La locura lo cura

Ensayo:

La locura lo cura

Manifiesto psicoterapéutico

Raúl Hernández Contreras  

31/05/2013

La locura lo cura

La locura lo cura es un libro escrito por Guillermo Burgués en el que habla sobre la locura y que nadie está libre de ella, habla también sobre algunos tabúes que en ocasiones ponen una barrera en el encuentro del terapeuta con el paciente, el autor también aborda temas como formas de entremetimiento como son la musicoterapia, la terapia familiar y otros enfoques psicológicos aplicables para una adecuada intervención psicológica y nos da su opinión acerca de la somatización.

Y bueno sin más por introducir yo hago de cuenta que este ensayo es una despedida de aquello que yo creía y elegí creer durante todos estos años que duro mi carrera como psicólogo, que si bien fue un poco pesado el proceso de terminar la carrera, por fin después de tantas calamidades poder comenzar a crecer sin las ataduras de las sombras que inundan mi pensar sobre lo que es y fue la carrera de psicología. Y bueno, no puedo mencionar que aprendí sobre la psicología en su totalidad, y no menciono esto porque diga que no aprendí algo o cosas así, sino más bien que los cinco años que me tomo concluir mi carrera fueron un gran anclaje para seguir durante todo ese tiempo, hasta llegar al final en el que me encuentro hoy, podría decir que es muy complicado determinar para mí como es que seguí adelante en la carrera, si desde antes de que me quebrara a mitad de carrera ya me preguntaba qué diablos hacia estudiando psicología, no me malinterpreten, respeto la psicología, la disciplina que representa, los autores, maestros y aprendizajes que tiene para compartir, pero no puedo sentir que yo haya tomado las decisiones correctas, conociéndome hubiera dejado la carrera después del tropiezo que significo en mi vida la situación que tuve con una ex pareja que me destrozo por completo, tanto mi reputación, como mis posibilidades de querer seguir ahí en esa escuela, hasta el día de hoy sigo pensando que si el haber tomado el consejo de la coordinadora de aquel entonces fue lo mejor que pude haber hecho, no mencionare nada malo de ella, pero siento como si me hubiera metido a la cabeza una idea que no fuera mía, desconozco las razones de por qué pudo haber hecho eso, pero el hecho de haber sabido de una compañera que estuvo en mi misma situación y ella saliera de algún modo impune, solo hizo que se reforzara mi idea de ya no continuar en la carrera, y bueno para no salirme más del tema creo que la situación en la que me encontraba hasta hace apenas meses, hizo que pudiera terminar la carrera con este sabor de boca tan peculiar, en donde abiertamente tengo dudas sobre si dedicarme a psicología o no, aquí es donde entras muchos pensamientos a mi cabeza, desde el haber desperdiciado el dinero durante tanto tiempo, como diría mi padre, hasta yo también no poder haber realizado algo que fuera genuino de mí. Menciono todo esto ya que Guillermo Borja comienza diciendo que es importante que el terapeuta tenga claro por qué quiere ser uno, y bueno esto es lo que yo no tengo claro, él menciona más adelante que en vez de portar la estafeta de ser una persona de salud, se es uno de enfermedad, entiendo todo lo hilarante de la frase y el cómo hoy en día, esto no resulta tan descabellado, pero vamos, es cierto también que los mismos terapeutas son quienes enferman más, si por enfermedad entendemos el que los pacientes lleguen a ser una parte de apadrinamiento por parte de los terapeutas, bueno eso es lo que yo viví al solo tener terapeutas que fueron maestros míos, y que convivieron con compañeros con los que yo convivía, sé que para Guillermo esto no resultaría nada del otro mundo y es más, me atrevería a decir que si él hubiera fundado una escuela de todo lo que pudo enseñar, este sería un requisito para titularse.

El libro menciona muchas preguntas que el terapeuta debe hacerse para el proceso del paciente, ¿Qué si el paciente vino por tal?, o si el paciente nos dará o no la posibilidad de entrar a fondo como terapeuta, y bueno mencionan que estas preguntas tienen sus propias respuestas ya que en cada pregunta hay una intención sana de autoconvencimiento y búsqueda, como los niños pequeños que cuestionan todo lo interesante para ellos, por la curiosidad que tienen, dándose cuenta que el mundo tiene más cosas que ofrecer que solo lo que es cree que tiene. De igual manera me pasa como acompañante practicante, puede llegar a creer que con mis preguntas tendré la total disposición del paciente para el acompañamiento y cometer el error de creer que con esto el mundo del paciente está a mi disposición total, creyendo que todo es para la mejoría del paciente, quienes tienen claro que solo soy un estudiante comprometido con su caso y que hará lo posible para ayudarlo, dándole herramientas que lo guiaran a tener una visión más clara de aquello que lo mantenga intranquilo, por lo menos de mi parte siempre ha sido así desde que tengo la oportunidad de tratar con personas del exterior que no se queda en solo lo práctico.

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