia encontrarse con casos de estudiantes hermanos, concebidos de un mismo padre y una misma madre con comportamientos y desempeños académicos muy diferentes que terminan por colocar al docente en modo reflexivo bajo el interrogante de porqué se presentan estas diferencias tan notorias entre dos individuos que provienen de unos mismos padres, al respecto Plomin, De Fries, McClearn y McGuffin (2009) expresan que “en la mayoría de los aspectos y trastornos del comportamiento, es la genética la que explica la similitud entre hermanos”. Pero si es la genética la que explica la similitud entre hermanos, cabe entonces la posibilidad que ella misma sea quien haga que estos comportamientos sean diferentes. Pues parece ser que la misma genética es la que influye para que los comportamientos de individuos provenientes de los mismos padres sean diferentes, puesto que las moléculas de ADN de cada individuo contienen informaciones relevantes que se evidencian de manera muy específica como lo afirma Ochando (2002) al hablar sobre el funcionamiento de los genes y la información que contienen “con la transcripción y traducción de esa información genética en características del organismo, se constituye el fenotipo: los rasgos fisiológicos, anatómicos, e incluso de comportamiento”. Teniendo en cuenta que los comportamientos son acciones individuales la parte visible de esa información contenida en el ADN se manifiesta en individuos únicos que reaccionan de manera distinta ante una misma situación

Aun cuando no se trata de una regla general, ni de aplicar al pie de la letra el refrán popular de que hijo de tigre sale con pintas, es evidente el poder de la genética para la trascendencia en la conducta y el comportamiento de los individuos como lo describe Moreno (1995) “La genética de la conducta es el estudio de los factores genéticos y ambientales que originan las diferencias entre individuos. La herencia se refiere a la transmisión de estas diferencias de padres a hijos”. La reflexión debe apuntar hacia la incidencia de los factores genéticos en el comportamiento y que al existir comportamientos muy marcados en el árbol genealógico de un estudiante dentro de la teoría de las probabilidades y la información genética que se transmite de padres a hijos generación tras generación cabe la posibilidad de que dichos comportamientos se muevan como la savia entre las ramas de dicho árbol.

El papel de la inteligencia.

Muchos autores coinciden que la inteligencia humana también es influenciada por la genética, pero si se analiza ésta en virtud de ser una capacidad para razonar, pensar, resolver problemas y tomar decisiones en mayor o menor proporción de acuerdo a cada sujeto pensante se encuentra con que esta se convierte en un factor que influye en el comportamiento del individuo como lo refiere Ribes (1989) con relación a la concepción de la inteligencia como “algo que se posee en distintos grados o cantidades, condujo a considerar las diferencias individuales en comportamiento inteligente como problema de comparación de cuanto poseían de inteligencia los diversos individuos con base en su desempeño en una prueba”, esto a menudo se vive en el ambiente escolar cuando el docente que considera que los alumnos más aplicados y con mejores desempeños académicos tienen comportamientos excepcionales e inteligentes, cuando se asumen

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