La locura

La locura es definida en cada época de la historia de acuerdo al contexto de la cultura y de la historia misma. Inicialmente la locura fue considerada como un castigo impuesto a los mortales por entidades no humanas, solo en algunas ocasiones este castigo era considerado positivo, como sucedía con le epilepsia. Luego con el cristianismo la locura era síntoma de castigo divino por no cumplir con las normas religiosas o como producto de pactos con el diablo.

Si bien era considerada un castigo divino, en la Edad Media se dejaba a las personas castigadas con la locura transitar de forma libre por las ciudades, en medio de todo no eran considerados peligrosos, pero en caso tal de que un loco empezara a molestar y perjudicar el entorno en el que se encontraba, a las afueras de las ciudades existían territorios donde “internaban” a los locos, celdas donde se encerraban de forma provisional. (Foucault, 1970)

Ahora se entiende la locura, por parte de la comunidad psicológica y psiquiátrica, como una enfermedad mental, aunque este término resulte bastante abstracto en la actualidad y puede hacer referencia a un comportamiento fuera de lo común ejecutado por algún sujeto pero que no necesariamente es perjudicial para él o el resto de la sociedad.

Se podría decir entonces que las personas poseen “locuras propias” y de diferentes tipos, que esta característica hace parte de la complejidad del ser humano; la enfermedad mental incapacita y ha de ser erradicada de cualquier manera, ha de ser normalizada para que de esta forma el sujeto pueda desenvolverse, sea útil y productivo dentro de la sociedad a la que pertenece.

Así que los términos locura y enfermedad mental no podrían ser considerados sinónimos, sino que habría que hacer una separación adecuada de qué tipo de comportamientos que hacen parte del repertorio de “las locuras” de los sujetos son realmente perjudiciales y trabajar sobre ellos, mas no intentar erradicar o modificar a la locura por completo sin ningún tipo de reflexión al respecto. Si esto ocurriera se perdería parte de esa construcción compleja que representa el hombre.

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